OPINIÓN

Por Manuel Tello Zapata

REFORMA MAL CONSTRUIDA
Violando las garantías constitucionales -por una posible omisión, más que un acto de mala fe-, del Presidente de la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos, Juan Alarcón Hernández, El Congreso del Estado aprobó una reforma constitucional para eliminar la inamovilidad del Ombudsman guerrerense y que el próximo Ombudsman sea electo por el legislativo y dure en el cargo solo 4 años.
Sin embargo, a los diputados o asesores encargados de redactar dicha reforma, se les olvidó que el texto todavía vigente establece que el Ombudsman será inamovible hasta su jubilación. Como nadie puede aplicarle una ley a nadie en forma retroactiva, no se podrá designar a un nuevo Presidente de la CODDEHUM, hasta que el actual se jubile conforme a lo que establece la ley en la materia.
Además, el Licenciado Juan Alarcón Hernández merece ser objeto de un amplio reconocimiento por todo el trabajo que hizo en más de veinte años, para crear en Guerrero una cultura en materia de Derechos Humanos, algo que no existía antes de que el finado ex Gobernador José Francisco Ruiz Massieu, decidiera crear la primera Comisión de Derechos Humanos en el país.
Decirle al Ombudsman actual “muchas gracias y que te vaya bien”, no es honesto ni correcto. Esa fue la actitud del ex Gobernador Zeferino Torreblanca Galindo, quien luchó con todas sus fuerzas para destituir al Ombudsman guerrerense sin darle su jubilación, algo que no pudo ser posible porque se violentaba la legislación vigente.
Por otra parte, el propio Juan Alarcón Hernández ha propuesto diversas reformas para que se pueda retirar y se designe a su sucesor bajo una nueva ley, por lo que lo hecho por el Congreso no es nada nuevo ni lesiona a un hombre que jamás ambicionó ese cargo para satisfacer sus intereses personales.
El Licenciado Juan Alarcón Hernández tiene una amplia trayectoria como luchador social desde la década de los sesentas, cuando formó parte del grupo de jóvenes que luchó por lograr la autonomía de la Universidad de Guerrero. Cuando Ruiz Massieu decidió crear la CODDEHUM, no pudo encontrar a un hombre más apropiado para dirigirla con honestidad, trabajo y mística de servicio, que Alarcón Hernández.
No reconocer la trayectoria de este ilustre guerrerense que por derecho propio ya ocupa un sitio preponderante en la historia contemporánea de nuestra entidad, es un acto de mal agradecimiento social por parte de quien lo lleve a cabo. Es necesario que el Congreso haga las cosas bien, en este caso, antes de recibir la reprobación ciudadana inherente.
DE BURROS A BURROS
El error cometido por Enrique Peña Nieto, precandidato del PRI a la Presidencia de la República, al confundir la autoría de conocido libro, está siendo muy utilizado en su contra y ya han surgido cientos de chistes en ese sentido, que podrían socavar la imagen de este político, con serias consecuencias para su proyecto político.
Hasta donde sabemos, leer novelas a granel no ha sido la vocación de los políticos. Su cultura se funda más bien en el estudio de una profesión y de las artes de la política, más que conocer a fondo la obra de los grandes novelistas y escritores de nuestra cultura nacional y mundial, algo que desde luego, también debe ser parte de su acervo personal.
Cuando la regó Peña Nieto, todos se apresuraron a burlarse de él, especialmente sus contrincantes por la presidencia de la República como Andrés Manuel López  Obrador, quien al ser cuestionado sobre libros que ha leído, escurrió hábilmente el bulto diciendo que su libro favorito es la Constitución.
Con eso apantalló a los reporteros; pero si alguno le hubiese preguntado por ejemplo: ¿Qué dice el artículo 36? ó el 113, ó el 79, El Peje se hubiera quedado con la boca abierta, porque su desconocimiento de la Constitución es tan grande como el de la gran mayoría de todos nosotros.
Como datos obligatorios para todo mexicano debemos citar que nuestra Carta Magna se compone de 136 artículos en el texto constitucional, así como 17 transitorios. Los primeros 28 artículos norman las garantías individuales, el 29 la suspensión de estas en casos extraordinarios; los restantes norman la integración de la estructura política del país.
Si alguien les hiciera un examen a los tres candidatos sobre su conocimiento de libros y escritores, Peña Nieto ganaría, con Josefina Vázquez Mota en segundo lugar y al final quedaría el Peje, quien no contesta preguntas sobre cultura general porque pasó de noche por la Universidad Nacional Autónoma de México, donde cursó en 14 años una carrera de cinco (años): Licenciado en Ciencias Políticas y Administración pública.
Andrés Manuel, pésimo alumno, reprobó materias básicas para un Presidente de la república como Estadística (dos veces); Ciencia Política (dos veces), Economía Política, etc., etc.. Ingresó a la UNAM en 1973 y terminó la carrera hasta 1987. ¿Quién es más burro de entre este personaje y el distraído Enrique Peña Nieto?.
manueltello2002@yahoo.com

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