De Grilla, Grillos y algo mas

Ouch! El ex presidente municipal, Amador Campos Aburto, declaró para un medio de comunicación local que la próxima administración recibirá una deuda millonaria por más de 100 millones de pesos que irresponsablemente contrajo el alcalde Alejandro Bravo Abarca. Campos Aburto aseguró que el primer préstamo que le autorizó el Cabildo y después el Congreso del Estado, fue por 70 millones de pesos y últimamente le autorizaron otros 16 millones de pesos que le prestó el Gobierno del Estado por adelantado, de participaciones que le corresponden al municipio para el ejercicio 2012. Según la nota, el regidor de Seguridad Pública y Tránsito, Cornelio Espino Valdovinos, aseguró no tener idea de a cuánto ascienden esos empréstitos. Lo que no dudamos ni así, pu’s ya ven que tooodos los regidores resultaron unos levantadedos, que solo dan declaraciones a la prensa cuando quieren sacar dinero, pero jamás procedieron ni lo harán, de acuerdo a sus funciones de fiscalizar la actividad de cada una de las dependencias municipales y el propio alcalde; que es para lo que fueron elegidos.

Sí le ardieron a Alejandro Bravo –ahora presidente con licencia– las declaraciones de Campos Aburto, y sabe que el perredista puede resultarle peor que un grano en el fundillo para sus aspiraciones de conseguir la Diputación Federal, por eso de inmediato instruyó a la Marimachuy Méndez para que esta enviara una nota, pagada, a todos los medios de comunicación donde le atribuyeran al coordinador de finanzas del municipio, Gustavo Peña Cortes, unas declaraciones que desmentian lo dicho por Campos Aburto. La nota, pagada por el gobierno municipal, asegura que Peña Cortes declaró que es totalmente falso que el ayuntamiento de Zihuatanejo de Azueta esté endeudado y que la declaración del ex alcalde, no tiene ningún fundamento. Según el comunicado –porque así, como un boletín, le llegó a todos los medios de comunicación, a través de la oficina de comunicación social del gobierno municipal–, el tesorero calificó a Campos Aburto de mitotero. La nota asegura que “Por su parte el regidor de obras públicas, Fernando Leyva Sotelo, dijo no estar de acuerdo con la declaración del ex presidente municipal Campos Aburto, porque lo hace sin conocimiento de causa, “el ayuntamiento no está endeudado, es falso que se tenga un Adeudo como lo señala Amador Campos”. (Sic). Esto era lo menos que podía decir esté edil, a quien para eso le dieron la regiduría de obras públicas; para darle obra a su hermano arquitecto, dejarlo que se alivianara y taparle la boca. Ya ven que hace poco les comentaba que el acalde se aprovechó de que el hermano de Leyva Sotelo andaba a salto de mata por el fraude de aquellas casas –de las que dicen le jugó chueco a su ahora difunta socia financiera– y ocupaba salir de su problemita, y pu’s la regiduría de Obras Publicas le caía como anillo al dedo a los hermanitos Leyva para salir de la broncotota y hacer grande$ negocio$, y a Bravo Abarca, para ponerlo de su lado y que se callara, cosas como esta de los emprstotes.

La nota pagada, en su quinto párrafo, asegura que: “Del mismo modo el regidor de Hacienda, Raúl Torres Pineda, afirma que hasta el momento el cabildo no tiene conocimiento que exista deuda alguna como lo pretende hacer creer el ex alcalde Amador Campos, y considera que es una simple declaración sin fundamento alguno y que sólo busca el protagonismo”. (Sic).

Y vuelta la burra al trigo, pu’s que chingaos va a tener conocimiento el cabildo de todo el desvío de recursos si desde diciembre del año pasado la regidorcititita declaró que no tenía idea de cuantas y cuáles eran las obras ejecutadas por la actual administración. Obvio, los regidores no tienen idea de los que pasa en la administración porque se han dedicado a beber, a coger, a viajar y a todo lo que termine en: ar, er, ir… –no todos ni todas, aclaro–.

No dudemos ni así, que Campos Aburto se haya quedado corto en sus declaraciones, nomas habría que echarle lápiz a las construcciones particulares y sumando esas cantidades llegarían a la conclusión de que los cien millones son una bicoca, comparada con el millonario desvío de recursos públicos.

El mismo día en que aparecía publicado, en todos los medios, el boletín emitido por comunicación social donde le atribuyen declaraciones al tesorero, apareció publicada una nota a través de la cual se informó en uno de sus párrafos que: “…varios ediles hablaron y varios de ellos pidieron que sus nombres no fueran identificados, por razones personales. Sin embargo facilitaron copia de un borrador de una acta de cabildo, donde se autoriza al presidente municipal, Alejandro Bravo Abarca, reestructurar una deuda de 20 millones de pesos que se había contratado con el Banco Nacional de Obras y Servicios (Banobras), línea sobre la cual la semana pasada el Congreso del Estado autorizó una ampliación de 70 millones de pesos.

Las fuentes edilicias precisaron que de esos 70 millones de pesos, el banco se cobrará los 20 millones de adeudo, incluyendo los pagos atrasados y sus correspondientes intereses, y solamente remitirá al gobierno municipal el excedente; esto es, poco menos de 50 millones de pesos.” (Sic).

A ver, a ver, a ver… los ediles no deben tener razones per-so-na-les para pedir que se omitan sus nombres en unas declaraciones que ponen al descubierto la grave situación financiera que enfrenta el municipio por un irresponsable manejo de los recursos públicos, pero sobre todo por la incapacidad de ellos para asumir su responsabilidad como representantes populares y sobre todo como vigilantes y fiscalizadores, dentro de la administración municipal. Pero saben cuáles son esas poderosas razone$ para pedir que se omitan sus nombres, pues nada más y nada menos que a excepción de –mi amiguis Elba y la profa Margarita Díaz Rueda, obviamente–, a la mayoría de los miembros del cabildo, mínimo, les compraron carro, les dan su cuota semanalmente, e incluso algunos que llegaron rentando casa, van a terminar la administración estrenando residencia y otras hasta marido, chichis y nalgas nuevas les tocó. Claro que de esto no hay que espantarse, porque sucede en todas las administraciones, aunque por supuesto no debería ser. Campos Aburto critica porque no es su administración y porque de seguro ya se le olvidó cuando Jorge González Lechuga estuvo en este distrito como delegado especial del PRI y durante su estancia se dio a la tarea de investigar a los funcionarios de la entonces administración de este perredista. En aquellos días nos pudimos enterar de las residencias, y otros bienes, que obtuvieron Sergio Legorreta y Cristóbal Aburto –entonces director de obras públicas y sobrino incómodo y secretario particular de Campos Aburto, respectivamente–, en la playa La Saladita. Ahorita ya andan bien pelados, porque ya saben que el dinero mal habido pronto se acaba. Y ya que me acordé de Legorreta, algunos deberían recordar que este ojiazúl hasta novia casi puberta agarró y ahí andaba organizándole tardeadas para celebrarle sus cumpleaños y como olvidar aquel intentó fallido por hacerla reina del carnaval para complacerla e impresionarla, bueno hasta obtuvo una mansión de esas que tienen vista pa’l club de golf en Ixtapa, le compró camioneta de súper lujo y no ha pasado ni una década y ya anda casi casi otra vez en un vochito, como en sus inicios. Y Cristobal vende pescadillas y ceviche en playa larga, bueno este último siquiera no regresó a la mesereada, de donde nunca debió haber salido.

Pero como leerán todos son la misma gata, y en estos tiempos electorales más que un pleito es como una presunción eso de que tu eres un ratero, no que tu eres más ratero que yo, no que sí pero aquel es más que yo. Qué asco!