LA RUEDA DE LA FORTUNA

Por Alfredo Sarabia
Crisis en el PRD

La crisis política interna que se está viviendo hoy en día en el PRD  estatal, amenaza seriamente con desbordarse catastróficamente y que podría verse reflejada en los resultados de las elecciones que se tendrán el cercano 1 de julio. Lo que ha detonado esta situación, ha sido la selección de los candidatos de ese partido del sol azteca. Las protestas y las inconformidades de los precandidatos que por X o Y razones no se vieron en las listas de los nominados, no se hicieron esperar.
Precandidatos descalificados por el dedo flamígero de los jefes de las tribus perredistas más significativas y por ende con mayor presencia en el PRD: Grupo Guerrero, que comanda el ex – diputado local, ex – senador de la República, ex – precandidato a gobernador y ex –director o  Secretario de la SEDEDO, David Jiménez Rumbo; Nueva Izquierda (NI), que jefatura el ex – secretario general del PRD estatal y diputado local con licencia Sebastián de la Rosa Peláez; Unidad de Izquierda Guerrerense (UIG), del ex – subsecretario de gobierno y candidato plurinominal a diputado local Víctor Aguirre Ureiro y de la neo tribu, Nueva Mayoría (NM), que dirige el diputado local con licencia Evodio Velásquez. Esta visibilidad de esos dirigentes perredistas, son lo que de una a otra manera, mantienen al PRD en el estado de Guerrero, caminando por un sendero tortuoso en el filo de la navaja; pero en esta acometida opaca y sinuosa en el partido del sol azteca, se ha visto involucrado el gobernador del estado Ángel Aguirre Rivero, donde muchos aseguran que su intervención en esta danza maquiavélica y desgastante para el PRD, pero otros tantos lo exoneran de esta ebullición perredista y exaltan la figura gubernamental del oriundo de Ometepec. Quién sabe, lo cierto de todo esto, solamente algunos lo saben, pero ello, no debe ser limitante para que opinemos al respecto, pues mientras la verdad no florezca, estaremos en esa vía analítica. En este contexto, habría que indagar las causas que dieron origen a todo este desmadre que hoy estamos observado en el PRD, pues como se sabe, todo efecto, responde o tiene una causa que lo produce. Y esto se está cumpliendo en el partido del sol azteca. El relajo o desmadre que visualizamos en el PRD, es el efecto originado por una o varias causas. Solo conociendo esta o estas, se puede entender y explicar el o los efectos. Con estos elementos “a cuestas”, podemos inferir lo más cercano posible a la  cuestión cuestionada, válgame la redundancia de estas palabras. Lo primero que me pregunto: ¿En quién cae la responsabilidad de tener a un PRD, muy disminuido y vulnerable? ¿Acaso el gobernador causó todo este desbarajuste perredista? ¿Hay calidad moral para manifestar abiertamente las inconformidades  de los precandidatos perredistas no avalados? ¿Quiénes pueden ser los responsables del enredo perredista al que hoy asistimos? Todo este cuestionamiento, nos conduce irremediablemente a señalar a todos aquellos perredistas, que de una u otra manera, están o han estado inmersos en las decisiones políticas y administrativas que tienen que ver con nuestro desarrollo y progreso vital; a los miembros del Comité estatal; a las tribus que pululan en el PRD, que solo lo permean con sus actitudes mezquinas y de aislamiento, de grupo y personales. Así, mientras los dirigentes del PRD, tanto directos como indirectos (aquí podrían entrar presidente municipales, síndicos, regidores, funcionarios estatales y municipales y legisladores federales y locales), no se despojen del ropaje simulador de la democracia (en este caso, el color amarillo), con el que se han cubierto en los últimos años para la consecución de sus propios intereses, seguiremos observando las fregaderas que hoy nos ofrecen, para vergüenza del movimiento de Izquierda. Por tanto, es imperioso y obligatorio, que el PRD haga, una vez pasadas las elecciones, un análisis concienzudo de la o las causas del relajo electoral de sus precandidatos, para evitar repetir escenitas como las actuales, si es que aún quiere ser un partido cercano a la gente. Como dato concluyente, habrá que subrayar la convivencia normal de las tribus perredistas, chicas y grandes y que ahora, las tribus pirinolas, no se llamen espantadas. No se vale, si siempre han armonizado entre ellas….HASTA PRONTO.

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