OPINIÓN

Por Manuel Tello Zapata.
LOS ACTOS MASIVOS
Con un sencillo pero emotivo discurso, el candidato a diputado federal del PRD por el Séptimo distrito con cabecera en Chilpancingo, Jorge Salgado Parra, dio la bienvenida el pasado viernes al candidato presidencial por el partido amarillo, Andrés Manuel López Obrador, en una plaza cívica repleta de seguidores.
El Doctor en Derecho afirmó que la unidad en torno al proyecto de nación que encabeza AMLO, debe mantenerse firme ante todas las circunstancias y demostró tener la camiseta del PRD bien puesta, doblando la página del PRI, donde fue tratado de mala forma pese a que en pocos años ha logrado ganarse un lugar en el escenario político de nuestra entidad.
Jorge Salgado Parra y el Candidato presidencial, fueron los únicos que no recibieron abucheos por parte de un sector de los perredistas que se encuentra totalmente dolido, porque aseguran que no fueron tomados en cuenta a la hora de repartir las candidaturas. El más golpeado por los señalamientos y recordatorios familiares fue el propio dirigente nacional del PRD.
Cabe citar que algunos fanáticos de López Obrador nos refutaron porque escribimos que con Peña Nieto estuvieron diez mil ciudadanos. Seguimos sosteniendo lo mismo, pero habrá que añadir que con el PEJE asistieron más de trece mil almas que repletaron la plaza cívica Primer Congreso de Anáhuac. Tan solo en la explanada, los que saben de eso aseguran que caben diez mil personas de a seis por metro cuadrado.
La diferencia estriba en que los priístas exageraron en la seguridad de su candidato. Cerraron con barreras la parte del kiosko, que es casi la mitad de la plaza incluyendo sus jardineras, e instalaron filtros de seguridad para evitar que entraran personas armadas al lugar de la concentración.
Esto le permitió a Peña Nieto saludar a la gente con mucha amplitud y que lo “apapacharan” las mujeres, sin que sucediera nada anormal. Los perredistas por lo contrario, evitaron instalar las barreras y filtros, con lo que pudo llenarse la plaza. Si bien se afirma que fue una concentración con gente venida de muchas partes, no hablaremos de acarreados, ya que es la constancia de todos los actos masivos.
La gente circuló a placer por la plaza durante el evento del Peje, pero por lógica puso muy nerviosos a sus custodios, quienes repartieron “mandarriazos” y malos tratos a muchos asistentes, políticos, periodistas, etc.. En esta vida, todo tiene un costo.
Por lo pronto, los dos candidatos presidenciales más fuertes en Guerrero ya midieron fuerzas y las cosas se notan muy parejas hasta el momento. Aunque sus concentraciones tuvieron mucha gente, no alcanzan a empatar las que acompañó a Ángel Aguirre Rivero en su campaña para Gobernador del Estado. Se afirma que los actos masivos no definen el triunfo electoral, pero en el caso de nuestro actual mandatario, se rompió la regla.
Jorge Salgado Parra por su parte, continúa recorriendo los municipios que conforman el séptimo distrito, recibiendo múltiples muestras de apoyo para sus aspiraciones. La gente lo mira como un político joven y preparado, que hizo buen papel como diputado local, por lo que ya cuenta con la experiencia necesaria para que los represente en el Congreso de la Unión.
En tono chusco, la gente comienza a decir que es San Jorge Bendito, el matador de dinosaurios, perdón: de dragones; como uno que finca su campaña en atacar a Jorge diciendo que es el candidato del dinero, algo que no se nota en la campaña del joven neo perredista y si mucho entusiasmo entre los jóvenes, y apoyo de los adultos que dialogan con Salgado Parra y lo encuentran sumamente receptivo a la demanda ciudadana. De que mueren los ardidos?
manueltello2002@yahoo.com

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