Memorándum

Por Gerardo Ruano Cástulo
*** El aporte de Ángel Aguirre para el proceso democrático

La vocación democrática de un gobierno no se puede medir con los discursos. Forzosamente tiene que ser congruente en los hechos. Su imparcialidad y contribución en la concretización de unas elecciones transparentes y en paz deben ser parte de su sello principal. Y es eso, precisamente, en lo que va del proceso electoral, lo que distingue al gobierno de Ángel Aguirre Rivero.

Así es. En antaño la maquinaria de los gobiernos se utilizó, hay que decirlo, para fortalecer y hacer prácticamente campaña a favor de los candidatos afines al sistema político hegemónico. Aún en medio de las actuales leyes electorales, se siguen registrando casos en donde los servidores públicos insisten en meter las manos, aprovechando los programas que manejan, a efecto de buscar incidir en la voluntad ciudadana.

Ese no es el caso del Gobierno del Estado de Guerrero, en donde el Gobernador Ángel Aguirre Rivero, además de ser sumamente respetuoso del marco legal, ha mostrado toda su voluntad política para aportar en el fortalecimiento del marco democrático y garantizar una jornada cívica en la que predominen la transparencia y la tranquilidad.

En su momento, los partidos políticos manifestaron su deseo de garantizar la seguridad para sus candidatos, y el gobernador, de manera inmediata convocó a una reunión del programa Guerrero Seguro, con el objetivo claro de que la cobertura se extienda para dar seguridad a los actores políticos que buscarán cargos públicos en las elecciones del primer domingo del mes de julio.

Hace escasamente una semana, el Gobernador Ángel Aguirre se reunió con la dirigencia estatal del PRI, mostrando una total apertura hacia todas las expresiones políticas. Y lo más importante, es que en el marco de esa reunión, anunció que habrá de hacer una convocatoria amplia para que todos los institutos políticos y los poderes públicos se sumen a la firma de un pacto de civilidad, con la fina intención de aportar más garantías a un proceso electoral que demanda la  mayor responsabilidad de todos los actores políticos.    

Eso muestra la voluntad política y vocación democrática del mandatario estatal. Lo que también se fortalece con otros hechos concretos. Ya que desde el inicio de los procesos electorales ha permanecido al margen de la escena político electoral. Lejos de las precampañas y designación de los candidatos. Y totalmente al margen de las campañas electorales.

Se ha dedicado a seguir trabajando. Eso se ve en la recuperación económica que hoy se registra en el sector turístico, en donde su gobierno ha enfocado esfuerzos sin precedente. Así también, en acciones concretas como en el seguimiento puntual a la recuperación de la zona afectada por el sismo del 20 de marzo pasado, en donde la mano de su gobierno se ha dejado sentir. Ha sido, hay que decirlo, el gobierno federal, el que ha dejado mucho que desear.

La misma instalación del consejo en materia de protección civil y los cambios registrados en su gabinete, se aprecian como una fase natural de su gobierno, después de un año de gestión, no enfocados para apuntalar a candidatos de su partido, sino pensados y proyectados para generar mejores resultados para los Guerrerenses. No olvidar que el gobernador Ángel Aguirre Rivero es un político de altos retos y que le gusta cumplir con los compromisos que se plantea.

Los hechos hablan pues, de un gobernante que está comprometido con su pueblo, y que en esa misma sintonía, su participación en el proceso electoral es para aportar a favor de la democracia, a efecto de que en Guerrero, al margen de los resultados que se registren en las urnas, se viva una jornada cívica transparente y en paz. Esa es la cuestión.

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