Calderón pacto con el PRI su salida de los pinos

Vladimir Aguilar García

La guerra sucia emprendida por el PRI y el PAN en contra de Andrés Manuel López Obrador por medio de ataques y descalificaciones disfrazados de supuestos promocionales de campaña que rebasan los límites de la libertad de expresión, y que caen en el terreno de la calumnia y la mentira, son un claro síntoma del nerviosismo que invade a Felipe Calderón Hinojosa ante el ascenso en las preferencias ciudadanas del abanderado de las izquierdas.

Si hasta hace unas semanas el todavía presidente de México había vislumbrado salir de Los Pinos y entregar la banda presidencial al PRI como un mero trámite dentro del acto protocolario del cambio de poderes, el inminente triunfo del candidato del Movimiento Progresista el próximo 1 de julio ha desestabilizado sus planes, lo que ha dado pie a reactivar la campaña de descalificativos con los que buscan desprestigiar a quien tanto Enrique Peña Nieto como Josefina Vázquez Mota ahora consideran como el enemigo a vencer.
Es claro que a cambio de permitir el triunfo de Enrique Peña Nieto, Calderón Hinojosa hizo con anterioridad un pacto con el PRI que le garantizara impunidad, inmunidad y protección para él, sus familiares, los de su esposa y sus más cercanos colaboradores y amigos.
De ahí que la presencia de Vicente Fox, Manuel Espino, Lía Limón y otros conocidos miembros de la familia panista en la campaña del PRI, partido que hasta hace unos días era considerado su acérrimo rival, sea parte de la bien orquestada campaña emprendida en contra de López Obrador.
Dicho plan incluye no sólo la guerra sucia en medios electrónicos afines al panismo, sino también protección para los hermanos Bribiesca -hijos de Marta Sahagún- y vastos recursos económicos para el sostenimiento del llamado Centro Fox, que sin duda sería desechado dentro del plan de austeridad propuesto por López Obrador.
En lugar de auspiciar desde la Presidencia la guerra de lodo que tanto PRI como PAN han reiniciado en contra de López Obrador, Felipe Calderón debería actuar como un verdadero demócrata y permitir que la voluntad ciudadana se exprese en las urnas, pues como lo señaló ayer en el Programa Tercer Grado de Televisa, a pesar de que es “responsable” del asesinato de más de 60 mil personas como consecuencia de su personal guerra contra el narcotráfico, el abanderado de las izquierdas no emprenderá una cacería de brujas en su contra.
El llamado de Andrés Manuel López Obrador y de los partidos que conformamos la izquierda es a la reconciliación nacional, porque los ciudadanos quieren un cambio y lo que está en juego es el destino de todo un país.
“DEMOCRACIA YA, PATRIA PARA TODOS”