El Paralibros público por temporada de lluvias se cambiará al museo

Por Juan Francisco Barrios Valverde

A un mes de haberse instalado el Paralibros, dependiente del  Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA) y el Instituto Guerrerense de la Cultura (IGC), principalmente niños se han visto interesados en las obras literarias que contiene este módulo público de lectura, que debido a que pronto llegarán las lluvias están solicitando albergue en las instalaciones del museo arqueológico de la Costa Grande.

Lo anterior fue informado por  profesor jubilado Silverio Méndez Blanco, encargado del Paralibros (sala pública de lectura), ubicado actualmente a un costado de la cancha municipal de Zihuatanejo, agregando que  en el trascurso del mes  que lleva funcionando, la respuesta de los lectores ha sido positiva, principalmente la mayor asistencia es notoria por las tardes. 
Pero que por estar muy cerca la temporada de lluvias a través de través de CONACULTA y el Instituto Guerrerense de la cultura ya enviaron un oficio al profesor Faustino Ríos Jiménez coordinador del Museo arqueológico de la Costa grande donde le solicitan un espacio temporal para albergar el Paralibros que actualmente funciona a un lado de la cancha municipal para proteger de las inclemencias del tiempo el material con que cuenta que de ser autorizado colocarán un letrero  avisando a los amantes de la lectura de libros la nueva ubicación temporal.
Dijo horario de servicio es de las 15 a las 19 horas,  sin embargo, es de las 18 a las 19 horas cuando más personas acuden pero “esto es como la tiendita abrir y cerrar a una hora” determinada diariamente para que las personas se acostumbren y vengan cada vez más.
 Explicó que algunos grupos de niños ya han acudido al Paralibros a La Hora del Cuento, que se realiza de martes a domingo en la última hora de servicio. Este miércoles les leí los cuentos; Niña Bonita, El venado y El Sapo, a un grupo de unos 9 pequeños.
 Hay niños que desde antes de las 6 de la tarde ya están aquí, el domingo algunos incluso algunos turistas se acercaron a leer, dijo, ayer se acercó un pescador de más de 50 años preguntando sobre alguno obra literaria que tuviera que ver con el mar, por lo que el Paralibros representa una manera para siempre estar aprendiendo algo más.
 A las personas que quieran llevarse algún libro prestado a su casa, solo se les pide copia de su credencial de elector y un comprobante de domicilio; recibo de luz o agua, se prestan por una semana.
 El total de libros es 365, “se pretende tener un libro para cada día del año”, la temática de las obras es variada. Adultos mayores que no saben leer también han mostrado interés por los libros, por lo que el encargado de estos,  ya le ha leído a uno que otro viejecito.