Memorándum

Por Gerardo Ruano Cástulo
*** Jorge Salgado Parra y la inercia del voto cruzado

Las elecciones del 30 de enero de 2011, dejaron diferentes lecciones, siendo una de las más importantes, la tendencia de la ciudadanía para votar a favor del candidato sin importar el logo de los partidos políticos. Hoy sucede lo mismo en el proceso electoral concurrente que transcurre en la capital del estado.
Por lo menos, dos elecciones parecen estar resueltas; la de presidente municipal y la de diputado federal.
Así es. El ex coordinador de la campaña del candidato de las izquierdas por la diputación federal del séptimo distrito, Héctor Manuel Popoca Boone, desistió de su cargo, porque supuestamente Jorge Salgado Parra andaría promoviendo el voto cruzado a favor de Mario Moreno Arcos, candidato del PRI a la alcaldía capitalina, y del candidato priísta a la presidencia de la república, Enrique Peña Nieto.
La postura expresada abiertamente por Popoca Boone, ante la opinión pública, por medio de un diario de circulación importante, deja en claro, que lo mejor que le pudo haber pasado a Jorge Salgado Parra, es que el enemigo que tenía como coordinador de campaña se haya ido. Por la forma en que salió, y lo quiso perjudicar buscando enlodar su imagen, el que ahora esté afuera, le habrá de redituar en cosas más productivas al candidato de las izquierdas. Por principio, porque en Chilpancingo no se puede ir en contra de la inercia que lleva el electorado.
Durante la elección de Gobernador, el movimiento ciudadano y todos los que apoyaron a Ángel Aguirre Rivero se apegaron a esa inercia natural. En la que más allá de los partidos políticos, la ciudadanía valoró más la calidad del candidato. El resultado registrado en la capital del estado, es un ejemplo claro, de que cuando se valora y se respeta la voluntad popular, los resultados son impactantes. El de Aguirre Rivero, hay que decirlo, es hasta hoy, el triunfo electoral más impresionante que un candidato ha tenido en Chilpancingo.
Hoy la inercia provocada por los resultados y el trabajo de Mario Moreno Arcos y Jorge Salgado Parra, cada quien desde su trinchera política, parece ir enfocada hacia una votación cruzada. En los estudios de opinión que hemos tenido en nuestras manos, nos ha quedado claro, de que el mismo ciudadano que votaría por el PRI para presidente municipal, lo haría por el PRD en caso de la diputación federal.
La promoción del voto cruzado no pasa por la idea de ninguno de los candidatos. Mucho menos de un Jorge Salgado Parra, que se ha mostrado a la altura de las circunstancias, metiéndole todo el brazo para fortalecer las campañas del PRD por las diputaciones locales de Chilpancingo. Y qué decir, de su participación en plena plaza cívica de la capital del estado, cuando dio la bienvenida al candidato presidencial, Andrés Manuel López Obrador.
Ahora bien, cualquier estratega electoral, al ver la inercia natural que se está registrando, nunca le recomendaría al candidato que se peleara con la gente, porque eso podría resultar contraproducente. A Jorge Salgado Parra le conviene que muchos priístas voten por él. Y creo que cualquier coordinador de campaña no se indignaría por ello. Por el contrario, implementaría más tácticas para garantizar ese voto, en lugar de arrojar la toalla y mostrarse como un enemigo. Más aún, cuando los números que trae el PRD como partido, no le garantizan a ninguno de los candidatos que compite en Chilpancingo aspirar a un triunfo electoral.  
En el partido del sol azteca parecen estar conscientes de lo que representa el proyecto de Jorge Salgado Parra, en el corto como en el mediano plazo, por eso, de manera inmediata, la dirigencia salió a cobijarle. Saben que si se instala en la cámara de diputados federal, se apuntala como el aspirante natural de su partido, para buscar la alternancia en la capital del estado en el 2015. Esa es la cuestión.
Mensajes y comentarios: geruanoc@hotmail.com

No hay comentarios.:

Publicar un comentario