LA RUEDA DE LA FORTUNA

Por Alfreso Sarabia
“Defensa de la democracia y de la dignidad en México”: AMLO

Independientemente de lo que pase legalmente en torno a las elecciones Presidenciales efectuadas el pasado domingo 1 de este mes, Enrique Peña Nieto (EPN), cometió un fraude para ser considerado por el IFE, como el candidato triunfador del evento citado. Y como estamos en México, en el país donde nunca pasa nada y por tanto donde esta fregadera, prácticamente no es una causa determinante como para echar abajo los resultados electorales, ya cantados una y otra vez por lo que  se supone  que es el árbitro electoral (IFE), y secundado por el coro de voces que han estado siempre en el limbo  en el país, este asunto, permanecería indemne.
Sin embargo, ello sería más acentuado, sería más repintado, si EPN  se encarama oficialmente a la Presidencia de la República, a sabiendas de todo el cochinero electoral dejado a su paso para la consecución de sus fines y de sus compinches. De observar esta situación política, estaríamos prolongando por otros 6 años más, nuestra desgracia e infortunio de  ser gobernados por un presidente ilegítimo y espurio. Este asunto podría tener de alguna manera y de cierta forma, una semejanza a la elección Presidencial de 1940, cuando al general Manuel Andrew Almazán (de la oposición), le robó la Presidencia Manuel Ávila Camacho del partido antecesor de lo que hoy conocemos como el PRI: el Partido de la  Revolución Mexicana (PRM), pero para no adelantar vísperas, esta columna se reserva hacer y reforzar este triste y lamentable repaso histórico de nuestro país.
Volviendo a la situación electoral Presidencial de nuestra realidad, se puede considerar que la moneda aún no cae, está en el aire. Se puede afirmar categóricamente qué la persona que sustituirá en Los Pinos a Felipe Calderón Hinojosa, aún no se define legítimamente, todavía la incertidumbre se sigue  percibiendo en el ambiente.  Hay que subrayar que la legitimidad de toda elección, la da la transparencia con la que estas se “juegan” y se ganan y hoy, ni de chiste, ni de broma, podemos decir y afirmar que la hubo en estos comicios, al contrario, cada día que ha pasado desde el desarrollo del cómputo final de la jornada electoral indicada en líneas del inicio de este espacio, pues diariamente sale alguna novedad en los pocos medios informativos que hablan con crudeza y sin tapujos ni conveniencias políticas – económicas, que empañan y opacan más intensamente el “triunfo electoral” de Peña Nieto.
Si hay voluntad política en los que llevan el timón de este asunto,  las elecciones Presidenciales ya pasadas recientemente, y que hoy son tema de discusión, análisis, de preocupación y de ocupación, podrían llegar a tener un buen aterrizaje, tanto en lo social, como en lo político, toda vez, que a estás se les ubique y se les coloque en su exacta dimensión. El lapso de tiempo para ello, no debe ser un obstáculo, no debe ser un argumento como para arremedar la actitud del tío lolo o seguir la política del  avestruz, por qué de hacer esto, hipotéticamente se metería y  se conduciría al país en una dinámica social impredecible, posiblemente de consecuencias políticas y sociales inimaginables.
Los millones de votos obtenidos por el candidato de las Izquierdas, Andrés Manuel López Obrador, allí están, son de personas de carne y hueso, qué no se vendieron al mejor postor, son sufragios que no se deben de desdeñar, y que por tanto, deberán ser motivo de análisis serenos y concienzudos para ser tomados en cuenta en lo que se piensa hacer en el mediano plazo. 
Aunque habrá que decir, que la historia de nuestro país está llena de ambiciones y valemadrismos políticos, sociales, económicos, etc., de los qué real y verdaderamente llevan la batuta de la República mexicana, los qué permanecen ocultos, lo qué no dan la cara, pero son los que mandan.
En este contexto, ayer por la tarde, López Obrador dio una conferencia de prensa y dijo entre otras cosas, de acuerdo a SDP Noticias: “…“presentaremos juicio de inconformidad para llamar a la invalidez de la elección electoral”.
 “Proceder de otra manera sería renunciar a nuestros derechos elementales y equivaldría a apoyar la antidemocracia como sistema de gobierno en nuestro país”.
“Todo lo que haremos será en pleno derecho consagrado en la constitución. Siempre actuaremos por la vía pacífica. No daremos ningún pretexto para que los violentos nos acusen de violentos. No aceptaremos, eso sí, que la corrupción domine por entero la vida nacional”,
Allí mismo, anunció la creación del movimiento para la “Defensa de la democracia y de la dignidad en México”

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