MEMORÁNDUM

Por Gerardo Ruano Cástulo
*** Jorge Salgado Parra; el ejemplo del voto diferenciado.

El voto diferenciado fue un hecho en diferentes partes del estado. El séptimo distrito electoral federal es un ejemplo claro de esto. El PRD, llevando al mejor candidato, Jorge Salgado Parra, logró un triunfo impresionante y aplastante. Sin embargo, en las urnas locales, los municipios más grandes de esa demarcación fueron ganados por el PRI.
Así es. La ciudadanía del séptimo distrito electoral federal dio una muestra clara de que el voto diferenciado es toda una realidad en la política de Guerrero. Que la inercia del voto lineal es cosa del pasado. Hoy el ciudadano le apuesta más a las cualidades y virtudes de los candidatos, que a los desprestigiados partidos políticos, que dicho sea de paso, siguen estando secuestrados por pequeños grupos de poder.
El triunfo de Jorge Salgado Parra es un ejemplo claro de que la ciudadanía votó por las fortalezas del candidato, muy por encima de los posibles aciertos del PRD. Y tan es así, que en las elecciones locales, el PRI ganó en tres de los cinco ayuntamientos que conforman el distrito: Chilpancingo, Coyuca de Benítez y Quechultenango. Mientras que los del sol azteca se quedaron con Mochitlán y Tixtla.
Este caso exhibe lo yerros cometidos por un PRI, que al seguir secuestrado por los mismos de siempre, optó por un reparto de las migajas que sobraron de la derrota de enero de 2011, que ir en busca de un parte mayor del pastel en las elecciones concurrentes que acaban de pasar el domingo reciente.
Después de lo ocurrido aquél 30 de enero, se imponía un proceso de reencuentro y reconciliación al interior del partido tricolor. Muchos de los que desaprobaron la designación de Manuel Añorve Baños como candidato a Gobernador deseaban regresar a ese Instituto Político y les cerraron la puerta. La decisión de la cúpula, integrada por cuatro o cinco personajes, adherido a la ambición del ex alcalde de Acapulco, acaba por seguir hundiendo en una de sus peores crisis al PRI de Guerrero.
Jorge Salgado Parra deseaba mantenerse en el PRI. Hizo todo lo posible, y que estaba en sus manos, para tramitar su regreso al partido tricolor. Sin embargo, se esmeraron en cerrarle la puerta. Es más, hasta aducían que le habrían de ganar la diputación federal por más de seis puntos porcentuales.
Si el hoy ganador de los comicios del séptimo distrito hubiese sido candidato por el PRI, queda claro, demasiado claro, que parte de la historia en Chilpancingo habría sido diferente. El liderazgo del joven político quedo de manifiesto. Y la prueba más elocuente de esto, es que a pesar de que el partido tricolor ganó en tres de los cinco municipios que integran el séptimo distrito, su triunfo fue amplio y contundente, en apego a lo que decían los sondeos de opinión que se realizaron días antes de la jornada electoral.
La victoria de Jorge Salgado Parra es un ejemplo del voto diferenciado que se registra en Guerrero. La ciudadanía le apuesta más hoy a las fortalezas de los candidatos. De esta manera, y en virtud del panorama que se vislumbra enfrente, el joven político se consolida como el proyecto más rentable del PRD en la zona centro y concretamente en la capital del estado.
El PRI tuvo en sus manos la oportunidad de sumarlo en éstas elecciones y no lo hizo. En el PRD le abrieron las puertas y hoy la realidad y el futuro pintan de manera diferente para el partido del sol azteca. Esa es la cuestión.
Mensajes y comentarios:geruanoc@hotmail.com

No hay comentarios.:

Publicar un comentario