MEMORÁNDUM

 Por Gerardo Ruano Cástulo

*** En las urnas evaluarán trabajo de Beatriz Vélez Núñez

En México el tema de la llamada reelección se torna polémico. Se toma como modelo la frase atribuida a Francisco I Madero: “Sufragio Efectivo No reelección”. No se alcanza a vislumbrar más allá de un simple slogan. Y es que, si hoy nuestras leyes contemplaran figuras como el plebiscito y la reelección se evitaría la interrupción de programas y acciones. Se podría dar continuidad a las agendas, siempre y cuando, éstas fuesen aprobadas por la ciudadanía. En el caso de los sindicatos, la ampliación del periodo es una realidad. Los líderes que desean someterse a una evaluación más profunda de sus resultados pueden apostar por ir de nuevo a una elección. Muy destacable cuando se da en el terreno de las urnas, tal y como habrá de suceder en la sección 36 del Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Secretaría de Salud, en donde Beatriz Vélez Núñez, dando una enorme muestra de valentía, pone a disposición de sus representados, su trabajo para que ellos decidan si están de acuerdo en transitar por el mismo rumbo.

Así es. El tema de la ampliación del periodo en los sindicatos no es algo nuevo. Tal vez es cuestionado en las altas esferas donde prácticamente se han conformado cacicazgos. No sucede lo mismo en los estados, en donde no hay espacio para la imposición. La base trabajadora, en el caso de la sección 36 del SNTSA, será la que decida quién fungirá como su dirigente por los próximos tres años.  

La postulación de Beatriz Vélez Núñez, actual secretaria seccional, es un acto congruente con lo que se ha encontrado en los centros de trabajo. Sus representados le han expresado que desean la continuidad de los trabajos y que permanezca en la dirigencia quien posee una agenda donde los principales beneficiarios son los trabajadores. A diferencia de otros, que hoy buscan la dirigencia, dando señales de que sellarían compromisos con la autoridad, lo cual, en lugar de representar un avance, significaría un rotundo retroceso.

En lo particular, quien escribe ésta columna es partidario de la mal llamada reelección. Porque ese instrumento, puesto en manos de la ciudadanía, debiera servir para calificar o evaluar a los servidores públicos. En las democracias más avanzadas del mundo eso es lo más natural. En ese sentido, a quienes se inscriben en un proceso de sucesión para la ampliación de su periodo habría que reconocerles la valentía, al someterse al tamiz de las urnas.

En el caso de la secretaría de salud, tratándose de una dirigente que posee más del 70 por ciento de aprobación de su gestión, de acuerdo a las mediciones de estudios de opinión que se han aplicado en la sección 36, sería mezquino no dar oportunidad a la ampliación del periodo. En caso contrario, si se tratara de una dirigente desgastada y con escasos resultados, los trabajadores tendrían la oportunidad de cobrarle la factura.

Beatriz Vélez Núñez representa para miles de trabajadores del sector salud, la magnífica oportunidad de mantener un sindicato en donde las manos de la parte patronal queden excluidas. En donde la base trabajadora siga ocupando el primer renglón en la agenda. Por eso no es casual que durante su registro se haya visto una impresionante muestra de apoyo.    

Sus detractores, ante tan impactante muestra de fuerza, han optado prácticamente por una campaña de escaso nivel, en donde predomina la descalificación. Un síntoma inequívoco de que saben por dónde van las cosas. Y es que, si Vélez Núñez hubiese hecho un mal trabajo, de manera natural la gente estaría en su contra.

Sin embargo, lo que se ve en la sección 36, es la fuerte presencia de una líder, Beatriz Vélez Núñez, cuya fuerza radica en los resultados que ha entregado producto de su trabajo. Por eso la mayoría apuesta por la ampliación de periodo. Y tan es así, que ya desde ahora, se presagia un triunfo contundente para su causa. Lo cual, por donde se vea, será, al final de cuentas, una evaluación para su gestión sindical.   Esa  es la cuestión.

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