De Grilla, grillos y algo más

Que les cuento, la semana pasada fui a desayunar a mi restaurant favorito, “Margaritas”, ya saben después del cafecito, los deliciosos cup cake de zanahoria –de la casa–, y un fresco zumo de naranjas recién exprimidas, el mesero muy atento se acerca para tomarme la orden, y me pregunta: “señora, como le doy sus huevos?!”… sin pensarlo dos veces, le respondí, a seis meses sin intereses por favor! –por aquello de que no confío en que el precio se regularice en tres meses como anunciaron las autoridades, así que mejor los pago a seis meses, pa’ no tener que estar tronándome los dedos, de la mortificación, cada vez que me llegue el estado de cuenta de mi tarjeta–.
Y es que ustedes estarán de acuerdo conmigo en que ahora sí, un huevo te cuesta un huevo y con esta crisis, a la mayoría de los mexicanos su economía no les alcanza para comprar huevos, así que cuando les da hambre, literal, se tienen que morder un huevo y la mitad del otro. Neta que ahora sí se pasaron de huevos los productores del bajío, incrementando el precio del producto hasta en un 132 por ciento. Es verdad que tuvieron que sacrificarse cerca de 10 millones de aves infectadas con el virus de la gripe aviar, pero ni eso justifica el incremento de este producto pues según las autoridades de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA), las gallinas sacrificadas representan solo el 10 por ciento de las aves productoras de huevos, de todo el país. De niña, jamás me habría imaginado que algún día llevar a la escuela una torta de huevo sería sinónimo de estatus. A huevo, en la actualidad quien lleva una torta de huevo a la escuela son los hijos de papi, los que tienen varo, es otro nivel wey. Obvio, que los hijos de los trabajadores del ayuntamiento, de los bomberos, de los tránsitos, de los policías y de los trabajadores de aseo público, ni en sueños podrían llevar a la escuela una torta de huevo; y no precisamente porque los huevos estén tan caros como un kilo de carne, sino porque a sus papás no les han pagado su salario desde hace casi tres quincenas. Según a decir de algunos funcionarios, el retraso del pago se debe a que el Gobernador, Ángel Heladio Aguirre Rivero, nomas por sus huevos, no ha hecho llegar las participaciones al municipio. El viernes pasado, el personal de bomberos y algunos empleados del departamento de limpia, marcharon por las calles para exigir al gobierno el pago de las quincenas que les deben de su sueldo a la vez que pidieron el apoyo de la población para recaudar algo de fondos y tener un poco de dinero para llevarle de comer a sus familias; y es que debe ser muy doloroso y angustiante ver a tus hijos con hambre y no tener que darles de comer o peor aun que se enfermen y no poderlos atender porque no hay dinero para una consulta y medicamentos; pues pa’ acabarla de chingar a los empleados del ayuntamiento les dan consulta en el Centro de Salud, pero hace varios meses que no les proporcionan medicamentos –bueno dependiendo del rango del empleado, obvio, porque los de primer nivel se atienden en el Hospital Ángeles o en el Centro Médico ABC, de la ciudad de México–. Y es lógico que los hijos de los pobres bomberos jamás entenderían si les explican, que ellos deben pasar hambres y sufrir enfermedades para que los hijos de los jefes de sus papás se vayan de campamento a Canadá, de vacaciones a Cuba y a ver jugar a los Pumas al estadio CU o de fin de semana a Acapulco, para asistir al concierto de algún artista de moda. De verdad, yo tengo mis dudas al respecto de que la falta de pago a los trabajadores se deba precisamente a ese asunto de que no le han llegado las participaciones al gobierno municipal, pues el municipio capta recursos a través del pago del impuesto predial; matrimonios, defunciones, registros y expedición de actas de nacimiento; multas, permisos y expedición de licencias de conducir; permisos de construcción, y multas, permisos, refrendo y expedición de licencias de funcionamiento; si es verdad que al final de las administraciones muchos personas ya no pagan algunos impuestos o servicios, pues prefieren pagarlos a la siguiente administración, pero de que siguen ingresando recursos a las arcas municipales, claro que sí. Nada menos que hace cosa de unos 10 días, yo me encontraba en la caja general –acompañando a una amiga que fue a realizar su pago de predial–, justo en el momento en que la secretaria de la oficina de Reglamentos ingresó a la caja general el pago, con un cheque, por la cantidad de 151 mil pesos, por concepto de una licencia de funcionamiento de una de las sucursales de una tienda de conveniencia de una importante cadena, en esta ciudad. Cantidad con la cual se habría podido cubrir una quincena de la nómina de bomberos, que es de 151 mil pesos. Pero algo sucede que el dinero ingresa a la caja y tal pareciera que no llega ni a las cuentas bancarias del ayuntamiento, pues de otra manera no se puede explicar que le deban casi tres quincenas a los trabajadores del ayuntamiento y cuatro a los directores y subdirectores. Pero eso no es todo, porque en las últimas dos semanas el tesorero, el sindico y el alcalde suplente han estado fuera de la ciudad –Acapulco-Cd. De México-Chilpancingo–, precisamente gestionando recursos para resolver el problema de la falta de pago de la nómina, y si ellos no están, entonces quien desaparece el dinero de las cuentas bancarias del ayuntamiento? Como dijo “don Tiofilito”, ya veremos cómo termina todo este asunto. Ahora sí empiezo a creer en eso de que nunca está más oscuro que cuando va amanecer y nuestro amanecer será la administración de mi Potri. Ya ven que él con su pura sonrisa ilumina el universo entero, este último fue comentario de mujer perdida.

2 comentarios:

  1. que pasa con los comentarios? no los publican rapido, y muchas veces ni los publican.
    asi van a estar?

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  2. no pusi Q padre vida lleban los hijos de los ejecutivos

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