FORO POLITICO

Por Salomón García Gálvez
“#Yo soy el presidente de México”.

Muy riesgoso, bastante peligroso, el plan desestabilizador emprendido por el ex candidato presidencial, Andrés Manuel López Obrador, en su enfermizo afán para que su ex contrincante, Enrique Peña Nieto, no asuma la Presidencia de la República. El plan desestabilizador anti-peña-nieto, ya está en marcha: Se trata de paralizar la economía del país. Miles de trabajadores corren el alto riesgo de perder sus empleos y miles de familias también corren peligro de quedarse sin techo, pan y sustento. Tal vez podría tener razón López Obrador, al argumentar que miles de ciudadanos “vendieron su voto” al recibir las famosas tarjetas-monederos de la tienda Soriana, pero existe una interrogante: ¿cómo demostrarán que la gente utilizó las tarjetas y votó a favor del PRI y en contra del PRD? Posiblemente muchos que recibieron los plásticos votaron por Andrés Manuel.
López Obrador, tiene una gran fama de perdedor crónico, luego que fue derrotado en su natal Tabasco por su enemigo y ex adversario Roberto Madrazo quien ganó esa gubernatura. Andrés Manuel –ex líder estatal del PRI en Tabasco-, bloqueó pozos petroleros, realizó marchas y todo tipo de movilizaciones para impedir que Madrazo asumiera la gubernatura tabasqueña. No logró su objetivo y Madrazo se sentó en la silla.
López Obrador, jamás supo construir un sólido liderazgo en Tabasco, pero su venganza fue más allá: trató de imponer gobernador perredista en esa entidad, pero Madrazo fue más inteligente y le volvió a ganar con su ex candidato, Eduardo Andrade, hasta en dos ocasiones porque esa elección se repitió.
Años más tarde, Andrés Manuel fue postulado como candidato presidencial por el PRD, y volvió a perder ante el aspirante panista Felipe Calderón Hinojosa. López Obrador, encabezó un repudiable plantón indefinido en la Avenida Reforma, con lo cual le dio un golpe de gran impacto a la economía del D.F.
Lo demás, ya todos lo saben: en una ridícula ceremonia, se autonombró “Presidente Legítimo”, y se colocó una banda presidencial tricolor. A Felipe Calderón, durante varios años lo llamó “Presidente Espurio”.
Casi en la víspera de la reciente sucesión presidencial, por órdenes del Peje, sus principales esbirros (Ricardo Monreal, el mismo que vino a festinar el triunfo de Zeferino en Guerrero) presionaron a los panistas para que apoyaran al PRD y se desconociera el triunfo del ahora Presidente Electo, Enrique Peña Nieto. Los panistas, mandaron al diablo a los perredistas.
Parece que López Obrador ha perdido el juicio, pero eso no es cierto: actúa de manera perversa, cínica y sin escrúpulos, y no tiene empacho en exigir la anulación o invalidez de la reciente elección presidencial, y hasta se da el lujo de ordenarles a los consejeros del IFE y a los magistrados del Trife, que le den su apoyo para que se nombre a un “Presidente Interino”, por un periodo de 18 meses. ¿Qué priista o perredista ya ambiciona la silla presidencial, sin haberla ganado en las urnas? Nombres y ambiciosos, sobran y hasta se frotan las manos.
Lo cierto es que el electorado nacional ya decidió –por mayoría de votos- quien debe ser el próximo Presidente de la República, y ese personaje se llama Enrique Peña Nieto, quien le ganó en las urnas a su ex adversario López Obrador por un margen cercano a los cuatro millones de votos. Palo dado, ni quien lo quite.
Sin embargo, la rabiosa campaña emprendida por Andrés Manuel continuará en ciertas partes del país, principalmente donde el PRD tiene presencia, como el Distrito Federal, Oaxaca y otros lugares donde cuenta con células radicales quienes andan como hienas hambrientas para ver qué les toca (ganar) a río revuelto.
Los priistas –por prudencia- aún no han salido a las calles para manifestarle públicamente su respaldo a Peña Nieto, pero en su momento lo harían. La consigna del PRI sería: “#Yo soy el Presidente de México”.
La última puntada que se le ocurrió al perderor López Obrador, fue declarar lo siguiente: “Enrique Peña Nieto, no podrá sentarse en la silla presidencial, porque el pueblo de México no lo quiere”. Entonces, si al priista no lo quiere la gente, ¿por qué obtuvo 19 millones de votos, y Andrés Manuel sólo 15 millones de sufragios?
SECUESTRO MUY LAMENTABLE.
Luego de confirmase el secuestro del alcalde con licencia de Tecpan de Galeana, Nadín Torralba Mejía, infinidad de ciudadanos no sólo de la costa grande sino del resto del estado, lo primero que piden a sus plagiarios es que le respeten la vida al político priista, quien ha tenido una limpia trayectoria.
Como ex líder estatal del Suspeg, Torralba Mejía, apoyó a miles de agremiados y logró buenas conquistas para todos, sin distingos; y como alcalde de su natal Tecpan de Galeana, su gestión fue positiva y de total respeto a sus conciudadanos, sin ver filiación política, ni religión o credo.
Resulta muy lamentable el plagio del ex candidato del PRI a una diputación local, y por diversos medios de comunicación un gran número de guerrerenses les piden a los secuestradores que le respeten la integridad física y la vida al profesor Nadín Torralba Mejía. Se espera que el alcalde tecpanense con licencia, retorne pronto a su hogar, sano y salvo.
(PER) VERSIONES.
En corrillos políticos se comenta que si el Tribunal Estatal Electoral (TEE), o en su caso el Trife, le regalan tres diputaciones plurinominales al PRI (para Verónica Muñoz, Héctor Apreza  y Yolanda Armenta), sería tanto como darle una bocanada de oxígeno a un grupo político rancio y caciquil que aún se siente dueño del tricolor, al que mucho daño le hace… Punto.
salomong11@hotmail.com salomong11@yahoo.com.mx.

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