LA RUEDA DE LA FORTUNA

Por Alfredo Sarabía
Contaminación del río Atoyac (II).

La carencia de una cultura ecológica, ha sido escudo de muchos presidentes municipales del municipio de Atoyac de Álvarez, para cerrar los ojos ante las causas que hoy nos tienen padeciendo a los atoyaquenses, ante la contaminación que se siente y se vive, de las aguas del río Atoyac. Lo único que me anima en manifestar esta grave y criticable por la que está atravesando el citado caudal, que es vox populi, es la de hacer conciencia en los gobiernos de los tres niveles, tanto el gobierno Federal, el gobierno Estatal y principalmente el gobierno municipal.
La indolencia, la apatía y el soslayo, deben quedar en letra muerta para futuros alcaldes municipales de Atoyac de Álvarez, y obviamente la lista la inicia el nuevo ayuntamiento, que encabezará, Edilberto Tabares Cisneros.
La alternativa para remediar la contaminación del río, existe, todo es cuestión  de tener tres factores determinantes en toda empresa: Voluntad, Disponibilidad y Capacidad. Además del dinero del presupuesto, obviamente. La carencia de ellos en las autoridades involucradas en esta situación, solamente se prolongarán los elementos nocivos que menguan la salud de los de a pie, sobretodo este sector de la población que constantemente hace uso de estas aguas corcomidas por el desdén y valemadrismo de todos, incluyendo a los gobiernos de los tres niveles, pero recayendo más altos los índices de responsabilidad, en el Municipio.
Por lo que se ha visto hasta ahora, esta situación anómala e irregular a todas luces, no les ha preocupado, mucho menos ocupado, lo suficiente a los que trabajan temporalmente como Alcalde municipal, para ponerse bien, pero bien las pilas, que enfrenten con seriedad y responsabilidad este problema ecológico que nos aqueja, que nos permea y corroe pausadamente en nuestra salud.
Tocante a este asunto del río, a ningún candidato para presidente del municipio atoyaquense, se le escuchó decir en sus peroratas públicas, qué hacer ante el problema en cuestión, que como ya se dijo en la columna anterior, y lo repito, la contaminación de las aguas del río Atoyac: “existen muchas familias que habitan cerca del paso del río rumbo al mar, en una decena de comunidades rurales y de una cabecera municipal de otro municipio, que tiene que seguir padeciendo esta situación”.
En el actual presupuesto del Ayuntamiento de Atoyac de Álvarez, no figura ni de chiste, una “partida” indicadora que den elementos plausibles que encuentren acomodo para desbaratar esta fregadera que nos ocupa y nos seguirá ocupando. Habrá que subrayar, que este tema, por ahora es inagotable, hasta en tanto se mire una distinta situación que cause  beneficios de la gente que se ve cotidianamente afectada.
¿De qué comunidades rurales hablamos?  Del Ticuí, del Humo, de Boca de Arroyo, de Corralfalso, todas pertenecientes al municipio atoyaquense. Igualmente están en esta desventaja, San jerónimo (cabecera municipal del municipio vecino al de Atoyac: Benito Juárez) y sus comunidades rurales, Arenal de Gómez, Arenal de Centro y Arenal de Álvarez y La Hacienda de Cabañas.
De allí que el nombramiento titular en la Dirección o Secretaría de Ecología municipal, deberá reunir el perfil académico y con las cualidades anotadas anteriormente, para que así, se le agradezca el trabajo que va a tener a cuestas, pues lo señalado en este espacio, solo es una parte de la inmensidad de cuestionamientos ecológicos con los que lidiará administrativamente….HASTA PRONTO.

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