Termómetro

Por Guillermo Angón

* Se recuerda en Ayotzinapa al maestro Waller Huesca
* En suspenso designación de consejeros electorales
* Gral. Enrique Angón Lacunza fue nuestro bisabuelo

VUELVEN A la carga los de Ayotzinapa. Para la sociedad, definitivamente que no debe prevalecer la mal llamada alumnocracia en ningún plantel educativo y menos en centros de estudios donde ingresan alumnos de escasos recursos económicos para formarse con los presupuestos del pueblo, como es el caso de la normal de Ayotzinapa donde impera una especie de mafia, que no permiten a las autoridades educativas del plantel y otras de distinto nivel, operar o simplemente hacer valer la autoridad, para obtener más y mejores frutos en lo administrativo y académico… 

ES INACEPTABLE que ciertos estudiantes, conocidos como ayotzinapos, pretendan imponer sus decisiones, contrariando con ello las disposiciones normativas y la plena libertad y derechos que les asisten a los estudiantes de nuevo ingreso, de prepararse como futuros maestros al servicio de la educación. La normal de Ayotzinapa no debe caminar en esa ruta para convertirse en un centro de concentración para la tortura y sometimiento por medio de la fuerza bruta a jóvenes de nuevo ingreso, para luego convertirlos en carne de cañón para fines perversos, que no son el de la cultura y la ciencia de la educación. Permitir torturas físicas y psicológicas a jóvenes de nuevo ingreso, a más de consentir que se continúe dando pie a que los dirigentes estudiantiles hagan lo que les viene en gana, aunque todo esto sea al margen de la legalidad, será como permitir que la tolerancia de la autoridad educativa sea menospreciada, cuantas veces lo decidan…  DURANTE EL corto tiempo de nuestra estancia, cuando el director de la normal de Ayotzinapa era el siempre bien recordado, caballeroso profesor y ameritado formador de juventudes Waller Huesca, todo ahí era atención y respeto para el plantel y para los maestros; había disciplina para estudiar y realizar trabajos de campo, para aprender la siembra de varios cultivos en los propios sembradíos de la ahora mal conducida, nuestra muy querida Normal de Ayotzinapa. En aquellos tiempos era un prestigio y una gran distinción, a más de un gran logro ser aceptados en la aulas de Ayotzinapa, estudiar la secundaria y ahí mismo continuar la profesional para ser maestro normalista de enseñanza rural; había suficiente comida, deportes, viajes de estudios por varias partes de la república; el PRE, especie de becas. Recuerdo con aprecio, a varios de mis paisanos tlapanecos y de la montaña, que como dirigentes se apersonaron con mucho respeto ante las autoridades de la escuela a fin de que se nos permitiera ingresar a varios adolescentes que proveníamos de la ciudad de Tlapa; jamás se procedía con gritos, altanerías o con exigencias irracionales…  ACTUALMENTE EN este plantel, existe una marcada falta de respeto para las autoridades de la SEG y de paso de consideración para el gobernador AAR, quien consta, ha puesto sus mejores esfuerzos y voluntad para que la escuela forjadora de promisorios mentores, tenga las mejores condiciones para su formación profesional; esas deslealtades de parte de dirigentes que distan mucho de querer ser promotores del ABC, se han comportado como todo, menos como estudiantes; desagradecidos y desleales con el gobernante que lo único que desea es trabajar de tiempo completo para todos y con todos los de este solar patrio…  COMO YA nos estamos yendo largos y tendidos con aquello, mejor les pasamos al costo que todo parece indicar que no cuajará el trafique y la deshonestidad con la cual se pretendía designar consejeros del IEEG y magistrados del TEG. Con la intervención de la autoridad federal, muchos de estos se quedarán chiflando en la loma, sobre todo quienes ya habían sido palomeados para aportar sus 300 mil pesos para la compra, bajo lo oscurito, de las pruebas de admisión. Entre los corruptos y corruptores, también hicieron su aparición supuestos académicos de la UNAM, practicando la valoración a los propuestos por algunos mercaderes del PRD como Faustino Soto Ramos, actual presidente del Congreso Local, donde brillaron por tres años las iniciativas de ley en favor del pueblo de Guerrero. Corresponderá pues, a la próxima legislatura lanzar una convocatoria libre de vicios, para la inscripción de nuevos aspirantes a consejeros y magistrados electorales, que tengan la virtud de cumplir sus funciones para educar al pueblo en cuanto a ejercer su derecho al voto…  MUCHOS TELEFONEMAS hemos recibido en la redacción de Termómetro, en el sentido de aclarar cuál es el parentesco que nos une con aquel soldado de la patria, Gral. Enrique Angón Lacunza, conocido también en los anales de la historia como el Héroe de la Palabra de Honor, quien a temprana edad se alistara como miliciano al igual que sus paisanos los Galeana de Tecpan, al lado de Morelos para luchar en favor de la independencia nacional; después en contra de la intervención francesa y luego para instaurar un gobierno soberano, liberal y republicano, a través de las Leyes de Reforma. En torno al tema se hace del conocimiento a los miles y miles de lectores de este su diario favorito, que el Gral. Angón y su esposa doña Joaquina Rea Bravo, nieta del insigne insurgente don Leonardo Bravo y sobrina del magnánimo Héroe del Perdón Gral. Nicolás Bravo Rueda; fueron nuestros bisabuelitos…  ESPERAMOS CON esto, haber despejado la inquietud por aquello del apellido Angón por un lado y por otro, sabiendo que existe un craso error, no de la historia, sino de algunos escritores, es menester hacer hincapié, para aclarar que los Bravo no fueron de Chichihualco, ya que en ese lugar sólo tenían sus tierras de labor, siendo todos originarios de la ciudad de Chilpancingo. Los padres de los Bravo fueron el español don Joseph Bravo de la Fuente y doña Luisa de la Cámara Enciso, avecindados en Chilpancingo y propietarios de la hacienda de Chichihualco.