Caso López Rosas, o ¿Intereses políticos?
Explicablemente, el Congreso del estado de Guerrero, abrió las puertas al juicio político en contra de Alberto López Rosas y Ramón Almonte Borja, ex – procurador de Justicia y ex – Secretario de Seguridad Pública de la entidad, respectivamente, por los hechos violentos del pasado 12 diciembre, en el que murieron cobardemente asesinados dos estudiantes de la Normal de Ayotzinapa. De encontrarles responsabilidad en la anterior situación, los diputados locales estarían cerrándole “el paso” legal a los ex – funcionarios perredistas, de toda participación política en el Gobierno estatal, municipal o federal o participar en algún puesto de elección popular.
Estarían pues, imposibilitados a participar en cualquier elección en los próximos años, no sabríamos la precisión del tiempo, si es que, repito, se les encuentra culpabilidad en esa cuestión que ha tenido eco nacional, pero si sabemos que las elecciones más cercanas a nuestro tiempo, es la elección que se van a realizar dentro de dos años y medio, o sea, en el 2015, en la que se renovarán presidentes municipales, diputados federales y locales y así mismo, al gobernador del estado de Guerrero.
Luego entonces, se puede afirmar categóricamente, que estos amigos, verían de lejos, el desarrollo de esas elecciones indicadas y vaya usted a saber, si también son convidados de piedra para las elecciones del 2018. Pero mejor no adelantemos juicio, sabiendo que no hay elementos legales que prueben responsabilidad de los ex – funcionarios estatales señalados, ¡No la hay! Pero como estamos en México y Guerrero no es una ínsula, se podría esperar una situación contraria a la lógica y hacia las razones. Esto último tendría muchas probabilidades, pues el sesgo de la Justicia, es frecuente que se observe y sobre todo cuando hay interés políticos ocultos, oscuros y escondidos la opinión públical.
Podemos pensar que detrás de todo este enredo del caso de Ayotzinapa, en donde quieren perjudicar “a toda costa” al ex procurador López Rosas, está el Ayuntamiento de Acapulco y claro, para “taparle el ojo al macho” se llevan “entre las patas” a el ex – Secretario de Seguridad Pública Ramón Almonte Borja.
Así, teniendo éxito el Juzgamiento de la Cámara Local, allanaría el “camino” para llegar a conducir al municipio acapulqueño, a los juniior que están nadando denodadamente por llegar al puerto. Me refiero a los diputados Rubén Figueroa Smutny y a Ángel Aguirre Herrera, ambos son hijos de Rubén Figueroa Alcocer y del gobernador Ángel Aguirre Rivero, respectivamente.
El “pleito” recientemente protagonizado entre Figueroa Jr. Y Manuel Añorve, se entiende y se explica dentro del enjuague antes mencionado, pues para nadie es un secreto de las intenciones de Rubén Figueroa III de querer ser el próximo presidente de Acapulco, como el mismo lo ha dicho y ratificado por las condiciones políticas y de logística tendidas ac doc para conseguir su propósito personal.
Algo similar se podría decir de Angelito, donde las redes para llegar la Presidencia del puerto de Acapulco, ya se empezaron a tejer, la idea sería despejarle el camino dentro del PRD, para que este llegara incólume a la candidatura perredista, donde los ex –funcionarios estatales defenestrados, no tienen cabida y principalmente Alberto López Rosas y si no, al tiempo….HASTA PRONTO.
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