Los retos de la izquierda y el PRD

Acapulco, Gro., a 02 de diciembre del 2012.- El diputado federal Sebastián de la Rosa Peláez urgió al gobernador Angel Aguirre Rivero a dejar de lado las acciones populistas que “no resuelven la pobreza y la marginación del estado”, y que a cambio incentive la inversión en los sectores que generan el ingreso estatal, como lo son el turismo y la actividad empresarial local, y a que atienda y resuelva las demandas de servicios en la ciudades. Enfático, le pidió que emprenda, “ya, acciones profundas que ataquen la raíz de la pobreza y la marginación que vive el campo guerrerense y la comunidades indígenas, porque ahí es donde radica la mayor desigualdad y porque los problemas que se tiene en las ciudades se generan por la migración de la gente del campo”.


Los llamados del legislador federal al Ejecutivo estatal fueron en el marco de la inauguración del Congreso Estatal de la corriente perredista Nueva Izquierda (NI), evento ocurrido este domingo en la ciudad y puerto de Acapulco y al que acudieron más de 300 delegados de todas las regiones del estado, y en calidad de invitados especiales los dirigentes de las corrientes Grupo Guerrero, David Jiménez Rumbo; de Nueva Mayoría, Evodio Velázquez Aguirre, y por el Movimiento Jaguar, Faustino Soto Ramos. También acudió el dirigente estatal del PRD en Guerrero, Carlos Reyes Torres, y el presidente del Consejo Estatal, Ilich Lozano Herrera; los presidentes municipales de Iguala y de Juchitán, José Luis Abarca Velázquez y Demetrio Guzmán Aguilar, respectivamente; el diputado federal y nuevo integrante de NI, Vicario Portillo Martínez; por el Congreso del Estado el presidente de la Comisión de Gobierno, Bernardo Ortega Jiménez, y los diputados Luisa Ayala Mondragón y Víctor Salinas Salas, El Rector de la Universidad Intercultural, Rafael Aréstegui Ruiz, así como los secretarios de Salud, Lázaro Mazón Alonso; de la Mujer, Rosario Herrera Ascencio y de Asuntos Indígenas, Filemón Navarro Aguilar, entre muchos otros funcionarios estatales y municipales, síndicos y regidores. En un discurso pausado pero con firmeza de voz, el diputado Sebastián dijo a sus compañeros de partido que están fungiendo como funcionarios del gobierno, que “si seguimos haciendo lo mismo, obtendremos lo mismo; y Guerrero requiere mucho más que lo mismo.

“Queremos un gobierno que acabe con la corrupción en la impartición y la procuración de justicia, que vaya a fondo con una reforma educativa y otra del sector salud, que convierta a los cuerpos policiacos en instituciones amigables a la sociedad y dejen de ser de quienes más nos cuidemos; un gobierno que haga de los funcionarios públicos, seres humanos al servicio de la sociedad, que respeten y promuevan los derechos humanos, que busque crear ciudadanía para reconstruir el tejido social; ésa es la característica que queremos del gobierno de izquierda de Guerrero. “En eso, Nueva Izquierda se compromete a trabajar y en eso el gobierno de Guerrero contará con todo nuestro respaldo; en otra dirección, nos tendrá exigiéndole enderezar el camino”, expresó contundente. Dirigiéndose a los líderes del partido, les dijo: “Con toda fraternidad, los invitamos a poner toda su experiencia y capacidad, su compromiso social, su sensibilidad humana, que sé que la tienen, en beneficio de una nueva práctica política que responda a nuestra definición y militancia de Izquierda. Hagamos el compromiso conjunto de transformar nuestra sociedad, no nuestra condición personal. Sé que podemos hacerlo”. Llamó a hacer del PRD un verdadero partido de la izquierda, que represente al conjunto de la sociedad mexicana, en su más amplia pluralidad y diversidad, comprometido a luchar contra la pobreza en que viven millones de mexicanas y mexicanos, para terminar con las enormes desigualdades económicas y sociales. Agregó que se necesita “un partido renovado, que rescate los principios fundamentales de la izquierda y la lucha de clases, pero sin dogmatismos ideológicos; al contrario, que sea incluyente, amplio y plural; que integre a todas las izquierdas, los demócratas y progresistas, a las organizaciones sociales de todos los sectores de la sociedad, que concite por su práctica la participación de los intelectuales, de los artistas, los jóvenes y las mujeres, los obreros y la de todos los sectores sociales que aspiran y luchan por cambio social para mejorar sus condiciones de vida”. Haciendo de lado la polémica, dijo que “partido-frente o partido único, es lo menos importante; es la conducta y práctica cotidianas de quienes lo integramos, lo que determina el resultado de los logros partidarios en la búsqueda de la transformación a la que aspiramos. Ajustemos la línea política, sí; ajustemos nuestra estructura organizativa, también, pero cambiemos nosotros para alcanzar nuestra aspiración de cambiar este sistema que somete a la sociedad al interés y voluntad de unos cuántos”. Manifestó que es necesario abrir las puertas del partido para que todas y todos los ciudadanos que quieran afiliarse, puedan hacerlo sin más trámites ni requisitos, pero cuidando que quienes ingresan no sean personajes vinculados a la represión de los movimientos sociales, a la corrupción y al crimen organizado. Sobre el retorno del PRI En el inicio de su discurso, Sebastián de la Rosa expresó que apenas 24 horas antes, México inició una nueva etapa: el retorno de la corrupción, el centralismo del poder y el autoritarismo, refiriéndose a la toma de posesión del presidente Enrique Peña Nieto. Señaló que México vive una situación política delicada ante el retorno del PRI al gobierno de la república y su alianza con el PAN, lo que significa la criminalización del movimiento social y el sometimiento de la clase trabajadora. “Para ello han iniciado con dos reformas que consideran estratégicas: la laboral, que precariza la calidad de vida y las condiciones laborales de los mexicanos, y la de la Ley Orgánica de la Administración Pública, que recrudece la centralización del ejercicio del poder en dos secretarías de Estado. Esto significa la consolidación del sistema neoliberal, que ha hecho de México, un país de grandes desigualdades sociales, dividido en dos, el del Norte y del Sur. El del Norte, favorecido por la acción del gobierno, en el que se asientan los grandes monopolios agroindustriales, generador de la riqueza de unos cuántos, y el del Sur, olvidado de la acción del gobierno, generador de la pobreza y la marginación, donde la gente padece de falta de alimentos, de salud, educación, empleo, vestido, y además sufre el flagelo de la inseguridad”, expresó. El papel de la izquierda Recordó que en materia electoral la izquierda mexicana y sus partidos han avanzado, pues dentro del mapa político gobiernan parte del centro y todo el sureste mexicano, destacando en tres periodos consecutivos el Distrito Federal, y notorio es su crecimiento en varias entidades federativas del Norte. Señaló también que en materia de democracia y derechos humanos, ha sido la lucha constante de la izquierda mexicana y particularmente del PRD, lo que ha generado que hoy tengamos mayores libertades políticas y mejores condiciones en democracia electoral. Sin embargo, agregó, no se perciben los mismos avances en materia de desarrollo social. Datos oficiales de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), señalan que del 2006 al 2010 la pobreza en México aumentó del 35 al 46%; lo que “significa que nuestra lucha, en este aspecto, no ha podido contrarrestar las efectos del neoliberalismo”. “Esto es porque la izquierda y el PRD hemos cometido errores que no nos han permitido alcanzar los objetivos de transformación a los que aspiramos; por lo tanto, reconociendo que existen factores difíciles de derrotar, es necesario revisar nuestra práctica política cotidiana, revisando el papel que juegan nuestros gobiernos y nuestros representantes populares, y nuestro papel como dirigentes”, reflexionó. Haciendo su propia definición de la izquierda, dijo que és la que con su acción política y de gobierno, combate todo tipo de desigualdades para erradicarlas; reconoce, respeta y amplía los derechos humanos, y en la toma de decisiones se respeta el derecho de las mayorías y las minorías, sin que estas últimas sean sometidas, sino incluidas. Se dijo convencido de que “esto es lo que no estamos haciendo en el ejercicio del poder público; cuando estamos en los congresos no existe una agenda legislativa conjunta y única, que promueva leyes o reformas que busquen acabar con las desigualdades o para ampliar los derechos humanos. Cada uno, cada grupo, o cada partido, tiene su agenda propia”. En conclusión, señaló que los gobiernos estatales y municipales de izquierda, a excepción del Distrito Federal, repiten los esquemas del sistema político neoliberal que propician las grandes desigualdades económicas y sociales que generan la marginación y pobreza de la mayoría de los mexicanos, lo que hace que la ciudadanía no distinga la diferencia entre el gobernar de la izquierda y el de la derecha. “Por eso, para Nueva Izquierda el reto es que el PRD, a través de sus gobiernos y legisladores, impulse las acciones para alcanzar el desarrollo social y económico equilibrado, que genere igualdad para todos y para todas en todos los aspectos. De lo contrario, no tiene caso ser de nueva izquierda. “Compañeras y compañeros, si coinciden conmigo en que la lucha es terminar con las desigualdades para construir una sociedad más igualitaria, con justicia y sin discriminación; entonces hagamos el compromiso de cambiar iniciando nosotros, desde Nueva Izquierda. Sólo así tendremos autoridad para pedir e impulsar el cambio en el partido”, concluyó.

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