*** Apuesta Toño Gaspar a elevar calidad metal de la gente
La temporada es ideal para percatarnos de la incomodidad que genera ser parte de la manada. Muchas quejas escuchamos por los elevados precios que los comerciantes imponen en nombre del amor y la amistad. Si en verdad están molestos, ¿Por qué seguir esa aventura y ser parte de toda esa vida ficticia, cuando existen 365 días del año para dar lo mejor a quienes más se quiere? Por eso, debe valorarse en su justa dimensión el trabajo de quienes hoy impulsan una nueva cultura del desarrollo humano, como es el caso del diputado local, Antonio Gaspar Beltrán, actual presidente de la mesa directiva del Congreso de Guerrero.
Así es. La constante en las fechas que se han aceptado socialmente como importantes, es que se caracterizan por la voracidad del comercio. Eso genera demasiada incomodidad, en gran parte de quienes gustan adquirir productos de la temporada, para dar algún obsequio a las personas que estiman o aman. Las críticas llueven sobre los comerciantes y se pide el auxilio de una dependencia inoperante como lo es PROFECO, cuando en el fondo del asunto, la solución está dentro de cada persona.
En manos de cada uno, está el decidir si desea seguir viviendo en ese mundo ficticio y mantenerse como víctima de las circunstancias. A eso apuestan quienes hoy promueven una cultura diferente, en donde se busca que el ser humano se desarrolle plenamente y libre de muchas situaciones que hoy le ahogan y no le permiten respirar con comodidad.
Un personaje político que le está apostando a ésta nueva cultura, del desarrollo humano, es el diputado Antonio Gaspar Beltrán, lo cual, por donde se vea, es una excelente noticia, ya que, hablando de la temporada, más allá de que la gente piense en un 14 de febrero, como el día del amor y la amistad, se debe fortalecer la visión de que todos los días son importantes para disfrutarlos con nuestros seres más queridos. Cuando se vive de manera diferente todos los momentos son especiales y no se tiene que ser rehén de los comerciantes y mucho menos del mundo ficticio que está enfrente de nosotros.
El que Antonio Gaspar Beltrán le esté apostando a elevar la calidad mental de las personas es algo que podría generar demasiados cambios positivos. Una despensa puede servir para calmar el hambre unas horas, pero una mentalidad de mejorar y hacer cosas importantes puede elevar la calidad de vida de la gente. Por eso es destacable la existencia de quienes promueven está nueva forma de ver la vida.
La obra del diputado se puede palpar en las colonias populares y en instituciones educativas, en donde su grupo de apoyo promueve los valores y un cambio de mentalidad, en aras de que se transite hacia un estado de vida mejor, en donde la armonía sea el principal ingrediente.
La solución está dentro de cada uno, eso es lo que profesan éste tipo de grupos, cuya labor es importante en los tiempos de crisis que se están viviendo, y cuyas repercusiones se ven en estas temporadas, donde lo que menos abunda es amor y amistad, sino abusos, excesos y hasta cinismo.
La gente es víctima de las circunstancias que el mundo ficticio genera. La realidad es que se puede vivir de manera diferente. Por eso hay que darle el reconocimiento a quienes trabajan en esa ruta por mejorar la calidad metal de las personas. Éxito al diputado Antonio Gaspar Beltrán y su equipo de colaboradores. Esa es la cuestión.
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