MEMORÁNDUM

Por Gerardo Ruano Cástulo
*** ¿Manlio quiere poner orden? ¿Comenzar por Añorve?

Después de la candidatura por la presidencia de la república, una de las cosas que más habrán dolido al hoy coordinador de los diputados federales del PRI, Manlio Fabio Beltrones, es la derrota estrepitosa de su pupilo Manuel Añorve Baños, a quien tiene bajo su regazo en San Lázaro, protegiéndole después del desastre que dejo en el Puerto de Acapulco.

Así es. Con muchos puntos por delante que tenía el PRI sobre el PRD, luego del pésimo trabajo del ex gobernador Zeferino Torreblanca Galindo, Manlio Fabio Beltrones, al parecer, ya se frotaba las manos ante un inminente triunfo de su candidato Manuel Añorve, a quien impusieron por encima de la voluntad de las bases tricolores y el clamor popular. Y los guerrerenses le dijeron que no en las urnas. De una manera contundente y con un triunfo histórico del hoy Gobernador Ángel Aguirre Rivero.

La derrota de Manuel Añorve, hay que decirlo, también debe haber significado un duro golpe para el hoy coordinador de los legisladores federales del PRI. La entidad suriana hubiese sido un bastión importante en sus aspiraciones, por lo que podría aportarle política y económicamente. Ese es el juego del poder.

Por eso tal vez, el Gobernador de Guerrero, luego de las críticas y señalamientos de Manlio Fabio Beltrones, ante el surgimiento de los grupos de autodefensa, lanzó aquella frase de que “sigue respirando por la herida”, en clara alusión al dolor que pudieran haberle causado las derrotas políticas que ha sufrido, entre ellas la gubernatura de Guerrero.

Al margen de los intereses políticos del coordinador de los diputados federales del PRI, llama la atención su discurso a favor de la eficacia. A tal grado de exponer que si los gobernantes no pueden con el problema de la inseguridad en sus estados, que prácticamente consideren la posibilidad de separase del encargo. Palabras más, palabras menos, el caso es que, si verdaderamente está interesado en el orden, la seguridad y la eficacia, bien podría comenzar por su vástago Manuel Añorve Baños, quien encabezó una de las peores administraciones del municipio de Acapulco.

Si realmente fuese defensor de la eficacia gubernamental, Manlio Fabio Beltrones debió ser el primero en pronunciarse en contra de que el ex alcalde porteño fuese promovido a una diputación federal, luego de que despertara el ánimo de los acapulqueños con aquello del Acapulco de diez,  para que a medio camino abandonara el barco y cerraran un gobierno municipal dando lastima y entregándolo al Movimiento Ciudadano.

Los hechos hablan de la escasa calidad que tiene Manuel Añorve. Y después de lo que hizo en Acapulco, lo menos que debió haber pedido un político del nivel de Manlio Fabio Beltrones, amante de la eficacia, es no solamente que dejaran fuera de las candidaturas a su pupilo, sino que se mantuviera al margen de la actividad política, en donde tiene muy poco por hacer.    

Y lo peor del caso, es que los señalamientos del coordinador de la bancada tricolor parecen ir en el sentido de mantenerse en la lucha por la gubernatura de Guerrero, que otra vez estará en juego en el 2015. Tal vez soñando con que su vástago sea otra vez  candidato del PRI, con todo y los desmanes que dejo en Acapulco y que con ello su partido tenga un panorama no solamente sombrío, sino en tinieblas. ¿Quiere poner orden el diputado Manlio Fabio, por qué no comenzar por su vástago, aquél al que tiene bajo su regazo en San Lázaro? Esa es la cuestión.