Corrupción impune, enquistada malignamente
Uno de los factores determinantes en el progreso y desarrollo de nuestro país, ha sido LA CORRUPCIÓN que impera. Este flagelo golpea en todos los ámbitos gubernamentales que actualmente se tienen, desde el medio municipal, hasta el ambiente federal, pasando desde luego por la cuestión Estatal. La corrupción, es el cáncer social que nos agobia de mil maneras, pero siempre “frenando” el “engranaje” del desarrollo y bienestar colectivo. Lo peor de esta situación, es que no hay visos de un verdadero y real correctivo al citado ambiente. Por más esfuerzos que se hagan y se tengan, la presencia significativa de este mal, echará abajo todo lo planeado, como la polilla que acaba con la madera, cuando esta no es controlada en su momento.
Así comparo este daño que se hace a la sociedad, a la población en general. Ejemplos de esta bajeza y de ignominia vil, abundan, a los lados que quiera ver, está agazapada, esperando el momento propicio para “saltar”, para estocar fríamente. Sería difícil e inútil a la vez, decir o afirmar, en que espacio brilla con mayor intensidad la degradación que hoy nos ocupa, ya que ello va a depender de la significancia que se le pueda concebir a nuestro “problema”.
La corrupción, se presenta de varias tonalidades y de varios modos, pues va a haber desde la más ligera hasta la más pesada.
En este contexto, es en los Municipios donde “la piedra corroída” cae con mayor intensidad, pero acompañada de otro factor que ensucia feamente el ambiente social, y me refiero a LA IMPUNIDAD. Estos dos elementos nocivos, van de “la mano”, sin que hasta ahora, se les detenga y se les frene en su loca desventura, pues los que podrían hacerlo a través de la emisión de leyes que sirvan para cortar esta mala raíz, se “encuentran atareados en otros menesteres más importantes”, como lo muestran muchas gráficas expuestas en las redes sociales como Facebook.
Luego entonces, mientras las cosas persistan como hasta hoy día, vamos a seguir siendo testigos “de las lloraderas y lamentaciones” de los alcaldes que se estrenan en sus labores, pero hasta allí, si acaso cuando mucho, nada más en los medios disiparán sus angustias y temores y también servirán de marco, para constantes y frecuentes justificaciones a las inoperancias municipales y por consiguiente, similares situaciones se estarán observando al término de las actuales Administraciones municipales y por tanto sería un cuento de nunca acabar, pues reitero, si no se pone freno legal a las sinverguenzadas que se cometen en los municipios, seguiremos siendo observadores de los actos que erosionan fuerte e intensamente la capacidad futura de un Ayuntamiento. Por tanto, un castigo ejemplar dedicado exclusivamente para los ex – alcaldes municipales con grandes sospechas dudosas sobre los manejos financieros que hayan tenido durante el periodo administrativo dirigido, deberá establecerse desde el Código Penal, de lo contrario, se tendrá la “misma cantaleta de siempre”.
Por cierto, en las recién pasadas Administraciones Municipales, se contaron “por racimos” los Ayuntamientos de Guerrero sometidos al arbitrio delincuencial de sus alcaldes municipales, hoy ex – alcaldes y por ende, condenados estos municipios corroídos, a un marasmo administrativo patético e igualmente condenados al “lloriqueo, lamentaciones y justificaciones de los actuales ediles, sin que vaya más allá.
O acaso a sabido de algún ex – alcalde que haya robado, perdón, quise decir, endeudado a un Ayuntamiento, que esté preso? ¡Claro que no! Y eso que ha transcurrido casi cuatro meses con nuevos Ayuntamientos en los municipios de Guerrero.
Entonces me digo: “para qué brincar tanto, estando el piso tan parejo”?...HASTA PRONTO.
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