DE ADICTO A ADICTO

Por Teo Luna
Buzos Caperuzos

¿El alcohólico y el adicto, nace o se hace? No hay situación más triste para una madre que tener un drogadicto en casa. No hay decepción más grande para una esposa, que el tener un borracho y adicto. No hay, vergüenza más grande que a pesar de que al día, mueren infinidad de jóvenes de sobre dosis, mueren alcohólicos de ataques epilépticos o de congestiones alcohólicas, mueren infinidad de diabéticos, hipertensos y víctimas de la cirrosis hepática a consecuencia del abuso en fármacos, alcohol y otras drogas, vergüenza, aún mayor, el hecho de la violencia doméstica contra la mujer y niños, propiciada por machos enfermos, borrachos y drogadictos, más aún, vergüenza mayúscula el ver como niños de 8 años se drogan en los parques, en las esquinas con bolsas de plástico, inhalando solventes, pintura, espray para el pelo, fumando mariguana, otros más, tomando cerveza o alcohol con refresco
y tristemente, seres humanos mueren, fracasan, son parásitos de la sociedad y estamos cruzados de brazos, atestiguando lo podrido que estamos social y familiarmente hablando, sin duda, el adicto, el alcohólico, nace y se hace al crecer en un hogar disfuncional y genéticamente al prevenir de abuelos y padres alcohólicos, lo que constituye, el cuento de nunca acabar. El que esté libre de culpa, que arroje la primera piedra Muchos niños que cursan el quinto y sexto año de primaria, entre 9 y 11 años de edad, ya fuman con alguna frecuencia, saben lo que es una borrachera y algunos han probado, marihuana e inhalantes, han iniciado muchos de ellos la carrera infernal de las drogas, a la par de sus hermanos, de sus padres y del medio ambiente que les tocó vivir; muchos de ellos, no tienen padre, algunos ni los conocen, comparten el techo con medios hermanos, soportan al novio en turno de la madre, viven abandonados y crecen en la calle al cuidado de nadie, muchos de ellos, roban cobre, fierro y entran a las casas de las vecinas a robar lo que pueden, estos niños crecen, aprender a cometer delitos, forman sus pandillas, caen en el Tribunal de Menores, tienen un gran aprendizaje de la delincuencia, por supuesto que abandonan la escuela, no trabajan, y cuando tienen 16 años, se llevan a su novia a la casa de la mamá a vivir en unión libre, tienen uno o dos hijos y la historia se repite, serán padres de hijos drogadictos, malhechores y nacidos para perder, por desgracia ésta es la historia que vive el México en una gran mayoría de las colonias populares, mientras que en zonas residenciales o de otras clases, el índice de drogadicción en niños y jóvenes, es por demás impresionante. El origen del problema No hay peor ciego que el que no quiere ver. La magnitud del problema social que vivimos en México, tiene su origen en los hogares disfuncionales, es ahí, donde está la herencia emocional, la herencia alcohólica y neurótica de abuelos y padres que han creado niños ingobernables, rebeldes, inestables, seres resentidos con ellos mismos y con la sociedad, a veces ignorados, a veces maltratados, pero abandonados por sus padres, por sus maestros, por el aparato gubernamental en sus tres niveles, son seres propensos al fracaso, al sufrimiento y a hacer sufrir a sus seres cercanos, niños, víctimas del divorcio, de hogares violentos, de la pésima comunicación, de padres alcohólicos, madres neuróticas, niños víctimas de maestros traumados, enfermos emocionales, neuróticos con problemas existenciales, muchos de ellos, alcohólicos y drogadictos que aparentan ser lo que no son y son factores de familias, maestros y sociedades enfermas, factores de influencia para que una criatura arruine su vida y escoja pocos destinos, como la cárcel, un hospital, un siquiátrico, o el panteón. Hay que considerar que un niño malhechor, un delincuente, un drogadicto, no escogió venir a este mundo. Rompamos con los esquemas establecidos Más sobre los padres. Quién te da el derecho de insultar a tu hijo, de golpearlo, humillarlo, de emborracharte y drogarte, de golpear e insultar a su madre.- ¿Quién te da el derecho? De ponerle etiquetas.- No sirves para nada, eres un inútil, como me das problemas, me tienes harto, me arrepiento de ser tu padre.- Hay una lista de frases estúpidas que muchos padres les dicen a sus hijos, los devalúan, los descalifican, los hunden en depresión y cuando los muchachos fracasan en las escuelas, en la vida.- ¿Por qué? Se preguntan, si les di todo.- Más aún, estos niños se enfrentan a maestros enfermos emocionalmente, muchos de ellos, reprimidos sexualmente, muchos de ellos, traumados, resentidos, acomplejados, miedosos, muchos de ellos, borrachos y drogadictos, y estos jóvenes no les queda otro camino más que la vagancia y la delincuencia, por supuesto, la drogadicción; entonces, hay que capacitar de manera permanente a padres de familia y a maestros, claro, siempre y cuando haya la visión, sensibilidad y voluntad política para enfrentar este serio, grave y delicado problema de la descomposición social. A grandes males, grandes remedios Suicidios de jóvenes, la mayoría varones se quitan la vida en edades de los 13 a los 25 años, divorcios, de cada 10 matrimonios, 7 se divorcian y los otros 3 viven como perros y gatos, niñas madres en edades de 13 a los 16 años, madres solteras con un índice impresionante, mujeres, madres solteras de los 13 a los 20 años, violencia doméstica contra mujeres y niños, violaciones a menores, muertes por accidentes de tránsito, jóvenes intoxicados por alcohol y drogas, víctimas de los trastornos alimenticios, anorexia, bulimia, obesidad, conflictos entre padres e hijos, pésima comunicación, deserción escolar, Bullyn, ola de violencia, inseguridad pública, saturación de las cárceles de jóvenes menores de 20 años, muchas personas, se hunden en depresión, en la bipolaridad, aunado a la neurosis, es un mal generalizado, como generalizado también es el consumo altísimo de fármacos, anti depresivos, alcohol, drogas, decadencia, es el sello que marca esta sociedad y las grandes pérdidas, son seres humanos que no eligieron el destino que les tocó vivir. El mal social, está a la vista de todos. La maldición de los ricos Tristemente el panorama es igual o peor para las clases sociales, medias y medias altas, el mal social es generalizado, en los últimos años el consumo de mariguana entre los jóvenes ha crecido más de 500 veces, el número de mujeres alcohólicas y fármaco dependientes es cada vez mayor, la mujer tiene a ser más vulnerable que el hombre en cuanto a las adicciones, hay una marcada violencia en los noviazgos, la neurosis es un sello de distinción entre los jóvenes, son, muchos de ellos, altaneros, soberbios, intocables, ingobernables, no se les puede decir nada porque luego luego explotan, aquí también, la deserción escolar es otro indicador en estos chavos que se supone lo tienen todo, hay por todos lados, fuertes indicadores que señalan que este barco va de mal en peor y que si no actuamos, seguiremos pagando con las consecuencias que ya estamos sufriendo, con el rio de sangre, con las muertes de jóvenes a consecuencia del alcohol y las drogas, seguiremos pagando con la desintegración familiar, que hiere, daña y marca de por vida a un mundo de niños inocentes.- Seguiremos, como el cangrejo. No hay mal que dure cien años, ni enfermo que los aguante Yo toqué fondos muy desagradables, tristes, decepcionantes, en 14 años de recuperación, me he especializado en estos temas, sé por el contacto diario que tengo con la enfermedad, que debemos de aplicar con rigor una cultura de prevención, el problema no se va a solucionar de la noche a la mañana, pero si empezamos desde ahora a corregir mañas, vamos a crear costumbres si la capacitación emocional empieza en las parejas de novios, en los matrimonios jóvenes, en padres, en niños, adolescentes y maestros, en los medios de comunicación, en todos lados, en ese sentido, vamos a vivir la aventura de disfrutar nuestros días con calidad y calidez, hay que innovar, por ello, mi séptimo libro publicado, Buzos Caperuzos, es una excelente guía para la capacitación emocional, para que todo aquel que la busque, encuentre la libertad y el amor así mismo, en 54 capítulos, mi propuesta es de cambio, con el espíritu de informar, orientar y de concientizar, busco que Buzos Caperuzos sea un manual de vida, un instrumento para los maestros y padres, que tenga un efecto multiplicador en prevención.

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