HIJA MÍA:

Deseo compartir contigo por medio de esta carta la gran experiencia de ser tu mamá; nunca he sentido en toda mi vida un sentimiento igual que el que tengo hacia a ti, cuando tuve el pequeño presentimiento que una nueva vida se formaba dentro de mí, un mundo de ilusiones, esperanzas y todas esas sensaciones lindas que las abuelitas solo llaman “ese brillo raro en los ojos”, llegó a mí y solo lo pude dibujar con una gran sonrisa en mi rostro mientras caminaba a mi trabajo. Mi corazón latía con más fuerza y con una palabras aun más fuerte; responsabilidad con amor, es decir; la responsabilidad más amada que he tenido, porque tenía en mente la misión de cuidar de ti, de tu sano crecimiento, de darte desde ese momento todo de mi.
No imaginas como soñé con tu llegada, con cada cabello, con toda la perfección manifestada en ti, te admiré desde que te empeñaste a la vida, pasando cada obstáculo, cada reto, por un momento pensé que no llegaríamos al final, pero me equivoqué, lograste llegar al final de tu travesía para llegar a mí, no hay persona más valiente que tú, aun siendo tan pequeñita me has demostrando que todo eso se puede superar; porque existe un lazo invisible entre tú y yo mucho más fuerte que cualquier acero, supera todo aquello que nos reta y nos pone a prueba, ese lazo que empezó con un cordón umbilical y termina con la eternidad.
Hija puedo decirte con toda certeza que el día más feliz de mi vida es aquel en el que pusieron el rostro más hermoso que jamás vi, los ojos más llenos de luz que iluminaron mi vida desde ese momento. Nunca antes unas lágrimas me habían dado tan sabor tan dulce como cuando te vi en persona, te di tu primer beso y aunque tú no lo recuerdas te dije al oído cuanto te amo y lo feliz que soy por tu llegada, besé tu mejilla llena de un color rosado, ese beso que tanto soñé y desee. Ese nudo que en mi garganta apareció cuando te vi por primera vez, me sigue ocurriendo, porque sabes... es por la gran felicidad que siento de ver que mi vida cobró sentido cuando llegaste a ella, entendí el verdadero significado del amor, ese amor que no tiene límites, que es eterno, que no tiene precio ni vigencia, el amor más puro, más bello, más limpio. Mi amor por ti va más allá de mi vida misma, va más a allá de todo lo que existe y Dios es testigo de ello.
Fui testigo del milagro más grande del mundo, manifestado en mi, tuve la enorme bendición de Dios que me dio al mejor de sus Angelitos para enseñarme a vivir, no hay mejor premio para mí que Tú, no existe mejor regalo que tú, eres lo más valioso que en mi y cuidaré como una fiera este gran tesoro.
¿Qué significas para mí? Nunca terminaré de responder, porque gastaría todas las palabras que existen para responderte y el infinito se quedaría corto para expresar lo que significas realmente para mí, no hay una palabra que describa lo que siento por ti, y no hay nada que defina lo que has hecho de mi y lo que soy gracias a ti. Tú; solo dos letras que le dan sentido a mí ser, Tú; que haces mi vida importante, Tú; quien le da a mi vida el sabor que le hacía falta. No te imaginas lo que sucede dentro de mí cuando dices Mamá, y aun más cuando me dices- Mamá te amo, que gran privilegio. Sé que no hay una escuela para mamás, pero no importa, aunque la hubiera nunca terminaría de descubrir algo nuevo en ti, esa fuerza invisible que me hace sentir temor de perderte o de que suceda algo, en ocasiones me angustia y quisiera que todo cayera sobre mí, pero soy consciente de que aprenderás de tu propio camino, estoy tranquila porque conozco la gran fortaleza que hay en ti y que siempre me sorprendes al sobrepasar todas las predicciones de quienes te observan, han descubierto en mi cosas que yo misma ignoraba, por ello soy tu Fan ciegamente y admiro todo de ti.
Cada día que el sol aparece, pido a Dios que siga dando la oportunidad y el honor de seguir siendo tu mamá por mucho tiempo más, que no me quite el placer de ver tus logros y gozar contigo de ellos, deseo con mi corazón poder darte mi mano cuando tropieces y con amor levantarte darte un eso y continuar caminando, quiero daré todas las herramientas que tenga para ti; para el día que tú quieras volar tu propio vuelo sepas como hacerlo, se que serás como las Águilas, que volaras alto observando el paisaje desde arriba, se que disfrutaras tu vuela porque trabajaras dura y honestamente para llegar a conseguirlo. Seré tu amiga, estaré a tu lado por siempre, estaré velando tus sueños y curando tus fiebres siempre Hija, siempre.
Te amo más allá del amor, más allá de lo infinito, más allá del a vida y la muerte, te amo tanto que no existe comparación alguna en este tierra, solo Dios podría explicar lo que siento por ti, te amo... Te amaré siempre porque eres el gran amor de mi vida. Gracias te doy por existir en mí, por mostrarme que siempre se puede tan solo por una sonrisa, gracias por llenar de aguas mi desierto, gracias por enseñarme a ver el paisaje a través de tus ojos, y así esperar el atardecer junto a ti de la mano.. Te amo desde aquí hasta la última estrella del infinito… mi pequeña hermosa.
Gabriela Vargas Rosa

No hay comentarios.:

Publicar un comentario