MEMORÁNDUM

Por  Gerardo Ruano Cástulo
*** ¿Por qué vigilan los pasos de Mario Moreno Arcos?

Desde hace varios años, es bien conocida la aspiración natural por la gubernatura, que tiene el alcalde Mario Moreno Arcos. La posición privilegiada que hoy posee, al ser el alcalde mejor evaluado en cuanto a innovación, atención ciudadana y mejora gradual de los servicios. Así como el sistema sólido de relaciones que ha creado con el presidente del país, Enrique Peña Nieto y su círculo cercano. Hacen totalmente entendible, la vigilancia que otros actores políticos le dan a sus pasos y movimientos. Eso, sin duda alguna, es una muy buena señal para el proyecto Morenista.
Así es. La trayectoria de Mario Moreno se ha distinguido por remar siempre contra la corriente. Recuerdo cuando se apostaba que nunca sería presidente municipal de la capital del estado. Al final de cuentas le acabaron ofreciendo la candidatura para que salvara al PRI de la catástrofe. Y no solamente le dio un triunfo importante a su partido, sino que además se convirtió en el mejor alcalde del estado, superando, y por mucho, en grado de aceptación, al entonces Gobernador, Zeferino Torreblanca Galindo.
Atraigo el ejemplo de la alcaldía capitalina, por el momento y las circunstancias que se están viviendo. En aquél entonces, los grupos del PRI no tenían forma de cómo mantener en su poder la alcaldía capitalina. La gente de Chilpancingo les acababa de dar una lección votando mayoritariamente a favor del candidato del PRD a la gubernatura, demostrando con ello un enorme rechazo a las prácticas caciquiles y cupulares. Eso abrió la puerta a una candidatura cimentada en el posicionamiento real y el alto grado de aceptación de la ciudadanía, en donde nadie se le acercaba a Mario Moreno Arcos. Quien por cierto, fue paciente y se preparó para esperar el momento y la oportunidad. Y no la desaprovechó.
Desde aquél entonces, ya se hablaba de él como un aspirante natural a la gubernatura. Había razones de sobra para verlo así. Contaba con trayectoria y resultados sólidos en los cargos públicos que había ostentado. Y salir de la presidencia municipal de Chilpancingo con calificaciones cercanas al nueve, cuando sus antecesores habían salido por debajo del seis, era otro argumento de mucho peso.
A unos años de distancia, es evidente que Mario Moreno ha crecido más. Su sistema de relaciones es realmente importante, lo cual se puede ver en el grado de afecto que existe con el mismo presidente del país, Enrique Peña Nieto, y así también con el Gobernador del Estado, Ángel Aguirre Rivero. Del mismo modo se aprecia en su forma de gobernar, en donde le está apostando a tres cosas concretas: mejorar la imagen de la capital, hacer más eficientes los servicios públicos y dejar huella con obras de gran impacto social. Lo que no está lejos, si se concretizan las obras que traerán más agua a Chilpancingo.
En materia de innovación, con las obras de embellecimiento, se ubica en lo más alto de la tabla de aceptación ciudadana, así como con las acciones de atención a la gente, en donde destacan las audiencias públicas, las giras y el programa servicios a domicilio. En materia de servicios, se ha venido mejorando de manera gradual. Se viene un cambio de luminarias que ahorrarán energía y las acciones de Chilpancingo ciudad limpia se ven en diferentes zonas de la capital.
Su buena fama, en función de su trabajo, ha llegado a diferentes partes del estado, por eso recibe invitaciones de manera cotidiana para estar en distintos municipios. A donde acude y es bien recibido. Sin embargo, Mario Moreno tiene bien puestos los pies sobre el piso. Lo ha dicho con toda claridad, ya que en primera instancia, le interesa dar mayores resultados al pueblo de Chilpancingo. Su aspiración, como siempre ha sido, estaría fundada en los resultados de su trabajo. Y como es respaldado por una trayectoria de muchos frutos, es natural que algunos personajes se tomen su tiempo para vigilarle. Saben que su proyecto siempre ha venido en ascenso. Y eso es una buena señal para el Morenismo. Esa es la cuestión.