PECATA MINUTA

Por  Rogelio Gómez Mejía
Enturbia el crimen, optimismo de peña nieto

“Los mayores enemigos de la libertad no son aquellos que la oprimen, sino los que la ensucian”
Vincenzo Gioberti (1801-1852; filósofo y estadista italiano.
Apenas el presidente impuesto, Enrique Peña Nieto intensificaba su periplo por varios países del mundo pintando en sus discursos un México lleno de posibilidades para modernizarse plenamente y abierto a los grandes inversionistas para aprovechar las inmejorables oportunidades de riquezas inexplorables, sobre todo, en el sector energético; petróleo, electricidad y derivados; cuando el país, ya atenazado por la delincuencia organizada destacadamente en los sexenios anteriores, se convulsionó estrepitosamente por criminales de toda laya que asolaron a la población en todos los puntos cardinales con sangrientas masacres, ejecuciones especificas
, secuestros, desapariciones, extorsiones, robos y asaltos sin piedad, recrudeciendo el terror y el miedo en las indignadas familias, atrevidas apenas a secundar en sus hogares las aisladas manifestaciones de protesta regularmente ignoradas por autoridades incompetentes o cómplices por encubrimiento u omisión y responsables de la generalizada irritación por su cínica indiferencia.
De muy poco han servido en la nación la cauda incontrolable e incontenible de discursos alentadores de progreso; seudo reformas legales encubiertas de fines equilibradores de la economía popular, leyes laborales finalmente servidoras de empresas y condicionantes de derechos adquiridos, normas educativas más bien amenazantes para controlar al magisterio y en el colmo, pretender hacer comulgar a los mexicanos con otra ley para vender emporios de recursos naturales con el engaño de obtener más recursos, pero sin especificar para nada como acabar con la brutal desigualdad económica y social que conduce a los trabajadores y a la despreciada “prole” a la miseria y a los empresarios a formar parte de los poderosos magnates que dominan el mundo.
Así en la pobre realidad del pueblo, nada nos puede extrañar que generalmente sean precisamente de las clases menos favorecidas, los ejércitos de desequilibrados mentales organizados o no, los que aprovechando la anarquía política, la corrupción generalizada en el gobierno, la incompetencia de funcionarios, el tráfico de influencias, los compadrazgos, la nulidad de un Congreso sumiso al sistema y déspota con la ciudadanía; los que bien armados conformen escuadrones de la muerte, para secuestrar, extorsionar, cumplir contratos de ejecuciones y servir inescrupulosamente a planes desestabilizadores de esos gobiernos que por chantaje o bajos intereses favorecen a los cárteles del tráfico de drogas y a esa delincuencia bien organizada para sostenerse en un poder agonizante por el cáncer de la deshonestidad.
De otro modo no pueden explicarse acontecimientos que además de impactantes se mantengan impunes como el caso de los 12 jóvenes tepiteños secuestrados y aún desaparecidos del antro el “Heaven” y casi dos meses después aparezcan torturados y ejecutados por Huitzilac, Morelos; Dartx Rodríguez Ledezma, su novia y una prima, quien fue co-propietario de ese antro con su hermano Mario Alberto preso como presunto responsable del criminal asunto, en medio del enrarecido ambiente de la agitado entidad donde apenas concurrida manifestación ciudadana en “marcha de silencio por la paz” protestaba en la plaza principal contra el gobierno, el ejército y la policía federal que agravan la seguridad ciudadana, y denunciar desapariciones, agresiones, torturas y la muerte de 60 mujeres impunemente, acompañados por Javier Sicilia del Movimiento por la paz y justicia, Julián LeBarón el Movimiento por la paz en México, “In Lak Ech” de Emiliano Salinas Ocelli., mientras el ejecutivo Graco Ramírez Garrido Abreu, lejos de escuchar demandas se esfumó a Puebla en apoyo político al candidato Tony Gali Fayad del PAN y el alcalde de Cuernavaca, Jorge Morales Barud hizo lo mismo, pero a Cali, Colombia para acudir al Foro de prevención del delito.
Apenas se desvanecían los ecos de las protestas por la falta de seguridad en la aterrada entidad, cuando la ciudadanía se conmovió por el alarmante anunció de la desaparición de 10 niños del Centro de Desarrollo Infantil (CENDI) de Ocotepec, que resultó un “secuestro virtual” debido a que el director del lugar sacó apresuradamente a los pequeños sin avisar a familias ni a las autoridades, alarmado por una amenaza telefónica de hampones que incluso se contactaron con padres de los pequeños para advertirles depositar 500 mil pesos cada uno para evitarles daños a sus hijos, sin que las autoridades actuaran mesuradamente y con aparatosa movilización y mensajes gubernamentales confundieran más a la población.
En estos días en Cocula, Guerrero, un comando de 50 sujetos armados llevó a cabo una verdadera razzia de pobladores, para llevarse secuestradas a 17 personas, entre ellas tres mujeres y dos estudiantes con destino desconocido y como parte de acciones aterrorizantes llevadas a cabo en las comunidades de Apango, Puente Río San Juan y Vicente Guerrero, refirió el alcalde César Miguel Pedroza Santana al gobernador Ángel Aguirre Rivero, incluso de la emboscada de que fuera víctima recientemente por gavillas de delincuentes que dijo, ya rebasaron las fuerzas de seguridad en la región y ante la total falta de seguridad y en nulo apoyo de los gobiernos, apuntó la posibilidad de renunciar a su cargo de no cambiar la situación.
Por otra parte en Zapopan, Jalisco, fueron ejecutados a balazos los adolescentes, Luis Antonio Ortiz Guerra y Andrés Barba Olivas, presuntamente por sicarios contratados por un hijo de José Ángel Carrasco Coronel, sucesor del cártel de Ignacio “Nacho” Coronel, y por Andrés Vega e Isaac “N”, compañeros de escuela de las víctimas, sin que la Fiscalía del estado muestre recursos para resolver el caso, al igual que el del rapto de un niño arrancado de los brazos de su madre por la avenida Lázaro Cárdenas, motivo de una masiva movilización ciudadana de protesta por la falta de garantías el gobernador, Aristóteles Sandoval sin que esa autoridad demuestre capacidad y acciones para garantizar justicia.
En este contexto los más de 20 crímenes cometidos contra 15 políticos de los diferentes partidos “registrados” asesinados, 10 en 14 de los estados donde habrá elecciones, dos secuestrados y el resto entre familiares y colaboradores de sus campaña, sólo ratifican la inestabilidad que permea en el país, pues lo mismo acribillan a balazos a Carlos Triana en su domicilio de Tlalixcoyan, a Quintín Mendoza, atentado a balazos en Tantoyuca, a la comitiva de Saúl Lara González con bombas “molotov”, que asesinan a Pedro Issac López, candidato suplente en Martínez de la Torre, y a Enrique Marín Lara ex.alcalde de Soledad de Doblado, a Mario Landeros por Lerma y a su chofer, que acribillan la camioneta conducida por Rosalía Palma López diputada local de Oaxaca, donde murió su esposo y una sobrina, entidad donde mataron al dirigente del PRD, Nicolás Estrada Medina, así como a Antonio Loaiza Zamora candidato del PAN-PVEM por Sinaloa, al candidato a la alcaldía de San Dimas y la lista se hace interminable con las mortales agresiones contra  Francisco Navarro Montelongo, Guillermo Macedo Cervantes, Eleazar Armenta Acuña, Jaime Orozco Madrigal, David Carrasco Cornero, Jaime Rincón y Ramiro Garay Medina registrados como aterradora estadística de los más de 5 mil 296 víctimas de la delincuencia durante el gobierno de Enrique Peña Nieto, y aún hay más.
BALA PERDIDA Ante tan espeluznantes cifras, prevalen los discursos optimistas de Enrique Peña Nieto de sus esfuerzos y cambios políticos “para elevar el nivel de vida de los mexicanos”, soslayando el deprimente escenario de la inseguridad que corroe la conciencia ciudadana Y QUE YA DEBERÍA TENER PRIORIDAD en su gobierno, todavía rematada por mandatarios como Miguel Ángel Mancera quien justifica la “desaparición” de 12 jóvenes, como un pleito entre pandillas, muy al estilo del nefasto Calderón con la masacre de la colonia Salvacar y los daños colaterales con sus más de 75 mil asesinatos en su sexenio.

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