MEMORÁNDUM

Por  Gerardo Ruano Cástulo
*** De doce puntos a la coordinación del Congreso

Dentro de las reglas del éxito se establece que nunca se debe dar por perdido un objetivo, a pesar de que las condiciones sean adversas. En los catálogos de estrategias electorales se establece la regla de no darse por derrotado antes de llegar a las urnas. Mientras que en el futbol se dice que el último minuto tiene 60 segundos y que si el balón sigue rodando todo puede pasar. Un ejemplo de esto, lo pudimos ver en el proceso electoral de 2012, cuando el perredista Bernardo Ortega Jiménez, buscaba ser candidato de su partido a la diputación local del distrito 24, contando, según los sondeos de opinión con alrededor de 12 puntos de aceptación. Las circunstancias, su habilidad política y perseverancia lo llevaron al triunfo en las urnas y hoy es el presidente de la comisión de Gobierno del Congreso del Estado.
Así es. Las reglas del éxito tienen dentro de sus ingredientes principales a la perseverancia. Ese trabajo constante, que es como la gota de agua que deja huella en el concreto. No hay espacio para rendirse y la adversidad se convierte en un estimulo para seguir adelante. Tal vez esa actitud, hace que el universo conspire a favor de que las cosas sucedan.
La suerte y la casualidad no son palabras que se encuentren dentro del diccionario del éxito. Detrás existen otras causas que generan las oportunidades y la visión de las personas para detectarlas y estar preparadas para enfrentar los retos. Existen diferentes ejemplos de ello, y en distintos campos de la vida. En el mundial de futbol de 1990, celebrado en Italia, tras la lesión del portero Neri Pumpido de Argentina, vino el ingreso a la cancha de Sergio Goicochea, para muchos era un desconocido, pero esa oportunidad no la desaprovechó para inmortalizarse al convertirse en el mejor arquero “atajapenales”. Los tiradores italianos se vieron pequeños ante aquél gigante de la portería. Si vemos un caso trágico y lamentable de la historia de México, nadie se imaginaba que Luis Donaldo Colosio iba a ser asesinado en plena campaña rumbo a los pinos, y mucho menos, que Ernesto Zedillo sería presidente del país. Los amarres políticos y el perfil bajo hicieron que aquél político asumiera el poder.
En el caso que nos ocupa, previo a la selección de candidatos, el PRI tenía un buen prospecto para el distrito 24 local, en la persona del ex alcalde de Zitlala, Marcelo Tecolapa Tixteco, quien aparecía en los sondeos, según datos de la consultoría Medsan, que dirige mi amigo Juan Manuel Sánchez, con cerca de 25 puntos porcentuales de aceptación, por encima de los 6 que se le concedían a Oscar Alberto López, quien era alcalde de Mochitlán. En tanto en el PRD, Hussein Nabor aparecía con 18 puntos porcentuales, por tan solo 12 de Bernardo Ortega Jiménez.
La lógica indicaba que el PRI con Marcelo Tecolapa tenía el camino listo para ganar la elección. Sin embargo, lo dejaron fuera por sus nexos con el Gobernador Ángel Aguirre, y Oscar Alberto López fue enviado al matadero. Hussein Nabor sucumbió ante el sistema de relaciones que posee Bernardo Ortega al seno del PRD. De tal forma que las circunstancias se acomodaron, para que a pesar de contar con 12 puntos de aceptación, se afianzara en la candidatura y ganara las elecciones de manera contundente.
Ya en el Congreso, cuando se hablaba que de los futuros plurinominales del PRD surgiría el próximo coordinador del Congreso, vino la decisión inapelable del TRIFE, que abrió la puerta a Bernardo Ortega Jiménez, cuyo mérito ha sido su perseverancia y contar con una magnifico sistema de relaciones al interior de su partido, lo que ha construido durante muchos años de carrera. Con esos respaldos, y después de ganar sus posiciones políticas en las urnas, fue ungido, primero como coordinador de su fracción, y después, presidente de la comisión de gobierno del congreso del estado, en  donde está enfocando esfuerzos para que la LX Legislatura entregue mejores resultados, respaldado con el lema: “Experiencia que sirve a la gente”.
Después de estar con tan solo 12 puntos porcentuales, es hoy uno de los protagonistas más importantes de la política de Guerrero. Esa es la cuestión.

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