TUMBANDO CAÑA

Por Juan Antelmo García Castro
La cruzada contra el hambre, ¿medida asistencialista?

El 21 de enero del año corriente, durante una visita de trabajo realizada al estado de Chiapas, el Presidente de México, Enrique Peña Nieto, anunció con bombo y platillos la Cruzada Nacional Contra el Hambre, expresando en esa ocasión que pocas cosas son tan angustiantes para un padre o una madre de familia, que carecer de lo indispensable para darle de comer a sus hijos… “No hay nada peor para el desarrollo de una Nación, que no alimentar adecuadamente a sus menores durante los primeros años de su vida, de manera especial”, manifestó en esa  ocasión el mandatario federal, asentando que la alimentación es un derecho humano, reconocido universalmente y establecido en nuestra Constitución en su Artículo 4, aceptando que es un derecho que no se ha materializado plenamente entre todos los mexicanos…
Por tanto, justificó Peña Nieto, eso es lo que se quiere cambiar, entendiéndose que con la Cruzada Nacional Contra el Hambre lo que se busca es mover a todo el Gobierno, a todos los órdenes de Gobierno: Federal, estatal y municipal. De mover todos los programas que los gobiernos tienen. De mover sus presupuestos para atender a los mexicanos con mayor necesidad…Vale la pena resaltar que el mismo presidente mexicano confesó que esa acción “no es una medida asistencialista, no se trata sólo de repartir alimentos entre quienes carecen de él. Es una estrategia integral de inclusión y bienestar social. Es un cambio estructural en materia de combate a la pobreza”…Así con en Chiapas, hoy miércoles 17 de julio, en Apango, cabecera municipal de Mártir de Cuilapan, una de las 46 municipalidades consideradas en nuestra entidad dentro de la Cruzada Nacional Contra el Hambre, el Presidente Enrique Peña Nieto, acompañado del gobernador Ángel Aguirre Rivero, y de los alcaldes surianos; o sea los tres órdenes de Gobierno, pondrá en marcha en estas tierras del Sur una de las iniciativas de mayor contenido social del Gobierno de la República, estableciendo además el compromiso tripartita de hacer un frente común contra el hambre…En ese contexto, no es nada agradable reconocer que los estados del país que presentan los niveles más altos de desnutrición infantil son: Campeche, Oaxaca, Guerrero, Yucatán, Puebla y Chiapas, derivado de la incidencia de la desigualdad y pobreza, así como de la falta de educación y salud y de la mala aplicación de los programas públicos…Investigaciones sobre tan lacerante tema, indican que la desnutrición en el país es relativamente grave, destacando un porcentaje global de desnutrición de casi el 30 por ciento de la población infantil menor de 5 años de edad, revelando los estudios que la incidencia de bajo peso en los estados de la región sur del país (principalmente Guerrero, Oaxaca y Chiapas) es 2.2 veces mayor que en el norte y centro de la República Mexicana, y que el 77 por ciento de las personas con alto grado de desnutrición y pobreza se encuentran en el medio rural. Un terrible mal, sin duda, que está directamente relacionado con la pobreza y la marginación…En esa dirección, ladesnutrición es una deficiencia en el consumo o disponibilidad de nutrientes y/o energía que afecta principalmente a menores de 5 años…Los pequeños presentan pérdida de talla y peso, lo cual afecta su salud, su físico, su condición de vida y por lo tanto también compromete su futuro. Esta enfermedad nutricional es alta por su prevalencia. ..La inadecuada alimentación propicia que los órganos dejen de funcionar como deben así como el sistema circulatorio, respiratorio, nervioso, endocrino y por supuesto el digestivo, que al no trabajar como deberían provoca una mala apariencia física y en muchos casos hasta la muerte.

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