OPINION

Por Manuel Tello Zapata
El adiós a un gran ser humano

Ayer por la mañana, un nutrido grupo ciudadano de Chilpancingo acompañó a su última morada al hombre más decente, sabio y culto que ha vivido en la capital del Estado: Don Hermilo Castorena Noriega. Su cuerpo descansa ya en la tierra que tomó como segunda patria chica y a la que mucho quiso y tanto le dio; donde formó una familia; donde escribió un libro y plantó un árbol. Don Hermilo Castorena, Cronista de la Ciudad de Chilpancingo, nació el 13 de enero de 1925 en el bello puerto de Veracruz. En 1945 llegó al Estado de Guerrero para ocupar el puesto de operador telegrafista en Iguala, donde contrajo nupcias con la señora Esperanza Tenorio Contreras. En 1947 arribó a Chilpancingo para no irse más de esta ciudad, donde hizo una ejemplar carrera como periodista, locutor, investigador, historiador y director de comunicación social en diversos gobiernos estatales.
Don Hermilo fue Gerente General de la primera estación de radio que funcionó en la zona centro: la XELI, donde formó a una generación de importantes locutores y comunicólogos. A lo largo de 65 años, logró crear la biblioteca privada más grande del Estado de Guerrero, con más de diez mil ejemplares como contenido. La mitad de esta gran colección intelectual fue donada al Museo de la Bandera en Iguala. El resto se encuentra todavía en su casa de Chilpancingo.
El Cronista decidió que sus restos mortales descansarían en la capital del Estado de Guerrero y como solía decirlo: ya no verían las aguas mojadas de sol de Veracruz. Cientos de ciudadanos, políticos, empresarios, personas de todos los niveles sociales, económicos y políticos capitalinos acompañaron a la familia Castorena Tenorio para dar el pésame a sus miembros y compartir con todos, la pena de haber perdido a un hombre tan valioso, sencillo y ejemplar.  Descanse en paz, Don Hermilo Castorena Noriega.
APARECIÓ NESTORA SALGADO
La Procuraduría General del Estado dio a conocer ayer un comunicado oficial donde informó que la señora Néstora Salgado Garcia, no está perdida ni secuestrada. La comandante de la policía comunitaria de Olinalá se encuentra recluida en el centro regional de readaptación social número 4 “Noroeste”, de Tepic Nayarit.
La dependencia informó que Nestora Salgado fue detenida el 21 de agosto y al día siguiente rindió su declaración preparatoria ante el juez correspondiente, debidamente asistida por un defensor.
Estos hechos han recibido muy poca atención por parte de los medios nacionales de comunicación. Ni en prensa escrita o televisión se han ocupado del asunto. Sin embargo, algunas actitudes de gente allegada a Nestora Salgado como el coordinador de la policía comunitaria en Tixtla, Gonzalo Molina González, podrían destacar porque se andan pasando de listos.
Con un numeroso grupo de comunitarios, Gonzalo tomó por la fuerza de las armas el palacio municipal de Tixtla, donde lesionaron con arma blanca al comandante de la policía preventiva y por espacio de dos horas mantuvieron en sus manos esas instalaciones. Posteriormente y para evitar que fueran detenidos por las fuerzas armadas, se retiraron a un barrio de esa ciudad. Hasta ayer por la noche se ignoraba si alguno de ellos fue capturado por tal acción.
Resulta una lástima que un movimiento que nació bajo una noble causa como la de proteger a la ciudadanía de la inseguridad prevaleciente, hoy se desvíe de sus objetivos y hagan del uso de la fuerza, una constante violación a las leyes vigentes. El machismo que estos “comandantes” le andan insuflando a sus comunitarios, no puede llevarlos a nada bueno. Sus armas no se pueden equiparar con las del Ejército Mexicano, la Marina o la Policía Federal Preventiva. Por suerte en los mandos policiacos oficiales ha prevalecido la tolerancia para evitar un enfrentamiento nada deseable. Atención.

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