En Petatlán damnificados siguen esperando ayuda

Por: Fco. Javier Sánchez
PETATLÁN, GRO.- Luego de la devastación causada por la tormenta “Manuel” que arrasó con cientos de viviendas que afectaron a igual número de familias, la ayuda gubernamental aun no llega de manera real a los damnificados, donde solamente arribaron 2 mil despensas a través del gobierno federal vía el ejército y distribuida por el gobierno municipal que encabeza el alcalde Jorge Ramírez Espino.
El panorama desolador que aun prevalece es aterrador en recorrido por la colonia La Esmeralda se pudo apreciar el sufrimiento que inicia en los hogares devastados, donde todas las familias fueron evacuadas porque el río destruyó sus viviendas y dejó sin pertenencias ni equipos ni herramientas de trabajo a igual número de personas.
La ribera del río sobre lo que era la colonia Esmeralda es desolador ahora convertido en un playón donde las mujeres acuden a lavar la poca ropa que pudieron rescatar, pero donde muchas quedaron sin nada.
La queja principal es que no hay suficiente comida ni agua, la gente afectada acarrea agua del río para lavar sus pertenencias y lo que quedó de sus viviendas, tratando de rescatar algunos aparatos eléctricos que según ya no volverán a funcionar.
Después de la devastación muchos aseguran que viene lo peor, que son las epidemias por tantos animales que murieron a ser arrastrados por las inmensas corriente del río, como fueron decenas de reses, parvadas de chivos y borregos, gallinas, puercos y un reporte de varios vehículos que arrastró el río durante la madrugada del pasado lunes 16 de septiembre.
Cabe destacar que las familias y personas altruistas como grupos religiosos han ayudado en tareas de limpia de viviendas, así como ayudan a dotar de agua limpia a esas colonias que aun no reciben el apoyo debido, así también la misma sociedad civil ayuda con llevar alimentos a las zonas afectadas ante la insuficiente ayuda gubernamental.
Es por eso que la gente afectada se empieza a desesperar enfrentando un ataque sistemático también por parte de los comerciantes que deliberadamente subieron los precios de la canasta básica dando una estocada mas al sufrimiento del pueblo de Petatlán, reclamos que son lanzados a quien va pasando por las viviendas afectadas y especialmente a los medios de comunicación que sigue en silencio ante la desgracia no solo de Petatlán, la costa grande, sino de todo el estado.
Los víveres escasean el agua es vendida a precios altos donde muchos vivales venden los tinacos entre 100 y 200 pesos, donde en medio de la desgracia muchos ayudan pero también muchos lucran con el dolor de las miles de familias afectadas, donde la solidaridad no existe, aun cuando se dice que en México todos los mexicanos se unen para ayudarse como hermanos, en Petatlán el grito ya no es de dolor sino de desesperación de incongruencia y donde los más pobres son los que verdaderamente han sacado el orgullo del dolor para ayudarse mutuamente ante las desgracias, porque también se ha visto claramente, según los testimonios que hasta los aspirantes políticos hacen uso de del desastre en Petatlán para llevar agua a su molino, en vez de aprovechar la ocasión para demostrar como se puede ayudar a un pueblo sin necesidad de protagonismo mercantil que a la postre será estéril.
En comentarios escuetos de cara con el rostro del sufrimiento los pobres vuelven a recalcar que solo entre ellos unidos saldrán adelante, reciben toda ayuda pero su espíritu de lucha prevalece a pesar de las circunstancias adversas, eso comentaron mientras el río sigue corriendo suavemente de regreso a su cauce.

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