FORO POLITICO

Por Salomón García Gálvez
Primero atención, luego reconstrucción

Como nunca antes, ante la tragedia y la devastación que flagela a Guerrero, el gobierno de la República que encabeza el presidente Enrique Peña Nieto, y del gobernador Ángel Aguirre Rivero, han ido al rescate de miles de guerrerenses damnificados y afectados –por los meteoros “Manuel” e “Ingrid”- de todas clases sociales, sin importar distingo partidista, filiación política, religión o credo.  Desde el momento de presentarse los estragos por las tormentas tropicales “Manuel e “Ingrid”, el presidente Peña Nieto y el mandatario Aguirre Rivero, asumieron responsabilidades.
Enviaron toda la ayuda emergente: aeronaves, cuerpos de rescate (soldados y marinos), elementos de todas las corporaciones, además de alimentos, medicamentos y personal especializado en catástrofes, quienes salvaron infinidad de vidas humanas.
Nadie pudo pronosticar la magnitud de los meteoros “Manuel” e “Ingrid”, que se formaron en los litorales opuestos de la República Mexicana –Golfo de México y Oceano Pacífico-, y que de manera inédita se encontraron y chocaron en el cielo provocando incesantes y torrenciales lluvias –día y noche- que inundaron: ciudades, poblados, comunidades, ríos, presas, lagos, riachuelos… todo.
Millones de metros cúbicos de agua llenaron las presas, se formaron enormes ríos, muchas barrancas crecieron, hubo enormes trombas, la tierra se humedeció mucho, los cerros se desgajaron, cayeron casas, edificios colapsaron, muros derribados, humildes viviendas destruidas, vehículos sepultados, y vino lo peor: la muerte de decenas de personas y animales. La tragedia y la devastación con olor a… rapiña humana
Ante la tragedia, la Federación vino al rescate de Guerrero. Personalmente el presidente Peña Nieto, estuvo permanentemente en la entidad acompañado por su gabinete; recorrió las zonas de desastre y dio instrucciones para otorgar toda la ayuda necesaria, y así ocurre y sigue ocurriendo: La Sedena, La Marina, la PGR, la Cruz Roja y todas las instancias de gobierno y organismos han aportado su mejor esfuerzo para salvar no sólo a Acapulco sino al resto del estado. Se calcula que más de 60 municipios resultaron afectados por los meteoros.
Sólo los irreflexivos y agresivos grupos radicales “de izquierda”, los enemigos gratuitos del presidente Peña Nieto y del gobernador Aguirre Rivero, mal critican los apoyos brindados a la población en desgracia, pero los mismos guerrerenses afectados y damnificados, son quienes deben evaluar la ayuda recibida por las autoridades, y las tareas que se anuncian para la reconstrucción de Guerrero, devastado por las tormentas tropicales “Manuel” e “Ingrid”.
Los “izquierdistas”, respaldan sus críticas -infundadas- porque no se ha podido llevar ayuda a poblados que aún están incomunicados, y a donde no se puede llegar ni por tierra ni por aire, por las malas condiciones del tiempo. Los que siempre descalifican la ayuda oficial son: AMLO, la CNTE y su engendro la Ceteg, Tlachinollan y algunos rémoras“lucradores sociales” que se cobijan con éstos.
A esos falsos redentores “izquierdistas”, poco y nada les ha importado que cinco agentes federales hayan muerto cuando hacían labores de rescate en la comunidad de La Pintada, donde cayeron a bordo de un helicóptero que tripulaban… ¡Hipócritas, los seudo izquierdistas de marras! LA FOTO, ANTES DE LA TRAGEDIA. La fotografía que se publicitó en conocida revista y las redes sociales donde aparece el gobernador Ángel Aguirre Rivero, los ex gobernadores Rubén Figueroa, René Juárez y los integrantes de la clase política –plural- de Guerrero, fue tomada el día 13 del actual por la noche, cuando aún no llovía torrencialmente ni tampoco nadie se imaginaba la catástrofe que se avecinaba para Guerrero. Ni la había soñado.
A esa foto, se le ha venido dando un manejo muy sucio, perverso y ruin: Se dice que el gobernador Aguirre Rivero y sus amigos estaban de fiesta. Efectivamente, en Casa Guerrero hubo un brindis, donde el gobernador Aguirre Rivero, por mera cortesía invitó a la clase política.
Se trató de una cena, muchas horas antes del arribo de las dos tormentas tropicales –Manuel e Ingrid-, pues a la sesión solemne de instalación del Primer Congreso de Anáhuac, todos los asistentes acudieron sin paragüas, ni nada para protegerse de ninguna lluvia, porque no era necesario, ni la había entonces.
Ni falta de previsión, ni tampoco falta de sensibilidad política-social, ni nada por el estilo. Es mentira que en Casa Guerrero el gobernador Aguirre Rivero, “departía hasta las seis de la madrugada cuando comenzaba el sufrimiento de miles de personas indefensas ante la furia del meteoro”. La tragedia, se suscitó muchas horas después del día 13; o sea, desde el día 14 del actual a la fecha vinieron los estragos por los dos meteoros.
En la citada foto, además de los ex gobernadores Figueroa y René, aparecen: Jesús Martínez Garnelo, Héctor Astudillo, Armando Ríos Piter, Ramón Sosamontes, Mario Moreno, Manuel Añorve, Jorge Salgado Parra y Bernardo Ortega (sentados en torno a la mesa). De pie: Dagoberto Gama (actor), Héctor Vicario, Catalino Duarte, Humberto Salgado y Héctor Apreza. Y más atrás de éstos, un grupo de mariachi y una mujer cantante.
En la mesa no se observa ninguna botella de licor, sólo arreglos florales y copas vacías. A esa fotografía, se le manipula ¿Cuál borrachera? No hay pruebas, solo filtraciones de gente resentida (fuego amigo); o tal vez, de alguien de los que aparecen en esa misma gráfica. ¿Quién podría ser el Judas que invitaron a Casa Guerrero?... Punto.

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