MEMORÁNDUM

Por Gerardo Ruano Cástulo
*** Peña Nieto y Ángel Aguirre; tiempo de ayudar

Definitivamente. Muchas son las enseñanzas que habrá de dejar el desastre causado por la tormenta tropical Manuel a su paso por Guerrero. Hoy, algunos buscan explicaciones y culpables de la tragedia. Lo cual es entendible, porque desafortunadamente, en tiempos de crisis, siempre hay quien critique y no aporte. En tanto, los daños superan lo imaginable, y cuando digo eso, es para reconocer el corazón sensible que se ha despertado en miles de Guerrerenses, que antes de cuestionar y criticar, han pensado en dar su ayuda desinteresada. Del mismo modo, la presencia gubernamental ha sido permanente. El presidente del país Enrique Peña Nieto ha mostrado su interés por rescatar a Guerrero. Y el Gobernador Ángel Aguirre Rivero ha estado visitando personalmente las zonas afectadas.
Así es. No hay duda que la tragedia dejará muchas lecciones que en su momento deben ser analizadas. Hoy, la tarea no es criticar y aprovechar el momento para denostar la imagen de alguien. Los tiempos exigen la suma de todos los esfuerzos. El mejor ejemplo lo puso desde el primer instante la ciudadanía. Y tan es así, que hoy Chilpancingo está convertido en un centro de acopio gigantesco, hasta donde llega la ayuda para diferentes municipios de la entidad.
Es fácil desde la comodidad de un escritorio o detrás de un computador emitir una opinión crítica sobre lo que está sucediendo. Es la tarea más sencilla de éste momento, y mucho más, cuando en lugar de servir y ayudar a los demás, esos posicionamientos reflejan otra clase de intereses.
Si, se debe admitir que la ayuda ha sido insuficiente. Pero también se debe decir con toda claridad, que el desastre superó todas las expectativas caóticas que alguna vez hubiésemos imaginado. En pláticas con algunos damnificados, aún no alcanzan a comprender el tamaño del meteoro que azotó al estado, y el tamaño de los destrozos que dejo a su paso. Como si se tratara de una película, pero en la que, ahora sí, todos somos actores.
Es destacable la forma en que la ciudadanía, como en el caso de Chilpancingo, de forma inmediata tomó conciencia de la magnitud de la contingencia y en automático se sumó a las tareas de apoyo a las familias afectadas.  
La presencia del presidente del país, Enrique Peña Nieto, asumiendo el liderazgo de las acciones en Guerrero, es una buena señal en medio de la desgracia. Se debe abonar aquí, que el Gobernador Ángel Aguirre Rivero se encuentra recorriendo los municipios más afectados, y que su gobierno no ha permanecido cruzado de brazos, sino que ha establecido buena coordinación con el gobierno federal para llevar más apoyos a los damnificados.
Si el presidente Enrique Peña Nieto y el Gobernador Ángel Aguirre Rivero están sumando esfuerzos para ayudar a la población, es un magnifico mensaje para la gente, en el sentido, de que los tiempos son para adicionar todas las energías en esa misma dirección.
Es necesario, ante la contingencia, que se cierren filas con el objetivo de ayudar a los que más necesitan. Por el momento, el desglose de las múltiples enseñanzas que deja la tragedia, deberá esperar para más adelante. Hoy, lo que se requiere es apoyos y ayuda. No de críticas malintencionadas.
Claro que hay muchas cosas para analizar. Nada más, que lo que ahora necesitan los más afectados, es del apoyo solidario. Si no hay recursos. Se puede comenzar con una oración. Esa es la cuestión.

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