LA RUEDA DE LA FORTUNA

Por Alfredo Sarabia
Guerrero, criminalización de la lucha social?

Lo qué está pasando en el estado de Guerrero con luchadores sociales asesinados, es de preocuparse, y tal pareciera que estamos viviendo la guerra sucia, padecida allá por los años de la década de 1970. En este año que va de salida, han caído alrededor de una decena de estos valiosos seres humanos, o quizá más, pero lo cierto es, que hasta ahora, la impunidad ha sido la característica que cubre con su manto, en forma por demás grotesca, esos mortales actos cobardes.
En este ambiente, es conveniente recordar, el artero homicidio de Andrés Rosales, conocido como “El bigotes”, acaecido poco antes de terminar la primera semana del presente año, allá en Cutzamala de Pinzón, en la Tierra Caliente. De este caso criminal, la Justicia sigue “dormida”, y no hay para cuando, despierte. Situaciones similares las vamos a encontrar en los demás casos criminales que se sucedieron después. Y así, vemos con tristeza como el engendro de la impunidad, ocupa un primerizo lugar en los sucesos criminales que hoy ocupan este espacio.
El caso más reciente, del fin de semana pasado, es el asesinato artero y cobarde, de Rocío Mesino Mesino, luchadora social infatigable. Jamás merecía morir en la forma en que lo hicieron, por la espalda y a quemarropa. Un sujeto le llegó hasta donde ella estaba, en el mero sitio de construcción del puente para comunicar la comunidad sierreña de Mezcaltepec, con otros núcleos poblacionales del municipio de Atoyac de Álvarez, y le disparó a mansalva, fácilmente, delante de familiares cercanos, que no pudieron hacer nada.
 Después de su alevoso acto criminal, el joven matón, huyó hacia Mezcaltepec, junto con otro individuo que ya lo esperaba en una cuatrimoto, y así, plácidamente, se internaron para el rumbo de la Sierra atoyaquense. Y es aquí, donde se piensa “mal”, y se cuestiona: Que hubiera pasado con el sicario, si el muerto hubiera sido un alto personaje del gobierno? Lo más seguro que rápidamente hubieran mandado un helicóptero a rastrear al asesino y a su cómplice, y rápido los hubieran atrapado. Recordemos que estamos en una era satelital, de internet, de alta tecnología para actuar en esos casos.
 Pero como no fue así el escenario criminal, y el hubiera no existe, el homicidio de Rocío Mesino Mesino, incrementara el número de casos de crímenes políticos de la impunidad. Y es que, no ha habido voluntad, menos disponibilidad para los esclarecimientos de los sucesos criminales de personas consideradas como luchadoras sociales, ni de políticos renombrados. Adónde iremos a parar la Ciudadanía? Por tanto, podemos decir que el estado de Guerrero, vive una situación política, enrarecida, donde la lucha social, se ha visto con “ojos” de odio, de criminalidad, y la prueba cercana a esta condición, se tiene en el encarcelamiento de Néstora Salgado García, comandante de la CRAC en Olinalá.
 Una detención sin duda alguna, a todas luces, injusta e ilegal, ya que de hecho, el delito acusatorio, no tiene fundamento jurídico, pero aún así, está tras las rejas, y además, en otro estado que nada tiene que ver en el asunto. La realidad con la mencionada comandante Néstora, es otro, y no el que quiere aparentarse….HASTA LA PRÓXIMA.

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