MEMORÁNDUM

Por Gerardo Ruano Cástulo
*** Toño Gaspar y el desarrollo humano

Hace algunos años, se hablaba de cursos, talleres y conferencias para impulsar la superación personal. Hoy, el tema se llama: Desarrollo Humano. El objetivo no ha cambiado con el tiempo. Habrá cambiado el nombre, los métodos y la aplicación de la tecnología, pero la razón de éste tipo de trabajo, tiene la misma finalidad: Impulsar el crecimiento de la sociedad con mejores personas. Elevar la calidad de vida de la gente, comenzando por el trabajo mental, es una de las tareas más nobles y necesarias en nuestro estado. Eso parece haberlo visualizado el diputado Antonio Gaspar Beltrán, quien ha consolidado el denominado: Instituto de Apoyo al Desarrollo Humano Así es. El crecimiento del ser humano ha estado en la mira de quienes aspiran a mejorar la calidad de vida de la gente. No es casual, que desde hace algunos años, escucháramos hablar de la necesidad de ir a eventos relacionados con la superación personal, en los que se buscaba dar herramientas a los asistentes, especialmente en la confirmación de los principios que nos hacen mejores personas. Aunque también se hablaba ya del desarrollo de la personalidad. Cuestión que es más externa y que tiene que ver con aquella frase popular: “Cómo te ven, te tratan”. Hoy, el tema se llama desarrollo humano. Se difunden un gran número de eventos que tienen que ver con éste movimiento. Se pueden encontrar en librerías diferentes textos relacionados con el tema. También se han producido audios y videos, y en la red de Internet se encuentra mucha información al respecto. El caso es, que el objetivo sigue siendo el mismo. Tal vez hoy con mayor fuerza, ante el agudizamiento de los problemas sociales. En nuestro país las cifras no son nada halagadoras. Y Guerrero no escapa a ello. Basta citar que en 8 de cada 10 hogares se registra algún tipo de violencia. Que se ha incrementado el número de jóvenes y adolescentes que están en el terreno de las adicciones. Que los contagios por enfermedades de transmisión sexual y los embarazos en menores de edad son recurrentes. Que los índices de violencia siguen imparables. La lista es larga. Eso ejemplifica lo mermada que ésta la calidad de vida en nuestro país, y la urgente necesidad de la reconstrucción del tejido social, comenzando, efectivamente, por impulsar el crecimiento de mejores personas, con visión y mentalidad diferentes, a las que han llevado al país a ésta crisis. Por eso, es bueno que los representantes populares se involucren en este tipo de tareas. Al respecto, el diputado local, representante del segundo distrito, Antonio Gaspar Beltrán, no ha sido indiferente, y ha invertido recursos y tiempo para consolidar un Instituto de Apoyo al Desarrollo Humano, que desde hace un buen tiempo ya, ha recorrido un gran número de colonias en Chilpancingo, llevando mensajes para recuperar los principios y valores al seno de las familias y en el entorno social. En sí, la acción del diputado es sumamente positiva, como también lo es, que en éste periodo de contingencia, los integrantes del Instituto, hayan organizado brigadas de apoyo en zonas afectadas y prestado sus servicios en albergues de la ciudad. Esa es una forma de expresar, en los hechos, que en realidad desde ahí se impulsa el desarrollo humano. El caso es, que más allá de una moda, el tema ha ocupado a muchos ante el deterioro social que se vive. Y en la capital del estado, quien ha dado un gran impulso a la materia, es sin duda, el diputado Antonio Gaspar Beltrán, quien seguramente, debe tener en claro, que la única fórmula para lograr el éxito, se reduce a una sola frase: “ser mejor persona”. Esa es la cuestión.

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