MEMORÁNDUM

Gerardo Ruano Cástulo
*** Liderazgo de Aguirre ante contingencia.

Quienes trabajan en política saben que las críticas son parte natural del show. Su trabajo no estriba en cumplir gustos y caprichos, aunque eso incomode a algunos. Se trata de trabajar por el bien común. Y en un estado como lo es Guerrero, la prioridad deben ser los que menos tienen, tal y como ha sido, el ejercicio de gobierno que ha desarrollado el Gobernador Ángel Aguirre Rivero. Así es. Meses antes de la tormenta tropical Manuel, el mandatario estatal había anunciado que su gobierno, en el tramo que le falta, enfocaría todos sus esfuerzos en el combate a la pobreza. Era claro, que iba por mejorar las condiciones de vida de los que menos tienen. De abrir más y nuevas oportunidades. De reducir la brecha de la desigualdad. Y que por esa razón, le apostó con todo a la estrategia nacional: “cruzada contra el hambre”. Hoy, el desastre provocado por Manuel y otros factores humanos, ha cambiado el rumbo de muchos planes. Pero al final de cuentas, el reto es atender a los que menos tienen y a quienes resultaron mayormente afectados. Se habla de reconstrucción total de pueblos, de la construcción de miles de viviendas, de levantar la infraestructura carretera, de hacer nuevas escuelas y centros de atención a la salud, de impulsar al campo, de muchas otras obras. La magnitud de la contingencia la sabemos la gran mayoría. Hay conciencia de ello, tal y como se ve en la movilización de civiles en las tareas de ayuda a los damnificados. El punto es que el proceso de reconstrucción y reordenamiento del estado requiere de un liderazgo con visión y mucho compromiso social, cualidades que reúne el Gobernador Ángel Aguirre Rivero, quien ha tomado con mucha decisión y firmeza el timón ante la emergencia. Si el gobierno de la república ha hecho acto de presencia permanente en el estado, es porque fue precisamente el Gobernador quien dio la señal de máxima emergencia en la entidad suriana. Se informó de manera oportuna de la gravedad de las afectaciones, y por eso las acciones de rescate y ayuda se intensificaron. En ningún momento, el mandatario estatal ha sido indiferente. Y tan no lo ha sido, que por esa misma razón, ha dejado en claro, que si existen responsables que colaboraron a incrementar los daños, al dar permisos y levantar asentamientos en lugares de riesgo, no le temblará el pulso para pedir que se les aplique la ley. Su presencia en las diferentes regiones del estado y especialmente en los municipios que más afectaciones registran, no es para tomarse la foto, como tratan de hacer ver sus detractores, sino para dar la certeza y confianza de que su gobierno trabaja con todo para garantizar la tranquilidad y estabilidad de las familias. Y que el proceso de reconstrucción se comenzará lo más pronto posible. En algunos lugares ya está en marcha. Se ha comentado, que al Gobernador Ángel Aguirre le han tocado contingencias complicadas. Antes el huracán Paulina y ahora la tormenta Manuel. Entre todo lo malo, lo bueno es que la responsabilidad y el liderazgo está en manos de un gobierno sensible. Que tiene y ha tenido como prioridad a los que menos tienen, y que hoy, seguramente, dará mayor atención a quienes lo perdieron todo. La situación de Guerrero, sin duda alguna, representa un magnifico reto para el gobierno sensible y con rostro humano que encabeza el Gobernador Ángel Aguirre Rivero. Esa es la cuestión.

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