OPINION

Por Manuel Tello Zapata.
Intensos recorridos

El Gobernador del Estado, Ángel Aguirre Rivero, continúa recorriendo las siete regiones de nuestra entidad para encontrarse con la gente que resultó damnificada y establecer estrategias para solucionar los grandes problemas que nos dejó las tormentas tropicales Manuel e Ingrid. Aguirre Rivero está recorriendo en la presente semana la región de La Montaña, donde miles de nuestros hermanos indígenas resultaron duramente golpeados por las fuertes lluvias. Es en esa región, donde la destrucción de los caminos, puentes y carreteras, de por sí en mal estado, acrecentó el aislamiento de la población indígena. Hoy más que nunca se ha podido apreciar la gran labor que ha desarrollado en esa región, la señora Laura del Rocío Herrera de Aguirre, Presidenta del DIF Guerrero. A lo largo del presente gobierno estatal, ha visitado en muchas ocasiones esos municipios llevando una gran cantidad de apoyos y sobre todo, afecto y solidaridad por parte de esta especial señora. Durante amplia entrevista radiofónica que concedió ayer el Gobernador al noticiero Al Instante (Capital Máxima), conducido por Federico Sariñana y Juan José Contreras, Aguirre Rivero respondió a todos los cuestionamientos, demostrando que se encuentra empapado no solo del agua que llovió a raudales, sino de los problemas y cuantiosos daños que asolan al Estado de Guerrero. También demostró el Gobernador que no le afectan las difamaciones y chismes baratos que levantan en su contra, porque carecen de total fundamento. Este jueves se trasladará al puerto de Acapulco para recibir al Presidente Enrique Peña Nieto, con quien encabezará una reunión de evaluación donde seguramente habrá buenos resultados. Por la tarde, Aguirre Rivero regresará a la región de La Montaña, para continuar con su gira por todos esos municipios, sin importar los obstáculos y dificultades que implica esta gira de trabajo. Ya está acostumbrado El Jefazo a la “chinga” diaria. DOS DE OCTUBRE, VANDALISMO LAMENTABLE. En el año de 1968, el pueblo mexicano esperaba con emoción el inicio de las Olimpiadas que por primera vez en la historia se celebrarían en nuestro país. En julio, un grupo de policías allanó la Preparatoria Isaak Ochoterena en la ciudad de México, cometiendo abusos y destrozos, violando además la autonomía universitaria. Comenzaron las protestas por esos hechos, que unidos a la inconformidad del pueblo por la falta de una verdadera democracia, fueron aglutinando a miles de estudiantes. Un grupo representativo de mis compañeros de la Prepa cinco de Taxco, acudimos a la gran marcha del dos de octubre. Marchábamos en la retaguardia cuando comenzó la balacera más grande que jamás hemos escuchado y logramos correr para salvar la vida. Fueron más de mil estudiantes (oficial: 300 y 700 heridos) los que murieron por las balas en la plaza de Tlatelolco. Con tal de que las Olimpiadas se desarrollaran en forma normal, al gobierno de Gustavo Díaz Ordaz no le importó cometer tal genocidio con tal de parar ese movimiento. Ese México era muy diferente al de ahora. Solo había un partido en el poder y ni soñando podía ser Diputado, Senador, Alcalde, Gobernador, alguien de otro agrupamiento político. El Presidente de la República tenía un poder absoluto. Aun sin internet ni redes sociales, a través de la literatura marxista, los estudiantes sabíamos que solo por la fuerza DE LAS ARMAS, se podía terminar con la dictadura priísta, que mataba a quien levantara la voz para protestar en contra del estado de cosas. El Mismo PRI le debe un homenaje a los caídos en Tlatelolco. Ese sería su mejor acto en estos tiempos. Si ese PRI tuvo algo bueno, fue que entendieron que no podían mantener ese poder absoluto y de manera gradual fueron entregándolo a una sociedad harta del totalitarismo. A 45 años de distancia México ha cambiado mucho. Hoy vivimos la primavera de la democracia y la libertad de expresión es una realidad absoluta que en 1968, ni soñando pensamos que pudiera existir.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario