MEMORÁNDUM

Por Gerardo Ruano Cástulo
*** Peña Nieto; solidaridad histórica con Guerrero
Ante las condiciones de pobreza que prevalen en Guerrero, el discurso de los políticos de la entidad se enfocaba, muchas de las veces, en demandar a la federación una mayor atención y asignación de recursos. Se dejaba entrever, la insensibilidad del centro para con la entidad suriana, así como para aquellos estados, que también se encuentran en los últimos lugares del desarrollo humano. Eso, evidentemente, lo ha sabido el presidente del país, Enrique Peña Nieto, quien con mucha antelación a la contingencia provocada por la tormenta Manuel, ya había puesto en su lista de prioridades al estado de Guerrero.
Por eso fue aquí, en donde se lanzó y relanzó la estrategia nacional contra el hambre. Y hoy, el plan Nuevo Guerrero, confirma la voluntad del mandatario nacional para mejorar las condiciones de vida de los guerrerenses.
Así es. Durante largos años se cuestionó el abandono e indiferencia de la federación. Se criticó la falta de seriedad de algunos presidentes para cumplir los compromisos pactados con los guerrerenses. Con la llegada del presidente Peña Nieto, y luego de que en la entidad, lograra más votos el Peje, no había grandes expectativas sobre los apoyos que pudieran llegar de la federación hacia el estado. Sin embargo, si de algo podemos hablar, en lo que va del sexenio Peñista, es que su presencia en Guerrero ha superado en mucho a todos sus antecesores.    
Los estudios de opinión, levantados en diciembre de 2012, después de que asumiera el poder Peña Nieto, reflejaban que solamente dos de cada diez de los encuestados creían que el presidente habría de regresar a tierra suriana para cumplir sus compromisos. 5 de cada diez opinaban que se olvidaría de plano del estado. En tanto los otros tres, le concedían el beneficio de la duda.
El mandatario nacional regresó a la entidad suriana al poco tiempo de haber llegado al poder. Y regresó para reafirmar sus compromisos y poner en marcha el cumplimiento de algunos de ellos, como es el caso de Chilpancingo, en donde ya se aplican recursos para mejorar el abasto de agua a los capitalinos.
Más tarde vendría a poner en marcha la estrategia: Cruzada Nacional Contra el Hambre, en donde están incluidos más de la mitad de los municipios de Guerrero, y en los que se busca mejorar las condiciones de vida de la gente, mediante la coordinación de todas las dependencias federales y los gobiernos, estatal y municipal.
La presencia de Peña Nieto ya se había dejado sentir en el estado, mucho antes de la tormenta Manuel, por lo que era predecible, que tras la tragedia, viniese con mayor vigor el apoyo de la federación. Y los hechos hablan de que el presidente ha reiterado su voluntad para levantar a la entidad y su compromiso es dejarla mejor que antes, mediante un proceso de reconstrucción, signado con el nombre: Plan Nuevo Guerrero, por medio del cual, llegarán grandes inversiones, como nunca en la historia del estado.
Difícilmente, en la historia del estado, se podrá encontrar un presidente tan solidario como Peña Nieto, lo está siendo con la entidad suriana. No olvidar las constantes críticas a la federación por su olvido, abandono e indiferencia. Hoy, es natural que sus detractores cuestionen sus visitas y le busquen cosas para golpear su imagen. Tal vez nunca se imaginaron el grado de solidaridad que mostraría para Guerrero. En lo particular, creo que ahora, se debe ponderar, en su justa dimensión, la presencia del gobierno federal en la entidad suriana. Según veo, como nunca se había visto por éstas tierras delo sur. Esa es la cuestión.

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