Oportunismo y ambición perversa
Uno de los funcionarios que más se anda promoviendo para ocupar el lugar que dejó acéfalo con su deceso reciente el Licenciado Juan Alarcón Hernández, en la presidencia de la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos, es el Visitador General Hipólito Lugo Cortés, pese a que continúa siendo investigado por la Contraloría de esa institución, así como tres abogadas que laboran con él, por no agilizar la solicitud de medidas cautelares que solicitó el finado dirigente social Luis Olivares Enríquez.
Por culpa de esta omisión grave que cometió el Visitador General, Olivares no recibió apoyo policiaco pese a las amenazas de muerte que le proferían, y fue asesinado por sicarios dentro de su propio domicilio. Si se confirma la negligencia de Hipólito Lugo, podría ser dado de baja junto con las tres abogadas, que finalmente podrían no tener la culpa.
Lo peor del caso es que este Visitador General anda como chivo en cristalería promoviéndose para que lo designen nuevo Ombudsman guerrerense, lo que sería un craso error por sus malos antecedentes. Cuando mataron a Luis Olivares, el Ombudsman Juan Alarcón se molestó mucho y al reclamarle a Lugo Cortés por esa criminal omisión, simplemente le contestó que estaba atendiendo otros asuntos. ¡Hágame usted el fabrón cavor!
Es necesario que el Gobernador Ángel Aguirre Rivero y los miembros del Congreso local no se dejen sorprender por el ambicioso Hipólito Lugo Cortes. Su falta de ética es más que evidente y los mismos trabajadores de la Coddehum pueden dar fe, de su trato déspota y prepotente para con los más desprotegidos.
NUEVO DESATINO DE MALA LECHE.
El Presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, Raúl Plascencia Villanueva, arremete por segunda ocasión en contra del Gobernador del Estado ángel Aguirre Rivero, pero como no se informó debidamente de la situación legal que prevalece en nuestra entidad en materia de seguridad pública, nuevamente hará el ridículo como lo hizo cuando se coludió con el gobierno de Felipe calderón para culpar por la muerte de dos estudiantes de ayotzinapa, al gobierno guerrerense.
En un supuesto informe especial, que Raúl Plascencia debería hacer en Michoacán, donde de veras existe un vacío de poder por la fuerza de la delincuencia organizada, el Ombudsman nacional asegura que Ángel Aguirre tiene dos caras en su trato con las policías comunitarias. Por una parte los apoya hasta con dinero y por la otra criminaliza su trabajo encarcelando a los dirigentes de estos grupos.
Se nota que Raúl Plascencia solo vino a escuchar las voces de esas organizaciones que tienen muchos años lucrando con la lucha social, en especial el grupo Tlachinollan que tiene incrustado en la CNDH a uno de sus abogados. Estos grupos le lavaron el cerebro al Ombudsman para culpar al Gobernador de todos los males que ellos mismos hacen, con sus transas y movilizaciones sin ton ni son.
Movido por su enojo contra Aguirre Rivero porque no pudo culparlo de lo que le hizo la policía federal a los de Ayotzinapa en el 2011, Plascencia asegura que pedirá al Congreso federal la desaparición de poderes en Guerrero. Obviamente, nadie le hara caso en esa instancia, lo van a tirar a loco.
En primer lugar, la violencia que padecemos es producida por la delincuencia organizada, cuya responsabilidad de combatirla le corresponde al Gobierno Federal, no al del Estado, que solo actúa en ese caso como coadyuvante. Por otra parte, la Constitución local faculta al poder ejecutivo para apoyar hasta con recursos a los grupos de autodefensa como la CRAC y la UPOEG, e impulsar a la policía comunitaria municipal.
En Guerrero solo se ha encarcelado a los dirigentes comunitarios que han incurrido en errores que tipifican delitos punibles y se respeta por completo la protesta social, que se manifiesta con paros, bloqueos y plantones por doquier. Irónicamente, quienes más acusan al Gobierno del Estado de criminalizar la lucha social, como Tlachinollan, Tadeco, etc., jamás han sido asesinados, amenazados o metidos a la cárcel.
Nuevamente Raúl Plascencia Villanueva demuestra con esta actitud, su ineficiencia y mala fe. El ridículo nacional será su destino final y ojalá que se le destituya por parcial, corrupto e ineficiente.
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