MEMORÁNDUM

Por Gerardo Ruano Cástulo
*** Ahí la lleva el rector de la UAGro
Todas las condiciones se han generado dentro de la Universidad Autónoma de Guerrero, por sus siglas UAGro, para que el rector Javier Saldaña Almazán encabece una gestión histórica. Y viendo los resultados de su trabajo, es evidente que no está desaprovechando ésta oportunidad, que sin lugar a dudas, abre un nuevo panorama para la institución y la entidad suriana. Así es. La unidad que existe al interior de la máxima casa de estudios de Guerrero, es el terreno ideal y fértil para el crecimiento de un proyecto diferente y alejado de las viejas prácticas que se han indilgado a la universidad.
Eso lo sabe el rector, quien con ese respaldo ha sostenido un ritmo de trabajo intenso, en aras de elevar la calidad de la academia, investigación y cultura, mediante un proceso que no solamente va al mejoramiento de la infraestructura y apertura de nuevas opciones académicas, sino a la certificación de la calidad de sus escuelas y docentes.  
No se trata simplemente de un proceso para ubicar a la UAGro en el ranking de las mejores universidades, sino de que la institución asuma el compromiso social que tiene con su estado. Por eso se ve al rector Javier Saldaña Almazán en contacto permanente con diferentes autoridades de los tres niveles de gobierno. Con quienes busca que la máxima casa de estudios se integre con todo en los proyectos de desarrollo de Guerrero.
Bien se dice, que el progreso del estado para por su universidad, y en ese sentido, es bueno ver que la máxima casa de estudios se encuentra en un proceso de transformación, con la idea clara de responder a esa enorme misión, luego de que la entidad se encuentra sumergida en condiciones difíciles de pobreza, insalubridad e inseguridad.
Cuando Javier Saldaña asumió la rectoría, se dijo que tenía un elevado compromiso, luego de haber llegado como candidato único y con un apoyo impresionante. Se planteó que tenía el reto de hacer una gestión histórica y de iniciar una etapa diferente en la UAGro. Y haciendo un balance de éstos hechos, es evidente que no ha decepcionado a quienes apostaron mucho por él. Al contrario, está haciendo buenos los pronósticos y es palpable que su prioridad es poner a la Universidad en otro nivel.
A Javier Saldaña se le ve por toda la máxima casa de estudios. No es un rector de escritorio. Ha estado en todas las regiones de la entidad para poner en marcha diferentes proyectos. Sin olvidar aquí, el tiempo que ha dedicado a tocar puertas con el objetivo de que lleguen más recursos que fortalezcan el trabajo de la máxima casa de estudios.  
El saldo que arroja el trabajo del rector lleva matices históricos, ya que en el breve tiempo, ha puesto cimientos fuertes a una nueva forma de hacer las cosas en el seno de la máxima casa de estudios. Hoy no se le apuesta a la grilla, movilización e inestabilidad. Los de ahora, son tiempos de comunicación y desarrollo. La imagen de la UAGro es de trabajo y armonía. Se palpa que la prioridad es aportar para el bien del estado de Guerrero.
En suma, iniciar con ese proceso de transformación era lo que se esperaba del rector Javier Saldaña, y en los hechos, tal y como es evidente, está respondiendo acertadamente a éste reto. De esta manera, envía un mensaje claro a la comunidad universitaria y al pueblo de Guerrero, en el sentido de que ha valido la pena apostar por la unidad. Esa es la cuestión.

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