MEMORÁNDUM

Por Gerardo Ruano Cástulo
*** Líder del SUSPEG y el sello de trabajo
Si bien es cierto, cronológicamente se cumplen dos meses de la asunción de Adolfo Calderón Nava a la dirigencia del SUSPEG, en tiempo efectivo de trabajo, por el periodo vacacional decembrino, hablamos de un mes y días de gestión. Periodo, en el que el nuevo líder, ha dejado en claro cuál será el rumbo de los próximos cuatro años de la organización sindical. Especialmente por la cercanía que tendrá con los secretarios seccionales y la gestoría eficaz que habrá de encabezar.
Así es. En el breve tiempo que lleva en la dirigencia estatal del SUSPEG, Adolfo Calderón Nava ha comenzado a dar muestras y señales de que sabe honrar y cumplir su palabra. De entrada, al asumir con mucha responsabilidad el encargo. Lo cual se vio reflejado en la conformación de su comité, en donde el llamado fue claro al trabajo, eficacia, humildad y honestidad. La idea central, es evidente, construir una gestión sólida sobre la base de un equipo que entienda el nuevo concepto.
Y no solamente en palabras, sino que sabedor, de que la mejor forma de convencer es con el ejemplo, Adolfo Calderón ha arrancado su gestión a un muy buen ritmo. En el corto plazo, se le ha visto hacer presencia en diferentes secciones del sindicato. Encabezar eventos de entrega de pliegos petitorios a alcaldes y funcionarios. Presidiendo asambleas electorales para cambios de comités. Siendo testigo también de informes de secretarios seccionales. Una serie de acciones, que muestran a un líder que se encuentra siempre cerca de las bases.
El llamado durante sus primeros eventos, en las secciones que ha visitado, ha sido a la unidad. A cerrar filas en torno a un proyecto que busca alcanzar más y mejores conquistas para los trabajadores. En ese sentido, Adolfo Calderón sabe que el reto no era lograr una candidatura única en el SUSPEG, sino encabezar una gestión fuerte, respaldada por la unidad de los más de 20 mil suspegistas. Tampoco se trata de encabezar una gestión sólida para ejercer presión y obtener así los beneficios, sino más bien, convertirse en un aliado del desarrollo del estado, ya que Guerrero necesita del trabajo y el esfuerzo de todos.
En el mes y días que lleva en la dirigencia, ha quedado claro que el nuevo líder del SUSPEG no llegó a descansar. Siempre se le ve dentro de sus responsabilidades. Si es en las oficinas centrales, dando audiencias a los trabajadores, si es en las oficinas de gobierno realizando alguna gestión o presentando propuestas, si es en alguna región del estado, manteniendo el contacto cercano con los secretarios seccionales y sus bases.
Algo que sucede, es que Adolfo Calderón gusta de ser efectivo en su trabajo y hacerlo sin muchas luminarias. De hecho su asunción a la dirigencia estatal, fue producto de ese trabajo constante, como la gota de agua que taladra el concreto, sin hacer aspavientos, ni andar buscando el lucimiento.
Hoy, si bien aparece más en medios, predomina su humildad. Es un político que no gusta del lucimiento. Prefiere trabajar de manera responsable y dar resultados. Y hace bien, porque independientemente de que su reto es encabezar una gestión responsable, los tiempos de ahora, son para quienes hablan con los hechos. Y según los acontecimientos, ese parece ser el sello que imprimirá a su periodo de trabajo. Esa es la cuestión.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario