MEMORÁNDUM

Por Gerardo Ruano Cástulo
*** La calidad humana de Jorge Salgado Parra

El dinero y el poder, de nada sirven cuando no se tiene un propósito en la vida. Bien dicen que el dinero no es la felicidad. Y que el poder no significa por si mismo servicio. Lo que cuenta realmente, es la calidad del ser humano. El dinero se pudre en un corazón pobre. Y el poder trastorna al inestable emocional. Todo tiene sentido, cuando las acciones de la persona tienen efectos positivos en los demás, tal y como lo refleja el trabajo del diputado federal. Jorge Salgado Parra.

Así es. Muchas veces la vista se centra en las cuestiones materiales. En el deseo de contar con poder para estar por encima de los demás. Nos olvidamos, de que todo tiene un propósito. Nada existe de manera casual o aislada. Quienes han encontrado esa misión que tienen en la vida, disfrutan de lo que hacen. Ya no se trata de dinero y poder, sino de la satisfacción que produce servir a los demás.

El verdadero propósito de la vida, descansa sobre el gran don de dar. De hacer algo por los demás. De contribuir, antes de pensar en recibir. No se trata solamente de conseguir el éxito mundano, que simplemente sirve para regocijar el ego y llenar de toxinas la mente y el corazón del ser humano.

Cuando vemos al diputado Jorge Salgado Parra, es evidente que está trabajando en lo que le gusta. En el ámbito político se le ve como pez en el agua. En medio de su juventud, se le ve disfrutando de la oportunidad que ha sido puesta en sus manos. Y lo mejor, es que lo hace sirviendo a los demás. Estando cerca de la gente que ha confiando en él mediante la emisión de su voto.

¿Cuál es el delito que le achacan hoy a Jorge Salgado Parra? ¿Tener dinero y poder? En realidad, de fondo preocupa a sus detractores, no solamente sus altos índices de popularidad y aceptación en la ruta de la presidencia municipal de Chilpancingo, sino la forma en que viene trabajando, en donde su proyecto político sigue subiendo como la temperatura ambiental de estos días de invierno, en los que ha hecho más calor que en verano.

Es evidente, que la fórmula del diputado federal tiene como base los principios básicos para crear prosperidad y abundancia. Antes de pensar en buscar otra vez el voto ciudadano, le apuesta a entregar buenos resultados de su trabajo y a seguir siendo altamente solidario con la gente. Desde la Cámara de diputados federal fluyen magnificas noticias de su trabajo. Y en los municipios que representa es mucha la gente que se siente satisfecha con la presencia de un representante popular, que entiende su misión de servir.

Los hechos hablan de un Jorge Salgado Parra que ha encontrado el lugar ideal para cumplir con su propósito. El dinero y el poder no le marean. Por el contrario, ambos elementos los ha puesto al servicio de la gente. No se trata de un joven codicioso ni tocado por la avaricia. Más bien, de alguien cuya prioridad es dar, antes que pensar en recibir. Esa fórmula le resultó cuando fue diputado local. En las elecciones siguientes prácticamente arrasó en las urnas.

Por eso hoy sus detractores están preocupados. Saben de la estatura política del diputado, y que su proyecto no descansa sobre el poder y el dinero, sino en su calidad como persona. Eso es lo que realmente debe tenerlos preocupados. Esa es la cuestión.