Mujer del sol,
que en cada estación
mudas de piel
te conviertes en lunas,
estrellas gigantes,
mariposas nocturnas,
inquietas violetas…
o en sirenas de fuego
suspirando a la luna.
Mujer del sol
criatura marina
errante golondrina
pasión en vendaval
o borrascoso huracán.
Mujer de fuego
sirena de amor
cuando abres las puertas
de tu mansión
se asoman los vientos…
y a tu antojo
los tres restantes
elementos.
La tierra se mueve
y grita su vida,
el agua se aclara
y te deslizas
como pez mítico en ella.
Y el fuego en tu interior
golpea fuertemente
tu pecho pasional.
Y los cuatro elementos
se hacen uno en tu
totalidad.
¡Y agitas las manos!
¡Aquietas la mente!
y los pensamientos con alas
se dirigen a la fuente.
Escondes tus manos
detrás de tu espalda,
guardando paciente
a que suba la marea
para montarte en la ola
que te lleve a tu destino.
Esperando el mañana,
viviendo el presente.
con un bello obsequio
que abrirás cuando
despiertes.
Ana Alicia Vargas López.
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