TUMBANDO CAÑA

Por Juan Antelmo García Castro
El PRI le quita el sueño a Ernesto Cordero y lo pone nervioso
Tal parece que en el actual proceso para la elección de dirigente del Partido Acción Nacional, el PRI trae muy nervioso a algunos panistas y para muestra este botón azul: ‘‘Yo quiero ser presidente del PRI... para ordenar ese legado de millones, de miles de mexicanos que desde 1939 han construido un país, el país que hoy tenemos’’, así lo exclamó en un momento de arrebato el Senador panista con licencia Ernesto Cordero Arroyo, quien aspira a ser dirigente máximo de su partido y que no detectó el garrafal lapsus durante su discurso pronunciado el miércoles pasado a sus correligionarios en Mérida, Yucatán…
Como ya es característico en él, Cordero Arroyo no le dio mayor importancia al imperdonable error cometido y pretendiendo hacerse el chistosito soltó la carcajada exclamando: “No, hombre...”,  “¡Dios me libre! ¡Toco madera!”… Aunque cabe recordar que Dios no libró a Ernesto Cordero Arroyo por la tremenda pifia cometida en el Congreso de la Unión en el año 2012 cuando, gracias a su lamentable ignorancia legislativa, la presidencia de la mesa directiva de la Cámara de Diputados terminó definitivamente con el carácter preferente de la reforma a la Ley Federal de Trabajo, al turnar la minuta a la comisión en la materia para su trámite ordinario…La postura asumida en la presidencia camaral se sustentó en el yerro del presidente del Senado, el panista Ernesto Cordero, quien evidenciando absoluto desconocimiento del procedimiento parlamentario, el martes 23 de octubre de 2012 solicitó a la secretaría general en San Lázaro que la minuta se desahogara de acuerdo con el artículo 72 de la Constitución, que establece un procedimiento ordinario para resolver las diferencias de criterio entre ambas cámaras…Cordero Arroyo no invocó en ningún momento la vigencia del artículo 71 de la Constitución, que garantizaba a la minuta la categoría de preferente, por lo que tan grave error fue aprovechado por experimentados priistas en materia parlamentaria como Manlio Fabio Beltrones, quienes acatando las indicaciones del presidente del Senado simple y llanamente aceptaron que el documento se enviara a la Comisión de Trabajo para su dictaminación…¿Pero en qué consistió la pifia de Cordero Arroyo?...A saber: en el oficio DGPL 62-II-7-95, enviado a la Cámara de Diputados, el senador Cordero expresó que “para los efectos del artículo 72 constitucional” se envía el proyecto de decreto por el que se reforman, adicionan y derogan diversas disposiciones de la Ley Federal del Trabajo (LFT)…Los viejos lobos tricolores de la política nacional y parlamentaria argumentaron, defendieron y se salieron con la suya “chamaqueando feamente” al Senador panista, al considerar que en lugar de citar el artículo 71 (que se había reformado recientemente para permitir que el Ejecutivo federal presente dos iniciativas preferentes al inicio de cada periodo ordinario de sesiones del Congreso), Ernesto Cordero Arroyo se basó en el artículo 72 constitucional, fracción E… Es decir, se fue por el lado equivocado y ahí se lo acabaron los legisladores y asesores jurídicos de la bancada del PRI… Sobra decir que Cordero Arroyo negó que hubiera cometido alguna pifia, error o confusión en el fundamento legal para enviar la minuta de la reforma laboral a la Cámara de Diputados; pero palo dado ni Dios se lo quitó, aunque ahora entendemos su odio irracional hacia el Revolucionario Institucional y en el pecado lleva su penitencia: soñar con ser presidente del PRI.

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