Por Ernesto
Salayandia García
De parejas y otras cosas
Del odio al amor
Yo
fui el príncipe que se convirtió en sapo, ese príncipe, tierno, detallista,
cariñoso, atento, dispuesto, comunicativo, alegre, simpático, por demás
amoroso, ese príncipe que le decía.- Mi
amor, pedacito, cosita, piojito, mamita, y de repente, se acabó el encanto,
surgió el sapo, el cavernícola emocional, el huracán rugiente y mi lenguaje y
actitudes comenzaron a cambiar, un cambio radical.-. Estúpida.-
Tú no sabes.-
Qué estás tonta o qué? No entiendes Babosa.- No sirves para nada.-Me estorbas y
así, calificativos y descalificativos, ofensas, humillaciones,
ridiculizaciones, intimidaciones y todo lo que es destrucción en una buena
relación de pareja.- Perdimos el respeto, nuestra relación se tornó agresiva,
neurótica, enferma, destructiva y fuimos de mal en peor, engrandeciendo la
codependencia, usando el chantaje y la extorsión emocional, manipulando, controlando y el hilo, se
rompió, una y mil veces, pero aun así. Regresábamos a intentarlo y en éstos 22
años, seguimos luchando; en lo personal, trato de que éste sapo que soy, se
convierta en príncipe y vuelva a conquistar a mi mujer.
Mis defectos de
carácter y patrones de conducta equivocados
He
trabajado y mucho al macho típico mexicano que llevo dentro de mí, el déspota,
por demás soberbio, autoritario, tajante, corto, cuadrado, muy cuadrado, lleno
de soberbia, defendiendo a muerte conceptos, apegos y creencias, igual, con una
sobredosis de egos, egocéntrico, hasta las cachas, aislado, incomunicado,
orgulloso, vengativo, conmiserado, cerrado al dialogo, agresivo, ofensivo,
neurótico, explosivo, indiferente, sarcástico, burlón, controlador, hostigador,
negado, infantil, demasiado infantiloide haciendo panchos y berrinches de
niños, no sé pedir las cosas ni expresar mis sentimientos, también, no podía
controlar mis emociones, ni sabía hablar de mis sentimientos, cometí muchos
errores con mi pareja y que ahora reconozco, acepto y trato de trascender con
hechos, sufrí y la hice sufrir demasiado por
mi enfermedad emocional que no aceptaba y ahora, me siento bien, estoy
bien y sé que el camino es largo y que de mí depende si es tormentoso, lleno de
baches, o es propiamente una súper autopista de tres carriles.
La diferencia
entre las mujeres inmaduras y las mujeres maduras
Las
mujeres inmaduras quieren controlar al hombre en sus vidas. Las mujeres maduras
saben que si el hombre es realmente suyo, no hay necesidad de control.
Las mujeres inmaduras monopolizan el tiempo de su hombre. Las mujeres maduras
se dan cuenta de que un poco de espacio, hace el tiempo juntos algo más especial.
Las mujeres inmaduras pelean por un hombre. Las mujeres maduras se ganan el amor y respeto de los hombres. Las mujeres inmaduras no
perdonan y se castigan y castigan por el rencor; en cambio, las mujeres maduras
perdonan, ofrecen su hombro y un pañuelo. Las mujeres inmaduras tienen miedo de
estar solas. Las mujeres maduras conocen la diferencia entre vivir sola y vivir
en soledad; y ésta última no suele ser su compañera. Las mujeres inmaduras
ignoran a los hombres buenos, ¡ni siquiera los saben reconocer! Las mujeres
maduras ignoran a los malos, ¡los olfatean de inmediato! Las mujeres inmaduras
lastimadas por un hombre, hacen que todos los hombres paguen por eso. Las
mujeres maduras saben que fue sólo un hombre y nada más. Las mujeres inmaduras
se “enamoran” y persiguen sin descanso a los hombres. Las mujeres maduras saben
que algunas veces el hombre a quien aman les corresponderá, y si no, continúan
su camino sin rencor. Las mujeres inmaduras buscan hombres que les llenen
espacios y carteras. Las mujeres maduras saben que pueden aportar valor a la vida de un hombre y esperan de él lo mismo. Las mujeres
inmaduras, al terminar una relación de pareja, no quieren saber más de él,
prohíben que se los mencionen, les cuelgan el teléfono, fingen que lo han
superado, cuando sólo están llenas de dolor y despecho. Las mujeres maduras no
tienen mayor conflicto en convertirse en una amiga ocasional de quien fue su
pareja, lo saludan, le sonríen, son amables; saben que sólo fue una experiencia
más en su vida y siguen adelante. Realmente, sin falsas posturas, saben
superarlo. Las mujeres inmaduras hacen que su hombre vuelva a casa. Las mujeres
maduras hacen que quieran siempre volver a casa. Las mujeres inmaduras dejan su
agenda abierta y esperan a que su hombre hable para hacer planes. Las mujeres
maduras hacen sus planes y cariñosamente notifican a los hombres, para que
ellos se integren como mejor les convenga. Las mujeres inmaduras se comportan
siempre como niñas. Las mujeres maduras saben en qué preciso momento dejar
salir a la niña que vive en ellas. Las mujeres inmaduras leerán esto y harán
una mueca. Las mujeres maduras lo pasarán a otras mujeres maduras. En fin, tú
decides, ¿eres mujer madura o mujer inmadura? Recuerda que los cambios están
dentro de ti. Atentamente: Una mujer que fue inmadura y ahora es una mujer
madura.
Fodonguez Causal de Divorcio
Son
tantos los factores componentes de la codependencia, de las grandes
diferencias que hay entre los protagonistas de una relación enferma,
destructiva, conflictiva, una de
ellas, son las mujeres fodongas, los hombres fodongos y éstas parejas,
truenan como espárragos, no se soportan uno al otro y hay tantos defectos de
carácter con los que puedes aborrecer a una persona, los problemas comienzan
cuando uno de los dos se sale de frecuencia, ya no están en el mismo canal,
ella, puede ser que sea una fachosa, que no se arregle, que duerma con mameluco, el mata
pasiones, que no sea capaz de echarse una rayita de maquillaje, o él, se
torne sucio, ausente de sí mismo, con los zapatos sucios, descuidado en su
cabello, abandonado en su ropa, usando camisas sucias y sin
planchar, por otro lado, la casa, tirada, la cocina sin limpiar, los
baños apestando a ya sabes qué, las recámaras en un desorden total y nadie
hace nada por salir de esa pésima rutina, lo
que sucede ahí, es que la fodonguez ya se adueñó de la situación, por
supuesto que el hombre también se torna fodongo, echa panza y se abandona de
sí mismo.
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P.D. Pero
cuesta mucho lograrlo, ¿eh?
Tan malo el pinto como el colorado
Hombres
caídos en depresión, con los calzones sucios, sin bañarse, sin rasurarse,
descuidados totalmente, zapatos sucios, calcetines rotos, los ves, y ves a la
tristeza arrolladora, víctimas de la Fodonguez, ahí, refugiados en su mundo,
sin platicar, sin convivir, prefieren quedarse tirados a ver la televisión todo
el sábado, todo el domingo que salir con la familia, no tienen vida de pareja,
cayeron en el conformismo y si te subes a su auto, puedes ver que es el camión
de la basura, viven desmotivados y es cuando te das cuenta que tiene una pareja
dispareja, que no hay acople, que no se es, tristemente, muchos hombres se
derrotan y por costumbre pueden estar apagados por años enteros, la Fodonguez,
mata a la pareja, mata a la persona, mata el amor.
Algunas consecuencias de la mujer fondonga
La familia tiene por costumbre llegar tarde a todos
lados, porque a ella se le pegaron las sábanas, si el compromiso era un bautizo
a las 10 de la mañana, ella, se
despierta media hora y de mal humor, neurótica, nerviosa, comienza a gritar a
para que todos estén a tiempo, cuando la verdad de las cosas es meramente
imposible, a las 10 con 15, salen hechos la mocha, él, va manejando como si
fuera a recibir herencia poniendo en riesgo la vida de todos, el viaje, es un
trayecto tormentoso, gritos, insultos, humillaciones, ofensas y todo lo que
caracteriza a una familia disfuncional y todo por la Fodonguez, es de esperarse
que en todos los eventos, cada uno se sienta dónde puede, menos juntos, uno por
allá, el otro por acá, en las filas de atrás y en las orillas de las orillas,
lo mismo que bodas, misas de quince años, funerales, también, las citas con los
doctores o en cuestiones importantes con abogados en el banco o en las
escuelas; la impuntualidad, es sinónimo de Fodonguez, y la Fodonguez, un claro
reflejo de que la relación de pareja, está entre azul y buenas noches.
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