MEMORÁNDUM

Por Gerardo Ruano Cástulo
*** La marca registrada de Mario Moreno
Un buen líder siempre conserva el estilo. Su marca es conocida y reconocida en todas partes. Mario Moreno Arcos, hoy alcalde de Chilpancingo, no es conocido solamente por el cargo que ostenta y los que ha ocupado. Existe un rasgo especial que le distingue y que le ha llevado a construir una carrera política exitosa. No se trata tampoco de su magnífico sistema de relaciones que ha construido, especialmente en el centro del país. Sino de la forma en que se relaciona con la gente. Esa forma de comunicarse que tiene con la población, es su marca registrada.

Así es. Hace algunos ayeres, escuchaba esa frase de que hay quienes tienen sangre para caerle bien a la gente. Algo que no era muy apreciado en el terreno político, en donde las cúpulas no buscaban personajes con presencia entre la población, sino afín a sus intereses. Se hablaba de la dichosa lealtad a quien le daba la oportunidad de crecer. El dedazo no tenía aún freno en las urnas. Hoy, afortunadamente, la ciudadanía ya puede decidir si acepta o no las imposiciones de los caciques y grupos de poder.
Mario Moreno es un ejemplo de político, del que se dice que tiene sangre para caerle bien a la gente. Su forma de tratar a las personas, desde sus inicios, lo identificó como una persona accesible, humilde y confiable. De hecho, cuando era sindico de Chilpancingo, fue precisamente su alto posicionamiento entre la gente, lo que acabó por convencer a la cúpula priísta, para abrirle la oportunidad hacia la diputación local.
No es un secreto. La carrera política del hoy presidente municipal de Chilpancingo, se sustenta sobre la relación que tiene con la población y no por su sistema de relaciones o las bendiciones de algún padrino o cacique. Y como muestra, debemos recordar que en 2005, después de la debacle tricolor, ante la paliza electoral dada a Héctor Astudillo Flores, por parte de Zeferino Torreblanca Galindo, la cúpula del PRI tuvo que aceptar y reconocer que el único que podía mantener la capital en poder de su partido, era precisamente Mario Moreno. Es claro, que saben de la marca y sello que le ha distinguido. Y un buen líder, hay que decirlo, en tiempos de crisis es fuerte.
En 2012, muchos fueron los arrollados por la inercia de Andrés Manuel López Obrador. Hasta ahora es el proceso electoral más complicado que ha enfrentado el PRI en Chilpancingo. Y el único que resistió el embate y volvió a ganar en las urnas, fue precisamente Mario Moreno. La clave volvió a estar en la forma en que se relaciona con la población.
Hoy, desde la alcaldía mantiene su sello. Eso se puede apreciar, semana tras semana. Hace apenas un par de días, se le vio en las comunidades del valle del Ocotito, en donde además de entregar la nueva comisaría a los habitantes de Buena Vista de la Salud, sostuvo un diálogo directo con los pobladores, a efecto de ir avanzando en el desarrollo de la región. También se le vería en Acahuizotla muy cerca de la gente. Y más tarde en las colonias, 20 de noviembre y Guerrero 200 de la capital, en donde su cercanía con la población fue la constante.  
La relación estrecha con la gente es y ha sido el sello que distingue a Mario Moreno. Dicen algunos, que para eso hay que tener sangre. Lo que yo creo, es que se atrevió a hacer algo diferente, justo cuando otros veneraban a otros dioses. Y ahí está el resultado. Bueno, los números no hablan nada mal en la ruta del 2015. Esa es la cuestión.

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