MEMORÁNDUM

Por Gerardo Ruano Cástulo
*** Mario Moreno; en vigilia permanente.
El proceso de reconstrucción que se realiza en Chilpancingo, a raíz del desastre provocado por la tormenta Manuel, tiene al alcalde prácticamente en vigilia. No hay día, en que Mario Moreno Arcos, deje de visitar las zonas afectadas, y en donde, está pidiendo que las obras se realicen con la mayor celeridad posible.

Así es. La actuación del alcalde capitalino desde la tormenta ha estado a la altura de las circunstancias. Su gobierno emprendió los trabajos de ayuda a los damnificados, mediante la coordinación con el gobierno del estado y el ejército nacional. Sin dejar de mencionar, la gran colaboración ciudadana.
Puntualmente, Mario Moreno se reunió con el gobernador y con los funcionarios de la federación, para plantear el recuento de los daños y las obras que se necesitaban para la reconstrucción. Incluyendo ahí, no solamente lo del Huacapa y las casas de las familias más afectadas, sino además, la situación de los pueblos, los caminos rurales, las escuelas y centros de atención, así como las de infraestructura en materia de servicios.
El presidente municipal, desde el mes de septiembre, ha estado al pie del cañón, como se dice de manera coloquial. Lo que en ocasiones se olvida, y más aún, cuando habitamos dentro de una sociedad, que en muchas ocasiones es corta de memoria, o que busca ser secuestrada por intereses políticos y hasta perversos, de gente que pretende llevar agua a su molino.
Desde la comodidad de la casa o hasta de una curul las cosas se ven de otra manera. Lo realmente importante está en el terreno de juego. Y en ese sentido, se podría decir que al alcalde capitalino le tocó bailar con la más fea, sin embargo, dentro de todo el desastre, su postura siempre ha sido la de ir hacia adelante, tal y como lo planteó unas horas después de la tormenta, “Algo bueno tiene que salir de esto”. Y no se refería precisamente a cuestiones políticas o económicas, sino a la oportunidad y el gran desafío que se abría ante sus ojos. Lo que ha implicado una entrega total y el refrendar día a día su vocación por servir.
En lo particular, gobernar Chilpancingo no es cosa fácil. Y tan es así, que hubo una racha de gobiernos regulares y malos, hasta que llegó Mario Moreno para establecer diferencia y demostrar que se podían hacer mejor las cosas. Y culminando completo su periodo. Esos son los datos, que luego se escapan de la memoria de algunos.
La demanda ciudadana es mucha y las necesidades sociales son importantes, y en ésta ocasión se adhiere el desastre, seguido de las presiones de los afectados y de la misma ciudadanía que reclama avances notables en las obras de reconstrucción. Esa es la etapa en que ahora le ha tocado gobernar, y en donde, el presidente municipal ha estado a la altura de las circunstancias.
Desde la comodidad de un sofá o desde una curul las cosas se ven diferentes. Quien se la ha tenido que rifar y convivir todos los días con la verdadera presión, es el alcalde capitalino, quien sabedor del alto compromiso que tiene, se ha mantenido en vigilia permanente.    
La reconstrucción está en marcha, por la forma responsable en que ha trabajado el alcalde, así como la experiencia que tiene para entrarle a ésta clase de asuntos. Y no se despega de las zonas afectadas, donde se realizan las obras, porque busca que se hagan con mayor eficacia y a un ritmo más rápido, luego de que la temporada de lluvias prácticamente nos ha alcanzado.
Creo que si hoy, analizáramos en su justa dimensión, la actuación de los diferentes actores políticos que suenan para la próxima gubernatura, difícilmente alguno le ha invertido tanto tiempo y esfuerzo, en todo lo que ha implicado el desastre heredado por Manuel, como lo ha hecho Mario Moreno Arcos. Lo que debe ser bien valorado y no escaparse a la memoria. Esa es la cuestión.

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