MISCELÁNEA

Por Jesús Cayetano Norberto
En buenas manos, los derechos humanos en Guerrero
Luego de cuatro meses cumplidos de estar al frente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CODDEHUM) en Guerrero, Ramón Navarrete Magdaleno, ha demostrado ser un digno sucesor de  Juan Alarcón Hernández, conocido en Chilpancingo como: “Juan Pueblo”.
Porque así, como Juanito (Q.D.E.P),  salía de sus oficinas para ir a dar la cara por quienes le solicitaban su intervención directa, la misma disciplina practica el actual ombudsman de Guerrero. La más reciente intervención de Ramón Navarrete fue la semana pasada.
Luego de que 43 ex policías municipales lo visitaran en sus oficinas, para pedir su apoyo.
Navarrete, al tener frente a él a 43 ex policías en lugar de pensar en levantar las respectivas quejas, pensó en el acuerdo, en el dialogo y la concertación, como una forma de brindar respuesta, esto, ante el funcionario correspondiente. Fue así, que se trasladaron al edificio del palacio municipal para sentarse a dialogar: los inconformes, el representante del H. Ayuntamiento de Chilpancingo, Jesús Manuel Uriostegui y el defensor de los derechos humanos, lográndose acuerdos favorables, con los respectivos tiempos de respuesta.
Magdaleno actuó de una forma muy acertada en la solución de este problema, siempre vigilante del cuidado y respeto de los derechos humanos, de principio a fin. Fue al lugar, donde, los quejosos querían estuviera de árbitro, para ser testigo de honor de los resultados obtenidos, pero sobre todo para que no se violentaran sus derechos laborales.
Esta acción deja de manifiesto, que el presidente interino de la CODDEHUM, antes de levantar una queja será árbitro de ambas partes, para que se logren acuerdos que redunden en beneficio de los derechos humanos. Evitando, a la vez trámites administrativos cansados que  la mayoría de nosotros, no estamos acostumbrados.
Ciertamente que las quejas en las corporaciones policiacas a nivel estado, así como de seguridad pública y vialidad en los municipios, son las más frecuentes, ocasionando apercibimiento o amonestación, sanción económica, suspensión o en el extremo la destitución de los servidores públicos.
Es claro que el ombudsman de Guerrero no busca inflar las estadísticas y el número de quejas registradas, si no de resolverlas para que el estado mejore en este apartado.

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