MEMORÁNDUM

Por Gerardo Ruano Cástulo
*** El éxito no se reduce a una opción. La crisis de los partidos.
En la vida no debemos cerrarnos a nuevos escenarios y posibilidades. Tener una mente abierta y dispuesta al aprendizaje para crecer, nos puede llevar a mejores puertos. Eso sucede en el terreno político, en donde los partidos políticos siguen viviendo el peor momento de su existencia. Los sondeos de opinión, por regla general, muestran siempre, entre un 30 a 40% de personas que no sienten ninguna afinidad por éstos engendros que tienen secuestrado el rumbo del país. No es casual que hoy se hable de candidaturas ciudadanas, aunque con muchas restricciones, en razón de la partidocracia que se resiste a cambiar y crecer.

Así es. Los partidos políticos lucen como la peor oferta para mejorar el rumbo del país. La falta de credibilidad en éstos se ha acentuado. La forma en que los mismos de siempre, viven del presupuesto aportado por los impuestos de los mexicanos, es una de las tantas cosas que han generado el hartazgo.
Albert Einstein lo decía con bastante claridad. “Es una locura esperar cambios, si siempre se apuesta a lo mismo”. Y en ese sentido, los partidos políticos, más bien sus cúpulas, se han negado a cambiar. Se han cerrado a la renovación y al avance de nuevas generaciones, que tal vez si podrían estar marcando diferencia. Persisten los intereses de grupo y la lucha por mantener el poder, por encima de lo que verdaderamente importa a los habitantes del país.
Por eso, los partidos políticos lucen envejecidos y con una forma caduca. No representan los intereses de la sociedad. Sus cambios solamente se escuchan en el discurso. Los hechos hablan de familias y grupos de amigos e incondicionales que gozan de los privilegios y canonjías. Y ahora que se sienten amenazados por las candidaturas ciudadanas, los enormes candados, son el sello claro de la defensa de su hegemonía.
Si bien los partidos políticos han sido la vía para llegar al poder en el país, en los últimos años, ante la crisis de éstos engendros, porque en eso se han convertido, la ciudadanía ha incrementado su preferencia de votar a favor de la persona o candidato y no por el color del partido. De ahí, que algunos que han sido rechazos, hayan alcanzado éxito por medio de otro instituto. Lo que habla de la importancia, por como están las cosas, de no cerrarse en una sola idea o posibilidad.
Hoy vemos el caso de Socorro Mondragón Sosa, quien después de trabajar por décadas a favor del PRI, ha decidido dejar las filas de ese partido, luego de que en la delegación federal de la Sedesol, “sus amigos” le dieran un trato poco digno. Algo que parece injusto, para una señora que tiene una trayectoria respetable dentro del ámbito político. 
Soco Mondragón, como se le conoce en el ambiente, por citar algunos datos, fue regidora y sindica de Chilpancingo. Líder estatal del Sindicato del ISSSTE y secretaria de Conflictos del Comité Nacional de ese mismo sindicato. Su participación en el Organismo de Mujeres priístas es amplia, así como en diferentes tareas que le asignó el PRI. Siempre fue leal y entregada a la causa priísta, y creo que no merecía el trato que recibió.
Con la renuncia de Soco Mondragón al PRI, ese partido pierde a un activo sumamente valioso. Bastaría con ver las imágenes de su cumpleaños reciente, celebrado en el salón Cuicalli de Chilpancingo, donde se dieron cita, cientos de amigos para felicitarle y manifestarle su apoyo.
En lo personal, considero la decisión de la ex sudelegada de la Sedesol federal, como una muestra de que es importante estar abierto hacia otros panoramas y fronteras. El éxito no se reduce a una sola opción. Y mucho menos. Cuando los partidos políticos viven hundidos en la peor de las crisis. Lo que cuenta, y debiera contar siempre, es el valor y la calidad humana. Esa es la cuestión.

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