MEMORÁNDUM

Por Gerardo Ruano Cástulo
*** Ciertas las posibilidades del PRI rumbo al 2015
Es cierto. Las posibilidades que tiene el PRI para regresar al poder en Guerrero son altas. El escenario advierte la llegada de una lucha muy cerrada por la gubernatura. Hoy, nadie tiene tres cuartas partes del cuerpo en casa Guerrero. Ni tampoco existe un liderazgo que aventaje con amplia claridad en la ruta del 2015. Y para el partido tricolor, es sumamente positivo, tener a un aspirante con buen posicionamiento en la persona del alcalde capitalino, Mario Moreno Arcos.

Así es. Bien se dice, que quien no conoce la historia está condenado a repetirla. Bajo esa consideración, el mayor riesgo que posee el PRI, para alejarse de la posibilidad de regresar a Casa Guerrero, sería la falta de acuerdos y unidad entre sus partes. Y que prevaleciera la lucha entre los grupos y no se cerrara filas en torno a un proyecto en común.
Para las elecciones de 2011, el PRI tuvo la oportunidad histórica de regresar al poder en el estado. El escenario lucía totalmente favorable. Tan es así, que su entonces dirigente estatal, Marco Antonio Leyva Mena, hoy funcionario del gobierno federal, habría soltado aquella frase: “tenemos tres cuartas partes del cuerpo en casa Guerrero”. Sin embargo, los grupos se pelearon con la inercia electoral. Optaron por imponer a Manuel Añorve Baños, quien quedó mal con Dios y con el diablo, hundió al PRI en Acapulco y se quedó lejos de la gubernatura.
Si hoy el partido tricolor se vuelve a dar esa clase de lujos, sus posibilidades se habrán de desvanecer. La unidad en torno al proyecto que tenga el mejor posicionamiento será importante. Hacerlo de otra manera, sería volver a repetir la historia y tropezar con la misma piedra. Una imposición, sería aplaudida por sus vecinos de enfrente, quienes a pesar de contar con un aspirantes bien posicionado, en la persona del Senador Armando Ríos Piter, poseen debilidades, que comienzan por las fracturas que ha sufrido la izquierda en Guerrero. Sin el apoyo de Movimiento Ciudadano, antes Convergencia, y sin los Morenistas de López Obrador, el escenario no les luce fácil.     
Dentro de las filas priístas, el mejor posicionado es el alcalde capitalino, Mario Moreno Arcos, quien como ya se sabe, cuenta con afectos muy importantes en el circulo cercano al presidente del país, Enrique Peña Nieto. Dentro de ese sistema de relaciones, se habla de los dos hombres fuertes y de confianza del Peñismo, Miguel Ángel Osorio Chong, Secretario de Gobernación, y Luis Videgaray Caso, Secretario de Hacienda. Sin olvidar aquí, que también goza de una extraordinaria amistad con el gobernador Ángel Aguirre Rivero. Y al interior de su partido, en el estado, hoy es bien visto por el grupo Figueroa.  
Los números de los sondeos indican con claridad el crecimiento que registra Moreno Arcos, y los hechos hablan, de que en los próximos meses, con las obras que están en marcha en su municipio, como es el caso del abasto de agua, la reubicación del relleno sanitario, la reconstrucción de las laterales del río Huacapa, las casas de los damnificados, entre otras tantas de los diferentes programas, sus bonos pueden seguir creciendo.
El asunto, para el PRI,  pasa por la duda, sobre si en ésta ocasión, sus grupos se habrán de poner de acuerdo. Si concretarán la unidad en los hechos o ésta se quedará solamente en el discurso. Y habría que ver además, el impacto del proceso de la reconstrucción que encabeza el gobierno federal priísta, que también juega en todo esto, para bien o para mal de su causa.   
Lo cierto es, que las posibilidades ahí están. ¿Tendrá el PRI, en ésta ocasión, el acierto de jugar de manera adecuada sus cartas? Esa es la cuestión.

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