OPINION

Por Manuel Tello Zapata

Buena trayectoria

Sin duda alguna, uno de los principales factores para mantener buenos niveles de gobernabilidad en Guerrero es el Congreso del Estado, que en casi dos años de trabajo ya fincó una legislación moderna, que le vendrá a dar mejores niveles de vida a los guerrerenses. Tan solo la aprobación de una Constitución, de las más avanzadas a nivel nacional, basta para acreditar esa buena labor de nuestros diputados.

Mucho tiene que ver en estos resultados positivos, el trabajo de operación política que ha hecho el Presidente de la Comisión de Gobierno, Bernardo Ortega Jiménez, un diputado maduro y con amplia experiencia legislativa, que ha sabido construir los acuerdos necesarios para conseguir entre otras cosas, que las reformas más importantes como la Penal, la Constitución, ahora el nombramiento del Auditor General del Estado etc., sean aprobadas casi por unanimidad del pleno legislativo.

Bernardo Ortega Jiménez es uno de los mejores políticos perredistas y su trayectoria de muchos años está bien cimentada en sus triunfos electorales como Presidente municipal de Quechultenango y diputado local en dos ocasiones. Es una persona que trabaja cerca de la gente, que es bien apreciada por sus representados y por la clase política, donde le reconocen su vocación plural, que le permite establecer un dialogo amplio y de resultados, con todos los partidos políticos.

No se vale por lo tanto, que algunos envidiosos y gente de su propio partido, pretendan empañar el trabajo del Diputado Ortega Jiménez, cuya trayectoria es bien conocida por todos y no tiene nada de qué avergonzarse como ciudadano y como político. 

YA SALIÓ EL PEINE

El Gobernador del Estado Ángel Aguirre Rivero es un hombre generoso, de buenos sentimientos, pero no es un tonto del que se puede uno burlar a cada rato. El mismo ex Senador David Jiménez Rumbo soltó la verdad de los resentimientos y ataques que mantiene a diario en contra de Aguirre Rivero. El dueño absoluto del Grupo Guerrero está herido porque le quitaron a su guardia personal, nada más y nada menos que siete guardaespaldas que pagaba el pueblo con sus impuestos.

El Gobierno del Estado no tiene ninguna obligación de proporcionar seguridad personal a los ex funcionarios, como asegura David Jiménez Rumbo. Solo si su vida corriera peligro por razones del trabajo que desarrolló, se justificaría otorgarle seguridad; pero no es el caso de un ex titular de Desarrollo social.

Aguirre Rivero se había pasado de buena gente manteniendo la seguridad en torno a Jiménez Rumbo, un sujeto malagradecido y sin escrúpulos, que antepone sus intereses personales y de grupo a toda circunstancia que le beneficie. Hoy escupe al cielo, enojado porque le han quitado a sus guardaespaldas gratuitos y por eso acusa sin pruebas y se revuelca, supuestamente lastimado sin tener culpa alguna. Pobrecito.

PONIÉNDOSE DE PIE

De manera clara, el Presidente municipal de Chilpancingo Mario Moreno Arcos declaró ayer que a diez meses de la contingencia ambiental que nos inundó en el pasado mes de septiembre, Chilpancingo está de pie. En efecto, poco a poco se van cerrando las heridas que nos dejaron las tormentas Ingrid y Manuel (primero las damas); el Paseo Alejandro Cervantes Delgado ya fue reabierto en su totalidad, con lo que la circulación vial está mejorando en el primer cuadro, donde el caos era superior a la paciencia de los conductores.

Ahora el problema es la pavimentación con concreto hidráulico del Bulevar Vicente Guerrero, que genera grandes molestias para los automovilistas y visitantes que se dirigen a Acapulco y se topan con un gran bloqueo propiciado por estos trabajos. Es necesario que las empresas constructoras aceleren la conclusión de esta obra para que ahora si Chilpancingo esté de pie y con una vialidad de primera.

Mario Moreno es un político y Alcalde que no descansa un momento y gracias a esa dinámica de trabajo se está logrando que la situación regrese poco a poco, pero no de rodillas, a la normalidad. Nuestro Presidente municipal supervisa constantemente los trabajos, tanto en la cabecera municipal como en las comunidades, donde también se sufrió en forma severa con la contingencia de septiembre.

El otro problema fuerte de Chilpancingo, la inseguridad, también está siendo atendida en un nivel superior a la instancia municipal con la aplicación del mando único, que debe dar resultados en el menor tiempo posible. Aunque ya no es de su absoluta responsabilidad, Mario Moreno también está atento a la solución de este problema y de todos los que nos aquejan.