MEMORÁNDUM

Gerardo Ruano Cástulo

*** Educación. ¿Cuestión de resultados?

Con la llegada del nuevo ciclo escolar, se abre la expectativa de los resultados que se esperan, luego de la cercanía del proceso electoral y la existencia de un magisterio disidente, que solamente busca pretextos para abandonar las aulas. Se habla de que un objetivo medular es cumplir con el calendario escolar establecido, a efecto de realizar las metas de enseñanza que se tienen trazadas. El asunto, es llegar hasta el punto que se ha marcado. En apego a la cultura de la urgencia de resultados que tenemos.

Así es. Los problemas que privan en el sector educativo de Guerrero, han hecho que se vea envuelto en la cultura de la urgencia de resultados. Ya lo que se busca es cumplir con fechas y calendarios establecidos, mientras la eficacia del proceso parece quedar a un lado. Para mala fortuna, es lo que se ha heredado generación tras generación. El asunto viene desde las familias. Es ahí, en donde se le enseña al niño, que lo importante es pasar de año. A otros, se les exige sacar dieces. Y a todos, que se pongan a estudiar, a efecto de que resuelvan los exámenes, que dicho sea de paso, no representan el grado real de crecimiento de los alumnos.
En cuanto al magisterio, el cumplir con los horarios y sacar un menor número de niños reprobados, tampoco es un buen parámetro para medir su desempeño, como tampoco lo son, las evaluaciones que se hacen detrás de un escritorio. Creo que hoy, los mejores maestros, son aquellos que van más allá del plan de estudios, y enseñan a sus alumnos a crecer, para que el día mañana, puedan enfrentarse con mayor valor y confianza a los desafíos. La urgencia de resultados, no es el camino para generar un mayor desarrollo educativo.
Desde la parte gubernamental, para el cierre de su sexenio, también es evidente, que el Gobernador Ángel Aguirre Rivero, deberá fortalecer todos los programas que tienen que ver con el sector. Es cierto, se han entregado útiles escolares, libros, uniformes y becas. El punto es, no quedarse en el mero resultado, ya que sin ir muy a fondo, debemos reconocer la ineficacia con que se ha operado el programa de becas, en donde apenas, hace unas horas los estudiantes recibieron el apoyo.    
La urgencia de resultados, no puede conducir a olvidar la eficacia del proceso. Desde esa perspectiva, si se trata de cumplir con el calendario escolar, debe ser con enseñanza de calidad. Si se trata de dar uniformes y demás, también debe incrementarse la eficacia. La forma y el proceso es la clave real del éxito. Porque los resultados no son garantía de nada. ¿Cuántos títulos están colgados en las casas, sin que los jóvenes se desempeñen en el área para la cual estudiaron? ¿Cuántos de ellos, son felices con lo que hacen y con sus ingresos?    
Cuentan que es tanta la urgencia de resultados, que hasta en el cielo se contagiaron, vea usted la anécdota: “Dicen que en un pueblo había dos personas con el mismo nombre: Jacinto Morales. Uno era sacerdote y el otro taxista. Cosas del destino, mueren el mismo día. Llega uno de ellos ante San Pedro, y el de las llaves le pregunta,-¿Nombre? – Responde- Jacinto Morales. – ¿El sacerdote? –No. -Eres el taxista, entonces pasa, toma la túnica de hilos de oro y tu cetro de platino. 
Ahora toca el turno al sacerdote. San Pedro le pregunta el nombre y después de escuchar quien es, le dice, pasa también, toma esa túnica de lino y tu cetro de madera. Indignado el sacerdote, cuestiona,-¿No te equivocaste? Yo soy el sacerdote y me das esto, el otro era un taxista loco, que chocaba el carro y casi mataba a gente, y a él le das una túnica y cetro mejores. 
San Pedro, lo observa y ríe un poco. No hay error, le dice. Ya que mientras tú aburriste y dormiste a los feligreses con tus sermones, durante más de 30 años, aquél con su estilo de manejar, durante más de 20 años, ponía a la gente a rezar. Cuestión de resultados. Así están acostumbrados ustedes.” Esa es la cuestión.

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