FORO POLITICO.

Por Salomón García Gálvez.

Zeferino: El escándalo.

Un gran segmento de la población de Guerrero y de la opinión pública nacional cree que Zeferino Torreblanca Galindo, es el autor intelectual del asesinato del diputado local Armando Chavarría Barrera. Un segmento minoritario, le da el “beneficio de la duda”. Su forma gerencial de gobernar, su pésimo y agrio carácter más su arrogancia y perversidad son ingredientes para creer que Zeferino sí tuvo que ver con el proditorio asesinato del político perredista, Chavarría Barrera, quien era el aspirante de las izquierdas más aventajado por la candidatura a gobernador. 

Fue asesinado el 20 de agosto del 2009, una semana antes de su cumpleaños donde en una fiesta, iba a ser su “destape”. Días antes de ser victimado le retiraron sus escoltas personales. El ex senador David Jiménez Rumbo, reiteradamente ha acusado a Zeferino de haber ordenado el asesinato de Chavarría Barrera. Zeferino, jamás se ha deslindado de ese asesinato. El ex gobernante terminó su periodo constitucional y jamás esclareció el crimen.
Muy dado a soltar y hacer crecer rumores a través de las redes sociales, por medio de sus testaferros -para que le favorezcan políticamente- Torreblanca Galindo vuelve a ser noticia, pero negativa: un diario de Acapulco le dio ayer la nota principal de su edición, cuyo título dice: “Zeferino ordenó el asesinato de Chavarría, reveló un implicado”. El implicado, es el extinto ex comandante de la Policía Ministerial, Trinidad Zamora Rojo.
Pero más allá de que Zeferino sea o no autor intelectual del homicidio, existe otra acusación contra el ex gobernante quien es señalado de perpetrar desvío y malversación de recursos ($) del Seguro Popular (Secretaría de Salud), por un monto de mil 800 millones de pesos, por lo cual la Auditoria Superior de la Federación ordenó a la Contraloría Estatal de realizar una investigación sobre ese hecho que se configura en delito de peculado.
La acusación a Zeferino, de ser quien ordenó el crimen de Chavarría Barrera, fue un golpe letal para las aspiraciones políticas que tenga el ex gobernador, si es que las tiene. Difícilmente un electorado consciente votaría por un candidato presunto homicida.
De cara a la sucesión del 2015, el escenario político se calienta y se alientan los rumores como el supuesto pacto que ya suscribieron un grupo de priistas –Manlio Fabio Beltrones, Manuel Añorve, Rubén Figueroa, Fermín Alvarado, Cesar Flores y Julieta Fernández- con el ex gobernador Zeferino Torreblanca Galindo, a quien ya le habrían ofrecido ser candidato de una alianza por la alcaldía de Acapulco.
Pero si se analiza esto, se verá que son los mismos duros del PRI, los que van por todas las canicas. Esto es que, no sólo pretenderán el Poder Ejecutivo (gubernatura) sino la “joya de la corona”, que es Acapulco. 
A como dé lugar, los “duros del PRI” harán todo lo posible por obstaculizar en Acapulco las legítimas aspiraciones políticas del joven diputado Ángel Aguirre Herrera, quien es el puntero del puerto en todas las encuestas. Zeferino, dentro de ese escenario sólo iría por la revancha contra el gobernador Ángel Aguirre Rivero.
Al final de cuentas quien podría ser investigado por su presunta responsabilidad en el asesinato del diputado Chavarría Barrera, es ex Auditor General del Estado, Ignacio Rendón Romero, señalado en la nota informativa del diario de Acapulco de haber organizado dicho crimen. 
Chavarría y Rendón tenían una pésima relación. Armando se había pronunciado por auditar a Ignacio a través de un despacho foráneo. Al ex titular de la AGE le fue descubierta la compra de un lujoso yate en Acapulco por varios millones de pesos; de contratar jovencitas como “damas de compañía” para sus diversiones y de perpetrar actos de corrupción. Fue todo un escándalo nacional a través de medios… Punto. 

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